Política

¿Qué hiciste en 2019?: dirigentes de Chubut bajo el ojo crítico de les periodistas de El Extremo Sur

En un año con cuatro elecciones es inevitable a esta altura del año que dentro del mundo de la política haya gente más feliz que otra. No faltarán aquellos que sienten el sinsabor de que el éxito fue pasajero y que en pocos meses la situación cambió de tal modo que la victoria bien pudo resultar amarga. Los periodistas de El Extremo Sur hacemos nuestra lectura sobre el agitado e imprevisible 2019, reflejando aciertos y fracasos.

Los que ganaron

Artero, Rossana. Evitó el juicio político con un "estratégico" retiro, argumentando razones familiares. Por si fuera poco, la ex intendenta de Rawson se hizo un lugar en la lista de candidatos a diputados provinciales de Arcioni y fue elegida. Ahora tiene fueros y en cualquier momento -según se dice- volvería a su origen kirchnerista.

Ávila, Jorge: El sindicalista petrolero termina el año con calma en el frente gremial y el respeto acumulado de diferentes dirigentes políticos que fueron testigos de su crecimiento como conductor y de su influencia a la hora de construir poder con pragmatismo. Participó del armado de la lista de diputados provinciales que se quedó con la mayoría de bancas, y por eso tendrá voz en lo que viene, dentro y fuera de la Legislatura. En este contexto, prepara el camino hacia una nueva reelección como secretario general del Sindicato Petrolero en este 2020.

Balochi, Sebastián. Mientras se sustanciaba un juicio contra él por supuestas irregularidades en su anterior gestión (2011-2015) volvió a postularse como candidato a intendente por el Frente de Todos de la ciudad de Sarmiento y ganó. De este modo quedó atrás la tirria de la que había sido objeto por dejar al dasnevismo hace cuatro años, obligándolo entonces al veterano líder a improvisar candidato. Por supuesto, el proceso judicial no le encontró nada cuestionable.

Biss, Damián. Después de 16 años, hizo posible que la UCR ganara el municipio de Rawson, aunque apeló a un partido vecinal para que no lo asociaran con Macri y Pichetto. Su victoria fue contundente, tanto en las PASO como en las generales, y recibió respaldo de peronistas diversos. Pedro Planas había sido el último intendente radical de la capital de Chubut, entre 2003 y 2007.

Cambareri, Fortunato Rafael. El nítido poder en las sombras de Fontana 50 mantuvo su peso e influencia a la hora de negociar en nombre de Arcioni con aliados circunstanciales que hicieron posible su reelección. Su cargo público es todavía el de director de Petrominera, pero su largo brazo se extiende a casi todos los temas que hacen al futuro de los habitantes de esta provincia, como la minería y el manejo de las finanzas. Su imagen en la Legislatura el día en que Arcioni asumió resume su peso relevante dentro de un gobierno provincial, que tiene además un gabinete hecho a su imagen y semejanza. Arcioni le agradece haber sido el soporte cuando todo el dasnevismo final lo humillaba.

Cigudosa, Graciela. Jaqueada por denuncias de irregularidades en su gestión, fue obligada a renunciar como ministra de Educación unos días antes de la elección en la que Arcioni resultó reelecto. De todos modos, salió indemne porque -como Artero- se aseguró fueros por cuatro años tras ser electa diputada provincial.

Igon, Santiago. Ninguneado por sectores del peronismo provincial, el diputado cercano a Máximo dio muestras de su influencia en el mundo K en las horas previas al cierre de listas previo a las PASO del 11 de agosto. Cristina Kirchner lo impuso en el primer lugar de la lista a diputados nacionales y no hubo acuerdo provincial previo que valiera, para desazón de Carlos Linares. En medio del debate caliente por la minería, Igon salió con una voz firme en contra del avance, si "el pueblo no quiere", y dijo que el Presidente está "mal asesorado.

Juncos, Luis. Se anotó enseguida en el desdoblamiento electoral propiciado por Arcioni y ganó con algo de susto las PASO de abril pero holgadamente las municipales del 9 de junio, obteniendo así su tercer mandato como intendente de Rada Tilly. Incluso obtuvo 10 puntos más que su candidato a gobernador, el pobre Menna. Para que la fiesta fuera completa, vuelven a caminar las calles de la selecta villa dos renombrados vecinos con los que supo entenderse bien en el pasado y que se hallaban privados de su libertad.

