Política

Luque lanza una estrategia de liderazgo regional y fortalece vínculos con el núcleo duro de Alberto

Juan Pablo Luque se reunió el martes con intendentes de la zona norte de Santa Cruz. Las ciudades que ellos representan comparten intereses y problemáticas, sobre todo aquellas vinculadas con la actividad petrolera y las demandas sociales. Un par de días más tarde, el sucesor de Linares mantuvo su primer encuentro con Alberto Fernández, tras dialogar a dos jóvenes dirigentes que tendrán una importante cuota de poder en el gobierno nacional que viene: Wado de Pedro y Máximo Kirchner.

"Me gustaría que mi gestión quede marcada por la planificación real de la ciudad hacia el futuro. Por supuesto que esto es muy dinámico, pero tenemos que dar el puntapié inicial para hacerlo y evitar que se nos siga extendiendo la ciudad, dificultando la llegada de servicios o haciéndolo muy costoso", dijo Juan Pablo Luque en una conferencia de prensa que brindó el miércoles 27, a dos semanas de asumir como intendente.

El gran ganador en Comodoro en las últimas elecciones -obtuvo el 50,6% de los votos y se quedó con 8 de las 12 bancas en disputa en el Concejo- considera que llegó la hora de darle armonía al crecimiento de una ciudad que tuvo su último gran despegue hace tres lustros, cuando se produjo lo que algunos analistas llaman el "segundo boom petrolero"; luego de aquel impacto de comienzos de los años 60 que impulsó Arturo Frondizi y al que le puso coto Arturo Illia.

Empezar con la planificación

Que haya orden en el progreso, basado en una planificación desde el Estado municipal, es un reclamo que resuena cada vez con mayor fuerza desde que Martín Buzzi era intendente (2007-11) y se produjo una ola de ocupaciones de tierras en forma ilegal que llevó al colapso la prestación de servicios de la Cooperativa, por ejemplo.

El tema estuvo presente en las recientes audiencias públicas en las que se discutieron los aumentos de impuestos y servicios que se vienen en una ciudad donde van siendo cada vez menos los que más ganan; mientras una gran mayoría depende del goteo petrolero o del empleo público, donde ya se sabe de sobra la angustia que pasaron este año quienes dependen de los salarios que paga Provincia.

En el último año -como en gran parte del país-, las consecuencias del modelo de ajuste de Mauricio Macri tuvieron su efecto en Comodoro, aunque seguramente no tanto como en el Valle.

En Comodoro también cerraron comercios y mucha gente perdió el empleo. Se volvieron a ver imágenes que se creían olvidadas, como largas colas para acceder a un puesto como mozo o vendedor; y no pocos dejaron de cumplir con sus obligaciones impositivas.

Hubo abruptos aumentos en tarifas de gas, teléfono celular, internet, video cable y -por supuesto- en el costo de los alimentos y electrodomésticos, lo cual llevó a la restricción del consumo.

Solo la energía eléctrica mantuvo sus valores, porque el intendente Carlos Linares le impuso su voluntad a los nuevos administradores de la SCPL, gran parte de los cuales llegó allí el año pasado a partir de una peculiar alianza entre arcionistas como Elías Jones -el vicepresidente del Consejo de Administración que en realidad digita la política -; referentes de un sector peronista como Sebastián Hourcade y el frustrado candidato a intendente macrista, Guillermo Costes, un ex Franja Morada que hasta poco fungía como movilero en una radio.

Hoy Costes es el secretario de la entidad y fue quien en la audiencia pública justificó los aumentos que venía reclamando desde que comenzó el año, augurando verdaderas catástrofes si el poder político no accedía a sus demandas.

Mientras la SCPL atraviesa su propia interna, a partir de presentaciones judiciales del ex Fiscal de Estado, Miguel Montoya, a quien le niegan asumir como vocal pese a una renuncia que lo posibilitaría, todo indica que en las boletas de 2020 habrá importantes aumentos que seguirán afectando a los comodorenses.

