Política

El gobierno doblegó a ATECh poniendo muy poco; el cierre dejó una multitud de heridos

El "acuerdo" al que llegaron los docentes y el gobierno provincial dejó en claro posicionamientos políticos peculiares por parte de los dirigentes gremiales. Muchos docentes sintieron en carne propia un agravio sin retorno al ver cómo el secretario general de ATECh, Santiago Goodman, negociaba con el gobierno a espaldas de las pretensiones de las bases.

Agobiados por los reiterados incumplimientos, lo docentes vieron cómo se perdía una oportunidad única para recuperar derechos que finalmente siguen sin respetarse pese a la lucha sostenida de miles de trabajadores

La situación no ha cambiado en lo esencial. El pago escalonado continúa. Apenas se abonó la mitad del primer aumento que debió haberse pagado en julio y no hay referencia alguna sobre las nuevas paritarias, en una región como la Patagonia que tuvo el índice de inflación más grande del país.

Repaso de los acontecimientos

Una semana antes de que apareciera la famosa "circular" de Massoni que disponía el descuento masivo a los docentes, ATECH ya tenía un acuerdo casi cerrado para que los docentes volvieran a clase.

Ese intento de pasar por encima de las bases fracasó y se rechazó la propuesta, que no era ni más ni menos que continuar con el pago escalonado y "aguantar" hasta que el gobierno provincial pudiera pagar el primero de los tres aumentos gatillo firmados en paritaria.

Esa decisión de las bases, a las que Goodman no pudo sino acatar -aunque no muy convencido-, derivó en la brutal circular de Massoni que retuvo 70% de los sueldos a los docentes de manera indiscriminada, sin importar que algunos estuviera de licencia por maternidad, ni licencia oncológica o simplemente a quienes nunca habían hecho paro.

Ante esa situación, Goodman había quedado muy expuesto. El gobierno le reclamaba "domar" a su gente y las bases estaban decepcionadas porque se sentían indefensas.

Se utilizó la desesperación de muchos docentes que en su mayoría habían cobrado 4 mil, 8 mil o 10 mil pesos para marchar contra un gobierno que había desplegado un dispositivo de represión para frenar la avanzada.

Ante la evidencia de que su imagen se iba deteriorando gravemente, Goodman fue detenido. No se sabe bien si quiso inmolarse ante un callejón sin salida que él mismo generó para sus representados o si su detención ilegal se debió a una lucha sincera por los derechos docentes.

Una vez ocurridos los hechos que derivaron en un paro nacional docente, las aguas se calmaron y se llegó a un acuerdo con gusto a muy poco por parte del colectivo docente.

Extraña interpretación de la votación

Muchos docentes remarcan que ATECH interpretó a su manera los datos de las bases, ya sea porque no se volvió a votar en secciones que habían rechazado la propuesta del gobierno o porque se invirtió el sentido del "rechazo" y "aceptación".

Según muestra la imagen que exhibe las votaciones de los distintos establecimientos, hay dos finales: acepta o rechaza.

La opción de aceptar aclaraba que la columna "medida de fuerza" estaba vinculada a "continuar con la medida de fuerza".

El rechazo, en cambio, era "rechazo a la medida de fuerza". Es decir, que la aceptación o rechazo no eran respuestas a la "propuesta" del gobierno sino a la continuación de la medida de fuerza. Suena altamente capcioso.

Quizá eso explique por qué se "aceptó" una propuesta del gobierno que en realidad no termina ofreciendo nada. Solamente se compromete a pagar porcentajes de la cláusula gatillo que el Estado adeuda desde junio, desestimar la circular que de hecho fue rechazada por la Justicia y comprometerse -como lo venía haciendo sin cumplir nunca- con la reparación de la infraestructura escolar y el mantenimiento de la obra social.

Este panorama revela que el gobierno se salió con la suya poniendo muy poco, casi nada. El futuro próximo de Goodman -tal vez fuera de Chubut- dará indicios sobre la motivación que tuvo para acordar en las condiciones en que lo hizo.

Sin paritarias para 2020

Todo este conflicto obturó la posibilidad de discutir seriamente paritarias para el próximo año. Se sabe bien que el Estado provincial viene inmovilizado por un déficit devastador. Si se cumple en este nuevo "acuerdo" con todo lo estipulado, el comienzo o no de las clases estará supeditado a la discusión de nuevas paritarias.

Hoy por hoy, es difícil hablar de un porcentaje. La gestión Macri deja una bomba de tiempo que se deberá desactivar y no se sabe bien cuáles serán las consecuencias de las medidas a tomar.

Todo este escenario nacional condiciona el "veranito" de Arcioni que encontró en el pragmatismo de Alberto un buen refugio aunque por tiempo limitado.

Nación no podrá ayudar a la provincia indefinidamente. El gobernador deberá demostrar un mínimo equilibrio en el manejo de las cuentas fiscales, y la demanda que tendrá el nuevo gobierno nacional no dejará grandes opciones para "regalar" una asistencia desmedida a la provincia.

Tendrá ante sí el reclamo de los gremios, entre ellos el docente, que pedirá por una reivindicación de su salario que hace más de tres años viene carcomido por la desidia de gestiones que no tuvieron como prioridad la educación.