Leunda, Julián. Joven abogado comodorense todavía desconocido masivamente, fue designado vicejefe de asesores del mismísimo presidente de la Nación, Alberto Fernández. De fluido contacto con intendentes de Chubut y gobernadores a partir de su incursión en el ámbito periodístico, ahora pondrá a prueba el poder de su persuasión y el despegue de su carrera política personal.

Luque, Juan Pablo. No solamente derrotó a Guillermo Almirón en las PASO a intendente de Comodoro, sino que en la elección general retuvo los votos peronistas y sumó un porcentaje relevante que parece explicarse por su sintonía agregada con la clase media de una ciudad áspera, factor que le permitió derrotar de modo contundente a Romero. Así se explica el 50,6% que obtuvo quien fue viceintendente de Linares pero ya empieza a exhibir sus propias inquietudes y su perfil distintivo, como lo reflejó en su medular discurso inaugural; que pudo ser el de un gobernador por el enfoque de largo plazo. Retomó el contacto perdido con el gobierno provincial en un juego dual con Arcioni y empezó a armar un bloque regional con intendentes de la zona norte de Santa Cruz. Arranca en un lugar clave en la disputa por el poder futuro, que se va a dirimir entre los dirigentes de su generación. Las holgadas finanzas de Comodoro serán una plataforma de respaldo formidable si logra articular una agenda diferenciada.

Maderna, Adrián. Apenas 1.400 votos de diferencia le permitieron ser reelecto intendente de Trelew, a partir de la excelente elección que hizo Florencia Papaiani, descontándole bastante con respecto a las PASO. Pero finalmente Maderna tendrá otros cuatro años para construir poder e intentar tallar en la disputa por la sucesión de Arcioni, con quien no se lleva demasiado bien. Cuenta con diputados de la mayoría que le responden y seguramente esa será su carta para que no le corten los víveres en la ciudad de la Patagonia sur que más pobreza y desocupación dejó el macrismo.

Mansilla, Mario. El veterano dirigente sindical de los petroleros se pasó de Chubut Somos Todos al Frente Patriótico y fue en la lista de diputados que secundaba a Gustavo Mac Karthy. Quedó en lugar expectante en la boleta que compitió en las generales del 9 de junio y es ahora uno de los ocho legisladores del Frente de Todos. Además de ser reelecto, no tendrá que compartir -al menos por ahora- bloque con su adversario interno de siempre: Carlos Gómez.

Massoni, Federico. El hiperactivo sostén emocional del gobernador empezó el año como ministro de Gobierno, pero después de la reelección de Arcioni pasó a la Jefatura de Gabinete de ministros. Allí no le fue nada bien, sobre todo a la hora de dirimir el conflicto con los docentes. Expuso que el diálogo no era lo suyo y que se inclina muy rápidamente por el uso de la fuerza. En gran medida por sus acciones, la provincia fue noticia nacional y se generó un paro de maestros en todo el país. La crisis provocada obligó a Arcioni a sacarlo del gobierno. Sin embargo, un mes más tarde ya estaba de regreso, ahora como ministro de Seguridad, para volver a representar a Starsky y Hutch junto al comisario Miguel Gómez, jefe de la Policía de Chubut. Aunque para algunos se parezcan más a Mosca y Smith.

Ongarato, Sergio. Pese a sacar menos votos que el candidato de Arcioni en las PASO de abril, se repuso en junio y ganó la elección para seguir siendo intendente de Esquel. También él sacó más votos que su candidato a gobernador, Gustavo Menna, demasiado vinculado con el macrismo. Ahora ya anticipó que empezará a recorrer la provincia, pensando en 2023, y se pronunció enérgicamente en contra de la minería, a contrapelo del resto de jefes comunales de ciudades grandes de Chubut.

