Política

El peronismo va disfrutando del poder mientras busca la unidad; Arcioni se suma a la concordia

Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre intercambian elogios mutuos y sonrisas para festejar cualquier comentario que se parezca a una ocurrencia. Gustavo Mac Karthy se suma al acto de asunción del intendente de Comodoro, donde también confluyen otros que estaban ausentes desde hace rato, como Néstor Di Pierro. Todos le abren los brazos a Mariano Arcioni para celebrar juntos el Día del Petróleo. Son instantáneas de lo que parece un reencuentro de familiares distanciados por cuestiones triviales. Es que se viven días de euforia, porque el regreso del peronismo al poder nacional actúa como espejo en el que casi todos quieren verse reflejados.

Unidad es la consigna de la hora. Para con los que siempre acompañaron y también con los que supieron estar en otra vereda hasta no hace mucho, pero con los cuales hay raíces comunes.

En estos años, cada uno mantuvo su parcela como pudo, apelando al jardinero que creyó oportuno para el momento, quien es muy posible que también haya atendido quintas diversas en el norte y en el sur de Chubut.

Ya no están Néstor Kirchner ni Mario Das Neves. Y Cristina Fernández se muestra momentáneamente más preocupada en otras cuestiones.

Entonces hay recreo en la provincia. Una tregua, al menos hasta marzo cuando se verá qué pasa con la elección de autoridades partidarias en el PJ y cuando paralelamente se inicie un nuevo ciclo lectivo en el que los docentes preanuncian conflictos si no hay respuestas concretas del gobierno provincial.

En este contexto, Mariano Arcioni vive sus mejores días desde que ganó las elecciones del 9 de junio con 38 puntos equivalentes al apoyo de 121.540 ciudadanos. Vuelve a ser secundario ahora que 200.000 electores hayan optado por una opción diferente a la suya.

Y un día volvió en público

El gobernador de Chubut faltó a la cita de las asunciones de los intendentes de las dos ciudades más grandes de la provincia que conduce, y optó por una gira de escaso rédito político que lo llevó de Río Pico a Gualjaina, pasando por Corcovado.

Con Adrián Maderna, el mandatario tiene una relación amor-odio que solo Ricardo Sastre puede coordinar, y por eso no estuvo en el Salón San David el miércoles a la tarde.

Aunque tampoco estuvo esa mañana en su acto de asunción -aquí gravitó el factor docente y la posibilidad de algún "escrache"-, con Juan Pablo Luque se entiende mejor. De hecho, fue su interlocutor más de una vez en estos años en que Carlos Linares lo trataba mal.

"En muchos casos (lo de Linares) bordeó lo irrespetuoso. Por el temple que siempre me ha caracterizado he soportado todo esto sin entrar en disputas innecesarias", dijo el viernes Arcioni en público y en Comodoro, donde asistió a los actos por el aniversario del Día del Petróleo y a la fiesta por los 30 años de Petrominera, que se realizó en el hotel Lucania Palazzo.

Allí se lo vio cómodo al mandatario, en amable charla junto a Sastre, Luque, Jorge "Loma" Avila, Néstor Di Pierro y otros dirigentes del peronismo de ayer, de ahora y del futuro. Justamente uno de sus representantes, Javier Touriñan, asumió la titularidad de la empresa estatal.

Antes, la mayoría hizo declaraciones a favor de la futura explotación de la actividad minera. Arcioni empieza a hacer los deberes con Nación. Sin embargo, el actual gobernador no resignará reclamos por coparticipación como supo hacer Martín Buzzi -coincidió con el nuevo intendente de Comodoro en que se impone un nuevo reparto-, pero sí será leal en la causa minera a partir del ordenamiento nacional, una actividad que contribuirá a la generación de las divisas que tanto necesita Alberto Fernández tras la escandalosa fuga que propició Mauricio Macri.

Enseñanzas de la historia

Un peronista con historia como Di Pierro -que al dejar de ser director de YPF encontró recala ahora como asesor de Arcioni- pregona la unidad entre el Frente de Todos y Chubut al Frente en la provincia. En la Legislatura suman 24 diputados que podrían hacerle las cosas más fáciles al Ejecutivo.

Un Ejecutivo que cuenta con la mayoría, más no con el quórum que sí podrían darle los 8 electos en junio por el Frente Patriótico que impulsaba la candidatura de Linares, uno que ve su influencia en riesgo. Entre los pocos que hoy le responden están el presidente del PJ, Ricardo Mutio; y la diputada provincial Adriana Casanovas.

En el armado de su heterogénea bancada de diputados hay referentes del elicechismo; el yahuarismo; el mackarthysmo y del sindicato de camioneros. La mitad fue y es kirchnerista; la otra no es tan devota.

En su propio bloque Arcioni debe convivir con sastristas y madernistas, más referentes del sindicato petrolero. Contaría con unos cinco legisladores de obediencia permanente, entre ellos el presidente del bloque Juan Horacio Pais, que busca ampliar la base de sustentabilidad.

Todos somos peronistas

Luque desoyó alguna vez el pedido-orden de Das Neves de no cederle a Néstor Kirchner el estadio Socios Fundadores del club Gimnasia que preside. El ahora intendente no le hizo caso.

Rafael Williams supo ser muy duro con Carlos Eliceche antes de las elecciones de 2015. Hoy ambos comparten bloque en Diputados.

Mac Karthy se fue del dasnevismo en 2011 para respaldar la candidatura presidencial de Cristina Kirchner. Cuatro años más tarde sus tres diputados provinciales acompañaron al bloque dasnevista para que tuviera mayorías circunstanciales.

Di Pierro propició el ascenso de Linares en la conducción municipal de Comodoro. Luego le cuestionaría no sumarse a la unidad sellada en el valle detrás de Arcioni.

Claudia Bard fue la compañera de fórmula de Linares en las elecciones provinciales de junio. Hoy es la Defensora del Pueblo de Chubut, designada por la Legislatura que tiene mayoría de arcionistas.

José María Grazzini llegó a la presidencia provisional de la Legislatura hace poco más de un año, luego de desplazar al incauto Roddy Ingram. Desde allí impulsó la derogación de los decretos de Arcioni que desdoblaban las elecciones. El último lunes juró como ministro de Gobierno del escribano comodorense.

Año 1972. Juan Domingo Perón ultima desde su exilio madrileño el regreso a Argentina e intensifica las declaraciones que hoy conforman la doctrina peronista. Una de esas frases circula como un chiste, pero el general la pronunció muy en serio.

Ante la pregunta de un periodista español para que diseccionara el espectro político argentino, Perón respondió: "Mire, en Argentina hay un 30% de radicales, lo que ustedes entienden por liberales; un 30% de conservadores y otro tanto de socialistas". "Y entonces, ¿dónde están los peronistas?", inquirió el informador. "¡Ah, no, peronistas somos todos!", arengó el legendario creador del movimiento.