Uno de los argumentos centrales es el costo que implica llevar y mantener servicios de luz, agua y cloacas en barrios que se construyen en zonas cada vez más alejadas del núcleo de la ciudad.

De allí que Luque insista con la planificación urbana, para lo cual confía en la electa concejal Liliana Carnevale, una arquitecta que llega a la función pública con muchas expectativas depositadas en ella.

En la conferencia de prensa, el nuevo intendente anunció la desaparición de la Secretaría de Tierras -anticipo de El Extremo Sur-, desde donde todos estos años su titular, el ex diputado nacional Alberto Parada, otorgaba lotes considerando el pedido de sectores influyentes pero en muchos casos sin los estudios preliminares de habitabilidad.

La mirada regional

Más allá de los límites de la ciudad que gobernará en los próximos cuatro años, Luque busca conseguir lo que antes intentaron otros intendentes sin mucha convicción: la coordinación de estrategias con ciudades de la región que también dependen exclusivamente del petróleo.

El martes 26 se reunió en Caleta Olivia con quien volverá al poder en el municipio de esa ciudad, Fernando Cotillo; y con los que gobernarán Pico Truncado y Las Heras, Osvaldo Maimó y José María Carambia.

El único no peronista del cuarteto es este último, quien intenta ahora volver a un radicalismo sin presiones macristas. De hecho, alguna vez se quejó de la postergación que padeció de parte de su propio gobierno nacional y ahora su hermano Antonio -diputado nacional- formaría parte del sector disidente del PRO que responderá a Emilio Monzó. Ambos, además, se llevan muy mal con el senador Eduardo Costa, el hombre que siempre quiere ser gobernador y nunca puede.

"El desafío en nuestra región es poder seguir manteniendo las fuentes laborales y generar nuevas oportunidades con otras industrias", dijo Luque en Caleta Olivia, mientras Maimó acotaba que "tenemos que ser suficientemente inteligentes para aprovechar los buenos vientos que se avecinan para nuestra región".

Cotillo propuso "crecer en conjunto y no mirarnos como una competencia".

Una voz desde el sur

Luque -que veía desde afuera la pelea interna que se da en el peronismo- decidió también en los últimos días que había llegado la hora de marcar presencia y pidió públicamente que se terminen las disputas a través de los medios y que los reparos se hagan entre cuatro paredes y cara a cara.

Desde que a comienzos de mes se anunció la postergación de la interna del PJ y la posible unidad o interrelación amigable entre los bloques legislativos de Chubut al Frente y el Frente Patriótico, redes sociales y medios reflejaron vanidades y egos de quienes aún no asumieron y sin embargo se creen el ombligo de la política chubutense. Es evidente que existen urgencias que requieren atención desde el primer día, a partir de la perniciosa administración de Mariano Arcioni; el hombre que parece dispuesto a cambiar uranio por baratijas.

Con este contexto, Luque llegó hasta Alberto Fernández el jueves. No estuvo solo, ya que lo acompañaron Linares y Norberto Yauhar, uno que siempre aparece en contextos de influencia kirchnerista por su pasado como ministro de CFK.

Antes, Luque se reunió con dos dirigentes de peso que tendrán a priori mucha influencia en el próximo gobierno nacional. Junto con el diputado nacional reelecto Santiago Igon, el próximo intendente de Comodoro mantuvo un intercambio con Eduardo Wado de Pedro y Máximo Kirchner. El primero será ministro del Interior y el hijo de los ex presidentes conducirá el bloque del Frente de Todos en la Cámara baja del Congreso nacional.

Termina lo que constituye una de las etapas más oscuras de la democracia argentina y la expectativa es que puede comenzar algo realmente diferente, dentro de un proceso de construcción política cuyos protagonistas son en su mayoría jóvenes de entre 30 y 45 años. Uno de ellos es el intendente de Comodoro, que empieza mostrar algunas cartas valiosas en ese contexto. El tiempo dirá cuán buena es su capacidad para jugarlas.