Sastre, Gustavo. Sin experiencia previa en cargos públicos pero siempre muy cerca de la política, presidía el club Deportivo Madryn que participa del Torneo Federal A cuando aceptó el reto de dar pelea por el municipio que conducía hasta el 8 de diciembre su hermano Ricardo. Triunfó en las PASO y en las generales. Cuenta ahora con el apoyo del nuevo vicegobernador y se ilusiona con una economía que reactive el turismo en su ciudad, donde no tuvo buenas noticias en los últimos tiempos, a partir de la paralización de la obra del Parque Eólico Chubut Norte y del aumento de aranceles que dispuso Donald Trump para el acero que exporta Aluar, verdadero motor de la economía de esa ciudad. Su desafío es preservar el poder territorial con miras a 2021, elecciones en las que se definirá el cuadro de dirigentes que pelearán por suceder a Arcioni.

Sastre, Ricardo. Fue el principal articulador de peso que hizo posible primero la victoria de Arcioni, y luego gestó laboriosamente el respaldo de Alberto Fernández a un gobernador que genera desconfianza en el kirchnerismo y que se había ido de boca públicamente al declarar que le era "indistinto" si el próximo presidente era el actual o Mauricio Macri. Aportó territorio desde Madryn -lo dejó hasta 2023 en manos de su gemelo- y ahora se rodea de leales para hacer política desde Rawson al tiempo que arma su dispositivo provincial, que tiene como gran desafío la Zona Sur. Como titular de la Legislatura, Sastre trabajará para consolidar un bloque de poder que le permita ser una figura central del gobierno y al mismo tiempo posicionarse con chances nítidas cuando llegue la hora de elegir al nuevo gobernador.

Torres, Ignacio. El joven dirigente del PRO primero superó en la interna a Eduardo Conde y luego se ubicó segundo en la general, con el 32% de votos, consiguiendo la banca nacional por la minoría y convirtiéndose en el primer legislador nacional de esa fuerza que representa a Chubut. Hasta ahora ello solo lo habían conseguido el PJ y la UCR -a veces con otros nombres- y una vez el PACh, en 1973 con Fausto Mombelli. Se diferenció de la rancia mirada de la UCR provincial y jugó sus chances con inteligencia mientras miraba de lejos cómo Ana Clara Romero se hundía.

Los que empataron

Antonena, Oscar. Empezó 2019 como secretario de Gobierno de Camarones y lo terminó como ministro de Economía de Chubut. Claro que el salto no fue sin obstáculos. Primero lo encontró en el anterior ministro, Luis Tarrío, a quien desplazó con la complicidad de Massoni. Pero llegar no iba a ser lo más difícil. Su batalla empezó entonces y consistió en juntar la plata para pagar salarios y jubilaciones a los estatales. En eso anduvo en los últimos días y él también apuesta a que todo se encarrile a partir del "sí a la minería" que ya explicitó su jefe.

Arcioni, Mariano. La primera parte del año fue pura ganancia para él, siendo reelecto gobernador en junio por 7 puntos de diferencia sobre Carlos Linares. En esa parte de 2019 hasta pagó los salarios en fecha y pautó aumentos con los estatales. Luego llegó el día después y su castillo de naipes empezó a mostrar las fisuras. Fueron 17 semanas de furiosa huelga docente y de auto-reclusión de quien cada vez que era divisado en público recibía "escraches". Se empecinó en llevar candidatos propios a las elecciones nacionales y les hizo pasar vergüenza, por lo que la mayoría ni se presentó en las generales de octubre. Intendentes que en su momento apoyaron su gestión pagaron en las urnas esa decisión. Raúl Ibarra en Lago Puelo, Daniel Cárdenas en El Hoyo y Claudio Mosqueira en Sarmiento pueden dar fe de ello, así como Pérez Catán cuando quiso ser candidato a diputado nacional. Siente que todo comienza "de nuevo" en esta gestión de cuatro años, en la que procurará desinstalar su imagen negativa y deberá superar su lógica reactiva que se paga cara en términos de construcción política.

Bard, Claudia. La concejal de Puerto Madryn fue candidata a vicegobernadora de Linares en el Frente Patriótico, con una recomendación especial de Jerónimo García, un dirigente que surfea la política de Chubut con una lógica superior. Pasaron la interna, pero perdieron en la general. Sin embargo, ella -en aras de la unidad justicialista- se encolumnó rápidamente con Ricardo Sastre y acaba de ser designada Defensora del Pueblo.

