Petróleo

San Antonio se negó a acatar la conciliación obligatoria y quiere avanzar con los despidos en Vaca Muerta

Una empresa de servicios petroleros liderada por un ex funcionario del Gobierno de Mauricio Macri está al frente del incendio político sindical que arde en Vaca Muerta. San Antonio Internacional despidió a 190 trabajadores y se negó a acatar la conciliación obligatoria que decretó el Ministerio de la Producción y Trabajo. Hay sospechas sobre la intencionalidad política detrás de los despidos.

La compañía estaba fundida, en poder de los bancos acreedores, cuando asumió el macrismo. Luego de la reactivación de Vaca Muerta por la vía de los subsidios del Gobierno Nacional, la empresa quedó en manos del fondo estadounidense Lone Star. En Argentina, está al frente de ese fondo el ex presidente del Fondo de Garantías de Sustentabilidad del Anses, Luis María Blaquier, secundado por otro ex Anses de la era macrista, Enrique Boillini.

San Antonio es la empresa más importante en el rubro de equipos petroleros al servicio de las operadoras tanto en la arena convencional como en la no convencional.

El secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, denunció que San Antonio violó la conciliación obligatoria que dictó el Gobierno Nacional, a través de la Subsecretaría de Trabajo.

"No dejan entrar a los compañeros a la base", dijo el sindicalista en declaraciones a la radio UNCO Calf, de la capital neuquina.

"Tienen 190 compañeros despedidos y no los deja ingresar a la base", enfatizó Pereyra.

El sindicalista cuestionó la intervención del Gobierno Nacional. El miércoles se conoció que tres empresas de servicios mandaron entre 400 y 600 telegramas de despido.

Los Sindicatos petroleros anunciaron un paro desde la tarde, pero al mediodía Trabajo les comunicó el dictado de la conciliación. "Nos mandaron un whatsapp", dijo el sindicalista. Y consideró que "fue una vergüenza la conciliación que dictó Trabajo". De todos modos, los Gremios acataron la medida.

En cambio, según la denuncia de Pereyra, San Antonio decidió no dejar entrar al lugar de trabajo a los empleados a los que despidió. La conciliación retrotrae el conflicto a la situación previa a los despidos, con lo cual estos deben congelarse.