Patagonia

Lewis, el amigo de Macri, teme que Alberto lo obligue a abrir el acceso a Lago Escondido

Los vientos de cambio en la política argentina generan consecuencias impensadas. El fin del mandato del presidente Mauricio Macri preocupa al magnate británico Joe Lewis. En su entorno creen que finalmente ya no podrán seguir con las estrategias dilatorias que les permitió desde hace más de 10 años esquivar la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Río Negro que les impuso "garantizar el libre tránsito y acceso" hacia el paradisíaco Lago Escondido.

La llegada de Alberto Fernández al poder entusiasma a un grupo de ambientalistas y organizaciones sociales que apuestan a terminar, de una vez por todas, con el litigio.

Una carpeta con documentación reservada fue acercada a los equipos técnicos del presidente electo quienes se mostraron interesados pero cautelosos.

"Es un tema que deberá resolver la justicia, pero no se puede permitir que se siga dilatando", reconocen cerca de Fernández.

Entre las personas que más han impulsado esta batalla aparece el nombre de María Magdalena Odarda, actual senadora nacional del bloque Rio - Frente Progresista.

Odarda le confirmó a A24.com que se prepara para presentarse como Amicus Curiae si el tema de fondo finalmente escala hasta la Corte Suprema de Justicia. La senadora rionegrina tiene aceitados contactos con el albertismo y es valorada en el entorno del presidente electo.

"Ya no hay más margen para que sigan eludiendo a la justicia, hay un fallo de una corte provincial que nunca cumplieron. Nosotros seguimos avanzando con la investigación que impulsamos en el 2005", cuenta la senadora.

En el mismo sentido, Julio Cesar Urien, Presidente de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA) le confirmó a A24.com que el cambio de autoridades genera expectativas: "Vamos a recurrir al nuevo gobierno para que nos garanticen la seguridad cada vez que desarrollamos un acción de protesta en la cercanía de Lago Escondido", reveló el ambientalista.

Y agregó: "El lago no se puede privatizar, por eso vamos a ejercer nuestro derecho". Urien, junto a su equipo, preparan una nueva marcha multitudinaria para febrero de 2020.

Y aclara: "Queremos garantías para evitar lo que pasó el año pasado cuando dos ambientalistas fueron atacados y sus kayak dados vueltas por la gente de Lewis".

El nombre de Joe Lewis fue puesto en la escena local cuando en el año 2005, por medio de la presentación de un amparo judicial, varias organizaciones sociales le reclamaron la apertura inmediata del camino de Tacuifí que impedía el acceso público al lago ubicado en la zona cordillerana de Río Negro.

La historia completa se remonta al año 1996 cuando este empresario adquirió un predio de 12 mil hectáreas a menos de 45 kilómetros al norte de la ciudad de El Bolsón, en torno al lago en cuestión.

Meses más tarde fundó, junto a socios locales, la compañía Hidden Lake SA y, automáticamente decidió cerrar el camino de acceso público al lago.

En el año 2005, se iniciaron las primeras acciones legales contra Lewis. Se le exigió la "inmediata apertura" y el retiro de la cartelería de "Propiedad Privada", pero Lewis no lo hizo.

Más tarde, cuando el conflicto escaló a instancias superiores, la decisión judicial fue aún más contundente. En 2009 el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia ordenó "al Poder Ejecutivo garantizar el libre tránsito y acceso al espejo de agua por la servidumbre pública que se conoce como el camino de Tacuifí".

Sin embargo, la sentencia judicial sigue sin cumplirse. Desde aquella primera acción judicial a la fecha, ya pasaron 15 años y 24 jueces como los miembros del Superior Tribunal de Justicia, los de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Minería de Bariloche, el del Juzgado Civil, Comercial y de Minería N° 3 de Bariloche, el del Juzgado de Primera Instancia del Bolsón. Es evidente que Lewis mantiene aceitados contactos políticos y judiciales.

Un día después de la PASO, se supo que el empresario británico amplió su paquete accionario en la empresa Pampa Energía.