Cerdá, Martín. Fue el candidato de Chubut al Frente en las elecciones municipales de Rada Tilly y en las PASO le dio un susto a Luis Juncos. En las generales quedó lejos y debió resignarse al segundo lugar. No obstante, retuvo su puesto como ministro de Hidrocarburos, pese a la resistencia interna de algunos aliados de Arcioni. Ahora le toca ejecutar el largo camino de la zonificación minera en medio del rechazo de un parte relevante de la sociedad chubutense.

Di Pierro, Néstor. Dejó su cargo de director de YPF, pero -fiel a su estilo de corredor de fondo- encontró un lugar como asesor de Arcioni. Además, el alejamiento de Linares del municipio de Comodoro le permitirá recuperar antiguas lealtades e influencia en la ciudad más grande del sur de la Patagonia. Tiene referentes en diversos estamentos de la administración pública provincial y municipal. Podría disputarle a Cambareri el sitio de consejero favorito del gobernador, o como mínimo compartirlo.

Eliceche, Carlos. Otra vez su aparato fue derrotado por los hermanos Sastre en Puerto Madryn y no pudo influir para traccionarle votos al candidato a gobernador del Frente Patriótico, Carlos Linares, ni a quien aspiraba a la intendencia, la entonces diputada Adriana Marcilla que cayó en las PASO con Leslie Roberts. De todos modos, aquel que una vez casi le gana a Buzzi y que hizo trastabillar al mismísimo Mario Das Neves se aseguró un lugar en la lista a diputados provinciales y hoy es el vicepresidente segundo de la Legislatura.

Grazzini, José Manuel. Se quedó afuera del armado de listas de su partido, el Frente Patriótico, pero ahora es el ministro de Gobierno de Arcioni, desde donde acaba de ser noticia por tener que vetar una ley que él mismo impulsó siendo diputado provincial. Fue uno de los primeros en sumarse al "ahora es con todos", dejando expuesto al puñado de dirigentes peronistas que ni quiere oír hablar del actual gobernador. Tiene el soporte de relaciones aceitadas con dirigentes relevantes de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, y conducirá con la mirada puesta en distintos líderes.

Papaiani, Florencia. Dejó de ser diputada, pero su gran elección en Trelew la posiciona como referente de peso para lo que viene. Por ahora está distanciada tanto del intendente Maderna como del gobernador Arcioni, a quien no le perdona haber apelado a agravios personales cuando se desesperaba por aprobar la ley de Acuerdo Fiscal con Macri que hace pocos días Arcioni aceptó suspender en forma entusiasta, coincidiendo con Alberto Fernández.

Touriñan, Javier. Otro que se quedó al margen en la interna que Linares le ganó a Mac Karthy en abril. Tampoco incidió en la pelea nacional y solamente intentó no perder influencia en Comodoro, respaldando a Guillermo Almirón; quien perdió las PASO con Luque pero colocó concejales que le responden. Finalmente encontró lugar relevante como nuevo presidente de Petrominera, en lugar de "Loma" Ávila y donde es director "Rafa" Cambareri. Tendrá que emitir opinión cuando empiece la discusión en serio por la minería. La argumentación es su fuerte, pero tendrá que esforzarse al máximo para hacer equilibrio.

Los que perdieron

Almirón, Guillermo. Desde el vamos rechazó la unidad en Comodoro y se presentó en la interna, creyendo poder ganarle a Luque. No pudo, aunque fue el segundo más votado, por arriba de la macrista Ana Romero y hoy cuatro de los ocho concejales del Frente de Todos provienen de su lista; lo que convierte su aventura en una derrota dulce.

Arrechea, José Salvador. El ex ministro de Perl y ex diputado nacional quiso ser candidato a intendente en Rawson, pero en las PASO apenas alcanzó el 6% de los votos y debió resignarse a que su carrera política encontró techo. De todos modos, conserva historia, inteligencia proverbial y formación más allá de los avatares que lo llevaron a Tribunales. Su presencia ha sido una constante en las últimas asunciones recientes de intendentes.

Burgoa, Omar. Era intendente de 28 de Julio, pero quiso ser candidato a gobernador por el Frente Patriótico. Quedó tercero y en su localidad ganó Juntos por el Cambio, donde Adriana Agüero será una de las únicas dos mujeres que gobernarán algún municipio de Chubut en los próximos cuatro años.

