El país

Hace 14 años, Kirchner, Lula, Chávez y Diego lideraban el rechazo al ALCA en Mar del Plata

La idea de crear una amplia zona homogénea de libre comercio en todo el hemisferio dirigida desde Estados Unidos, nació en 1994 en la Primera Cumbre de las Américas en Miami con el fin de convertir el mercado latinoamericano en un espacio de acceso sin restricciones para las transnacionales del país norteamericano, pero su derrota se concretó 10 años después en la cumbre del Mar del Plata (Argentina).

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro expresó a propósito de cumplirse 14 años de esta derrota: "El espíritu de Chávez, Kirchner, Lula y Tabaré, está presente en los pueblos de nuestra América que alzan su voz contra las medidas neoliberales".

Discrepancias entre las economías

Bajo la égida del Consenso de Washington y el auge del neoliberalismo en el continente, El Área de Libre Comercio para las Américas (Alca) fue impulsada con entusiasmo por los gobiernos de entonces, aún con las contradicciones que en el seno de cada país pudieron generarse.

De acuerdo con Roger Landa, en un trabajo publicado en el portal web de la Agencia Latinoamericana de Información (Alainet), en su auge las fases de negociación no estuvieron libres de controversias, sobre todo, de parte de Brasil, que privilegiaba condiciones de facilitación al comercio, mientras Estados Unidos hacía énfasis en la apertura del mercado regional.

Rechazo de las bases sociales

En el seno de los pueblos latinoamericanos, las negociaciones del Alca despertaron un amplio descontento resultando en una amplia movilización social de protestas y contra-propuestas agrupadas en la Cumbre de los Pueblos.

"Estas reuniones estuvieron acompañadas de un amplio dinamismo de campaña anti-Alca en países como Argentina, Paraguay, Bolivia y Venezuela, asociadas en cada caso a reivindicaciones populares particulares como redistribución del ingreso, defensa de la propiedad estatal sobre los recursos estratégicos, acceso a la tierra, etc", refiere Landa.

Chávez, Kirchner y "Lula"

La llegada de Hugo Chávez en 1.998 y luego de los movimientos progresistas en Argentina con Néstor Kirchner y en Brasil con Luiz Inácio "Lula" Da Silva, marcó un punto de inflexión clave en la derrota del Alca al asumir las banderas de los movimientos sociales en rechazo al neoliberalismo propio de la propuesta hemisférica, como también a posturas nacionalistas en defensa de un comercio más justo.

El liderazgo de Chávez, Kirchner y "Lula" hizo patente la integración asimétrica impulsada en el seno del Alca que, al vincular la negociación económica entre desiguales, proporciona desigualdad en la capacidad de negociación en favor de las economías más fuertes, en este caso Estados Unidos.

Burguesías beneficiarias y perjudicadas

Uno de los factores que contribuyeron a su derrota, al menos de forma indirecta, tiene que ver con los intereses diferenciados de las élites de cada país y el peso de sus economías en relación con la estadounidense.

La oposición general se estableció claramente entre las empresas que contaban con un mayor peso en la economía internacional por su mayor capacidad de inversión y competitividad, contra las empresas que dependen más del mercado interno y tienen menor capacidad de internacionalización, explica Landa.

Durante la Cumbre de los Pueblos celebrada en paralelo a la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, Argentina, los movimientos sociales latinoamericanos se aglutinaron en el Estado Mundialista para rechazar la propuesta del Alca.

Chávez, junto al futbolista Diego Maradona, se sumaron a esta jornada en la que participó Evo Morales, por entonces líder social y candidato presidencial de Bolivia, entre tantos otros.

Haciéndose eco de la consigna popular, el Líder de la Revolución Bolivariana en su intervención gritó: ¡Alca, Alca, al carajo!, marcando el fin de este proyecto que quiso ser impuesto desde Washington desde una década antes.

Nacimiento del Alba

El naufragio del proyecto de libre comercio también marcó el nacimiento de un nuevo proyecto integrador al que se le denominó como Alianza Bolivariana de los Pueblos, surgido del pensamiento bolivariano de integración.

El entonces presidente venezolano cuestionó abiertamente el camino del Alca, al afirmar que se trataba de una opción, pero no de un destino que debía transitar obligatoriamente el continente.

En este sentido, Chávez planteó que la integración que América Latina y el Caribe debía surgir de la interpelación de los pueblos, de lo que querían y necesitaban realmente y reafirmar, primero, que la integración era un acto político y, por tanto, tenía que ver directamente con la voluntad y los polos de poder; y segundo, que eran los pueblos quienes debían decidir si el continente se integraba al Alca o no.