Política

La Legislatura al borde de las trompadas por el sueldo de Arcioni: un día de caos y negociaciones

En un día caótico dentro de la Legislatura de Chubut, marcado por la discusión sobre el proyecto de Ley de Ministerios enviado por el gobernador, a las 19.30 de este jueves todavía no había comenzado la sesión. El eje de las diferencias -que llevó a un cruce cuerpo a cuerpo cercano a las trompadas entre los diputados Grazzini y González- reside en los incrementos salariales solicitados por el gobernador. Según cálculos realizador por EES, su salario subiría a 307 mil pesos o a 811 mil pesos. Nadie quiere pagar el costo político de votar ese aumento, que está dentro del proyecto que amplía los ministerios. En caso de no aprobarse, Arcioni dispondría avanzar con un DNU (decreto de necesidad y urgencia) que luego requeriría de todos modos los votos de 18 diputados).

Todas las opciones implican incrementos desmesurados si se consideran en función del contexto, que incluye una feroz crisis financiera y el pago escalonado para el conjunto de los empleados públicos. Con una u otra opción según la aplicación de algunos ítems, el salario del gobernador subiría a 307 mil pesos o a 811 mil pesos.

Los diputados, que vienen de aumentarse los sueldos esta semana y establecerse salarios que van ente los 220.000 y los 295.000 pesos de bolsillo por mes, buscan alternativas al proyecto oficial aunque algunos lo quieren aprobar a libro cerrado porque saben que ya se van de sus bancas.

Ante el rechazo de algunos legisladores y la falta de manos levantadas que resulten suficientes, se barajó la opción de volver a la propuesta que Arcioni envió a la Legislatura en medio del conflicto docente y estatal; que generó un repudio generalizado y debió cajonearse para otra oportunidad. Hay diputados que creen que esta podría ser el momento indicado para sacarlo del olvido y aprobarlo.

Números y operaciones

Las operaciones de prensa desatadas desde que se conoció el nuevo pedido de aumento salarial del gobernador intentaron bajarle la repercusión al desmesurado monto de incremento.

Sobre cálculos no demostrables y bastante poco certeros, medios cercanos al gobierno aseguraron que con el aumento pedido el gobernador pasaría a cobrar 354 mil pesos mensuales de bolsillo y 568 mil pesos brutos.

Hoy comenzaron a surgir otros cálculos desde la bancada del PJ que aseguran que el sueldo bruto del gobernador subiría a los 580 mil pesos brutos y los 474 mil de bolsillo.

Las indagaciones y estimaciones de El Extremo Sur tampoco coinciden plenamente con ninguna de esas versiones, ya que la estimación sigue acercándose e inclusive supera los 800 pesos en que quedaría el sueldo del gobernador con el nuevo aumento.

EES elaboró junto a especialistas en materia salarial y sobre la base de las leyes vigentes dos opciones. La primera le otorgaría al gobernador un salario bruto de 811 mil pesos y de bolsillo recibiría 663 mil pesos mensuales.

La segunda subiría al salario bruto a 703 mil pesos mensuales y el ingreso de bolsillo sería de 574 mil pesos.

La diferencia entre una y otra alternativa radica esencialmente en el modo en que se apliquen la zona desfavorable y el beneficio de Jerarquía Profesional. La zona en Chubut está establecida en un 25% para la función pública, mientras que el ítem de Jerarquía Profesional aporta un 20% extra y fue solicitado por el gobernador en el proyecto de Ley de Ministerios.

Volver al pasado para destrabar

Varios diputados ofrecían en la tarde del martes, como prenda de negociación para sacar la Ley de Ministerios, volver al pasado y aprobar el aumento pedido por Arcioni en septiembre.

Tal como publicó EES en ese momento, "con los incrementos solicitados hoy pasaría a cobrar 168 mil pesos, lo que representa un aumento del 204%; pero si se agregan los adicionales solicitados en el proyecto pasaría a cobrar mensualmente 307 mil pesos que significarían un incremento del 453%.

A los 168.638 pesos se llega sobre la base de calcular cinco salarios básicos sobre un monto de 33.376 pesos, tal como lo establece el primer artículo del proyecto que sostiene: "establecer a partir del 1 de julio de 2019 el sueldo básico para el gobernador en un equivalente a cinco veces el salario básico de la categoría profesional A nivel I Categoría 17 de la Ley I Nº 74".

A ese básico se le deben incorporar 37.110 pesos correspondientes al 22% del adicional no bonificable relacionado al artículo 13 de la Ley N°318 y otros 101.210 pesos por el 60% del artículo 1 de la Ley I N°367 por el concepto de "Responsabilidad funcional. El total estimado del nuevo salario del gobernador llegaría a los 307.004 pesos mensuales.

Porcentajes alocados

Más allá que el aumento del gobernador sea uno u otro, todos arrojan porcentajes poco razonables en una provincia que repite constantemente que se encuentra en crisis, que no hay plata y que no se pueden pagar los sueldos de los empleados públicos en tiempo ni en forma. Menos aún cumple con las cláusulas gatillo acordadas por paritarias y que están impagas. Inclusive el gobierno de la provincia se endeuda en pesos para pagar los sueldos estatales.

Si de los 55 mil pesos que cobra actualmente el gobernador su sueldo pasaría a 307 mil pesos si se aprobara el "viejo" proyecto de septiembre. En ese caso, la suba sería del 453%.

Si damos crédito a los datos emanados de las operaciones de prensa, llevándolo a 568 mil pesos de bruto, el incremento sería del 923%. Y si se tratara de los 580 mil pesos que baraja el bloque del PJ, el incremento llegaría al 945%.

Si se verifica cualquiera de las dos opciones analizadas por el EES, con un aumento a 703 mil pesos la suba será del 1.167% y con un incremento a 811 mil pesos llegaría al 1.363%.

Cualquiera de las posibilidades suena disonante con la realidad provincial y desentona con un gobierno que les dice a sus empleados que no hay plata y que tampoco puede pagar a los proveedores. En una decisión al menos irresponsable habilita el aumento de sueldos de los diputados y busca subir el del gobernador y toda la planta política de funcionarios a porcentajes estratosféricos.

La racionalidad y el cuidado de los fondos públicos brillan por su ausencia cuando se trata de sueldos de los políticos instalados en el Estado.