Minería

La minería y la carta "secreta" de Arcioni: adiós al cianuro y consultas por jurisdicción

Sin terminar de acomodarse en sus sillones, los nuevos gobernantes de Chubut ya empezaron a pensar en las elecciones que vienen, ya que en 2021 llegará el momento de elegir tres senadores nacionales y dos diputados nacionales. A la hora de las definiciones, pesará lo que hagan en 2020 los actores principales, en especial con respecto a la batalla económica y social que ya empezó y todo aquello que tiene relación con la aprobación de la explotación minera. En Nación creen que llegó la hora de ajustar cuentas y de "ordenar" políticamente a la provincia. Arcioni se maneja por ahora en terreno amigable.

El pasado 9 de junio, al concluir las elecciones generales de este año, no hubo tiempo para festejos ni para lamentos porque al otro día -lunes 10- comenzaba a correr el cronograma electoral para el cierre de listas a presentar en las internas nacionales. Además, también quedaba pendiente la elección de intendentes en Comodoro y Rawson, además de otras localidades.

Ahora parece estar ocurriendo algo parecido. Si bien terminan de asumir quienes gobernarán la provincia y los municipios, ya comenzó la danza de alianzas y expectativas para próxima carrera electoral que desembocará en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias que rigen desde 2011.

El 9 de agosto de 2021 en Chubut habrá elecciones para designar las candidaturas de dos diputados nacionales y tres senadores (dos por la mayoría y uno por la primera minoría).

Los mandatos que entonces concluirán serán los de la docente Rosa Rosario Muñoz y el del abogado comodorense Alberto Gustavo Menna. En la Cámara Alta habrá que renovar a los electos en las generales de 2015: Juan Mario Pais y Nancy González -por la mayoría-; y el del periodista y empresario de medios Alfredo Luenzo, quien accedió al Congreso en la boleta de Mario Das Neves; aunque este año volvió a su primer amor: el kirchnerismo.

La batalla que comienza

Si bien resulta prematuro efectuar un cuadro de situación en una provincia en la que aún se desconoce si se podrán pagar los aguinaldos de los empleados públicos en los próximos días, sí es dable suponer que en la próxima elección que se realice en Chubut influirá lo que ocurra a partir de 2020 con la minería.

Esa es la gran carta que tiene para jugar el gobernador Mariano Arcioni, quien ya empieza a pensar cómo articular una gestión más política y dialoguista para tratar de aplicar algunos de los tips cotidianos que supo emplear su mentor, Mario Das Neves, para construir una envidiable gobernabilidad durante largos años.

Este último año dejó al mandatario enseñanzas que parece haber asimilado luego del desgastante conflicto que lo enfrentó con los docentes y que tuvo en vilo a la sociedad, con 17 semanas ininterrumpidas de huelga que causaron efectos en aquellos chicos que no alcanzaron los contenidos mínimos, más allá de haber sido promovidos.

Difícilmente la Escuela de Verano compense los días perdidos, mientras en ATECh aún siguen aguardando por respuestas que van más allá de las fechas de cobro de aumentos prometidos en campaña e incumplidos posteriormente.

En el gremio de Santiago Norman Goodman precisan saber, por ejemplo, en qué momento se pondrá en marcha el cronograma de reparación de infraestructura escolar comprometido al levantarse el paro. El ministro responsable, Gustavo Aguilera, ya debería haberles informado. Claro que para ello necesita tener claro con qué presupuesto contará.

No suena a buenos augurios la afirmación del titular de Economía, Oscar Antonena, quien confesó una situación "angustiante" en la caja provincial.

El ex titular del Banco Chubut y secretario de Gobierno de Camarones es realista dentro de un escenario volátil, mientras su jefe, quien apela más a la magia discursiva cuando remarca Alberto Fernández le aportará los recursos necesarios para ordenar las cuentas que él sostiene haber heredado del último gobierno de Das Neves.

Fichas en todas las direcciones

Hay algo que Arcioni sugirió en el Día del Petróleo pero que todavía no dijo abiertamente. El gobernador tiene una carta importante para jugar cuando llegue el momento: la sanción de una ley que posibilite la explotación minera en la meseta provincial.

Por lo pronto, su ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, estará el martes en Buenos Aires junto a sus pares de provincias mineras. Allí les bajará línea el nuevo responsable nacional del tema, Alberto Hensel, ex ministro de Minería de San Juan. En esa provincia desde hace años se impulsa la actividad con el beneplácito del kirchnerismo, lo cual en su momento le costó denuncias del ahora aliado Fernando "Pino" Solanas; próximo a partir como embajador del país a la UNESCO para reemplazar al radical Rodolfo Terragno.