Según informó la comisión nacional de valores de Estados Unidos (SEC), las compañias Braslyn Ltd., radicada en Bahamas, y Hidden Lake S.A, adquirieron el 8,7% de las acciones comunes del holding que cotiza en la Bolsa de Nueva York y preside el empresario Marcelo Mindlin.

Lewis tiene el 4,2 % del total con su compañía argentina y el 4,5% restante con la empresa radicada en el paraíso fiscal. Hidden Lake, es la empresa controlante de la estancia Lago Escondido, donde Lewis también realiza producción ganadera (vacunos y ovinos) y fruticultura (frutas finas).

El magnate no es ajeno al negocio energético. Desde el 2015, maneja Patagonia Energía, una compañía boutique que opera una central hidroeléctrica sobre el propio río Escondido.

"Hemos logrado cumplir nuestro sueño de producir Energía Renovable en un proyecto sustentable y totalmente innovador para la región y nuestro país", explican en la portada de su página web.

Según pudo saber A24.com, la empresa entrega su producción a un precio promocional por tratarse de energía renovable al mercado mayorista argentino. Todo va al nodo El Bolsón.

También fuentes cercana a la empresa de Lewis aseguraron que planifican para los próximos años entrar en "otros proyectos de energía renovable más apuntado a la eólica y la hidráulica".

Mauricio Macri y Joe Lewis son amigos desde hace años. Como en tantos otros vínculos de poder, el paso por la presidencia de Boca del argentino cautivó al inglés que también tiene negocios en el fútbol. Desde el 2001, es el dueño de ENIC la empresa que dirige los destinos del Tottenham Hotspur.

Durante estos cuatro años la relación se fue fortificando. En marzo de 2016, Macri y su familia se hospedaron en la mansión de 4000 metros cuadrados. Llegaron al aeropuerto local a bordo del Tango 10 y un helicóptero privado, también propiedad de Lewis, los trasladó hacia el predio.

Las visitas se repitieron en varias oportunidades. Pero las vacaciones de 2017, obligaron a Macri a rendir cuentas. El 24 de enero, a pocas horas de regresar del sur, el presidente brindó una conferencia de prensa en la Casa Rosada.

"Son las primeras palabras oficiales que doy desde que comenzó el nuevo año", dijo el mandatario tomando los minutos iniciales a modo de "repaso general".

En medio de la sala, Federico Tártara, periodista del diario Hoy de La Plata se dispuso a hacerle una pregunta: "Quisiera consultarle por su estadía en la Patagonia, donde aún persiste un problema con los vecinos que no pueden acceder a Lago Escondido y disfrutar de este paisaje natural".

El rosto del presidente evidenció la incomodidad. Aún así, respondió: "El lago tiene un mejor acceso del que tenía antes de que Joe Lewis compre esa propiedad. Es un acceso peatonal desde la ruta nacional. Y esa discusión se viene dando hace muchos años y la verdad que no entiendo. ¿Qué es lo que se pretende? El compró a dueños privados un campo, lo desarrolló, vive un par de meses al año ahí, da trabajo a un montón de gente. Sigue invirtiendo para que el campo sea sustentable. Le da trabajo a cientos de personas. Y la verdad que no entiendo por qué ésta sistemática búsqueda de agredirlo a él. Alguien que eligió la Argentina para vivir unos años, no nos pide nada, desarrollo ese campo, dio trabajo. Esa parte no la logro comprender".

La insólita defensa de Macri generó indignación en el sur, pero sobre todo evidenció la falta de conocimiento real sobre el litigio.

Si bien es cierto que existe un acceso al lago, se trata de un camino peligroso (de Wharton a Cajón Azul) que se extiende por 34 kilómetros de montaña que demandaría cuatro días de travesía con caballos y el cruce de dos ríos (los puentes que permitían hacerlo fueron destruidos) para poder llegar hasta el lago. En el fallo de la corte provincial se aclara "que este trayecto de montaña no es suficiente".

Fueron años de absoluto letargo judicial en la causa por el acceso al Lago Escondido. El expediente estuvo prácticamente paralizado.

En 2015, Lewis sintió que la llegada al poder de Mauricio Macri le podía devolver la paz que vino a buscar a la Patagonia argentina. Sin embargo, cuatro años después su intento de burlar a la justicia argentina tambalea por primera vez.