Fórmulas alternativas

Cuentan que en Chubut ya se analizan fórmulas alternativas para autorizar a las empresas mineras a que activen lo que debieron frenar hace más de una década, cuando se produjo el plebiscito de Esquel que le propinó un severo rechazo a la actividad.

Pan American Silver -responsable del proyecto Navidad- sostendría que no utilizará proceso de lixiviación sino de flotación, con lo cual reemplazaría el cianuro con xantato; que es una especie de jabón carbonatado.

Esto se complementaría con una consulta popular por jurisdicción y no en toda la provincia. Ya se sabe que Gastre, Telsen, Gan Gan y Paso de Indios están a favor. De hecho fue en esa zona donde en febrero de 2018 estuvo el tristemente célebre Juan José Aranguren -hoy procesado por negociaciones incompatibles con la función pública- aunando criterios con los jefes comunales de esas localidades, las que tienen al re-reelecto Mario Pichiñan (Paso de Indios) como vocero ultra minero desde la época en que Martín Buzzi gobernaba Chubut.

Como aquella vez Aranguren empleó formas características del macrismo, a Arcioni le resultó más sencillo evitar un compromiso que fuera más allá de la cortesía.

"Vamos a estar acompañando la visita de Aranguren, pero no formando parte del debate. Está viniendo un ministro de la Nación a Chubut, a nuestra casa; yo soy el gobernador y por eso lo voy a estar recibiendo", decía quien ya pensaba en su reelección. Por eso no acompañó al funcionario a Telsen, aunque sí le aseguró una custodia de más de dos centenares de policías. Federico Massoni había asumido como secretario de Seguridad pocos días antes y ya quería demostrar que sabía hacer los deberes.

La fórmula de la flotación

A partir de esta posibilidad cercana que le dejaría a su gobierno un bono adicional de 3 puntos más de regalías, Arcioni sorteó la segunda parte de un 2019 difícil en lo personal, donde quedó casi huérfano de respaldos políticos a pesar de los 38 puntos que le bastaron para ser reelecto pero no le aseguraron alianzas perdurables.

En campaña, Alberto Fernández no quiso que se hicieran grandes olas desde el sur, ni tampoco malquistarse con su aliado Sergio Massa -respaldo nacional del chubutense-, por lo que se está en las vísperas de conocer el real pensamiento del Presidente sobre el gobernador que en su discurso de reasunción el lunes 9 exhibió escasa autocrítica. En un gesto claro, horas más tarde reivindicaba a su respaldo personal como ministro de Seguridad. Massoni es el único que le garantiza compromiso en su prioridad política.

Mientras tanto, su interlocutor nacional no será quien esperaba -el ministro de Interior camporista, "Wado" de Pedro-, sino un mensajero informal de Massa, el ex titular de Anses Diego Bossio; vetado por Cristina Kirchner para ocupar la presidencia de YPF a la que aspiraba.

Bossio fue el primero que en diciembre de 2015 rompió el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, aliándose con el macrismo junto a una decena de legisladores más.

En ciertos círculos no se desconoce lo que siente la vicepresidenta respecto a todo aquello que huela a dasnevismo. Por eso Arcioni, quien en su discurso en la Legislatura mencionó explícitamente a su mentor, está evaluando la conveniencia de ir judicialmente -a través del procurador Jorge Miquelarena- tras los herederos del ex trigobernador.

Por la presunción de que podría recibir "escraches", Arcioni no estuvo en la asunción del intendente de la ciudad más importante del sur de la Patagonia: Juan Pablo Luque. Tampoco asistió a la jura de Adrián Maderna, de quien se ha distanciado más que de Ricardo Sastre en los últimos meses.

Para justificar esas ausencias, el mandatario adujo compromisos previos que consistieron en los actos de asunción de los intendentes de Río Pico, Corcovado y Gualjaina. Puso en práctica así aquello que repetía Das Neves como un mantra: "no hay pueblos chicos ni pueblos grandes".

"Nadie nos puede decir que no somos transparentes, honestos y responsables porque nos tocaron momentos difíciles desde lo económico y financiero, afrontando deudas que asumieron otras administraciones", expresó el jueves en el último de estos actos.

"Como gobernantes trabajamos todo el día para seguir avanzando y tenemos muchas cosas por hacer", agregó. ¿Será apelar definitivamente a la aprobación de la minería con el respaldo de Fernández la carta ganadora de Arcioni?