Buzzi, Martín. Con el respaldo del gremio petrolero, se proyectó para ser el rival a vencer por Luque en Comodoro, pero apenas cosechó el 8% en las PASO, pese a declararse ferviente admirador de Alberto Fernández, a quien apuró para conseguir que grabara un video junto a él manifestándole su apoyo. Hasta último momento intentó ir pegado a su boleta, pero fracasó. No se presentó en las generales, dejando a su suerte al resto de la lista de Chubut al Frente. Podría tener un cargo en el gobierno nacional.

Cambareri, Fernando. El hijo menor de Rafael fue el principal afectado por la decisión de Buzzi de bajarse de la pelea. Es que iba como primer concejal y al presentarse con boleta extra corta el 27 de octubre, el ex secretario privadísimo de Arcioni apenas cosechó un magro 2,73% que lo dejó lejos de la carrera por una banca en el Concejo Deliberante. Es controversial tratar de definir si su apellido lo ayudó o solamente invocó fantasmas en Comodoro.

Cassuti, Paulo. Asumió el 2 de septiembre y renunció el 8 de noviembre. Quedará en la historia por haber sido el fugaz titular de un ministerio de Educación incapaz de resolver el conflicto docente. Tal es así que en esos 67 días en que fue funcionario no hubo clases. Claro que la responsabilidad de ello no es exclusiva de él, aunque el estigma tardará en despegársele.

Debonat Miguel, Julio. Parecía que sumaría más votos de los que finalmente consiguió. Arrancó antes que todos su campaña por el municipio de Comodoro y no escatimó recursos. Pero ya antes de las PASO se mostró flojito de papeles cuando algún periodista le hizo alguna pregunta fuera de libreto. En silencio, superó las PASO, pero en la general apenas cosechó el 2,5% de votos. Llevaba como concejal al ex diputado del PACh, Guillermo Schneider.

Diz, Marcelo. Ganó la interna peronista en Rada Tilly en medio de una polémica con su rival, Graciela Villata, pero en la general el electorado no lo respaldó, como en 2011. Quedó tercero, con el 7,5% de votos, siendo que ocho años antes había trepado al 28%. El ex titular de Lotería en el gobierno de Buzzi -que también fue parte del dasnevismo- parece haber encontrado límites a sus aspiraciones.

Ibarra, Raúl. Como referente del arcionismo en Lago Puelo, casi le impiden ser candidato a intendente por una cláusula de la flamante Carta Orgánica que impide el ejercicio de cargos públicos para aquellos que aceptaron ser funcionarios de la dictadura. Finalmente pudo presentarse, aunque en la general lo derrotó con contundencia Augusto Sánchez, del Frente de Todos. Ibarra pagó en votos su rol de intendente puelense en la dictadura, sus vaivenes como tránsfuga político y el respaldo agónico de Arcioni.

Linares, Carlos. Perdió como candidato a gobernador en junio por 7 puntos y también sufrió un duro revés cuando no pudo imponer a Jorge Taboada como candidato a diputado nacional. No se le puede negar su influencia entre los sectores más castigados de la ciudad, en los que enfocó su gestión, ni tampo su lealtad a toda prueba hacia CFK y los empresarios perseguidos como López y De Souza. El peronismo retuvo el municipio de Comodoro, pero en sus primeros gestos Luque apunta a darle otra impronta a la gestión. Mientras, el ex intendente aguarda ansioso que un llamado desde Buenos Aires le asigne una nueva función dentro de un gobierno nacional en el que no le cae del todo simpático a Alberto Fernández por algunas diferencias previas al 18 de mayo, día en que Cristina anunció su paso al costado.

Mac Karthy, Gustavo. Es un caso particular, ya que es uno de los dirigentes más preparados del PJ, dotado de capacidad de diálogo, apertura modernizadora y agenda política propia. Sin embargo, sigue sufriendo en las elecciones. Esta vez hizo una gran interna partidaria, pero fue derrotado por Carlos Linares. Con interés por seguir dando pelea dentro del peronismo, nunca perdió el diálogo con Ricardo Sastre ni Juan Pablo Luque, y aún cree que para él no sonó la campana del round 15.

Menna, Gustavo. Uno de los grandes perdedores del año. Era la esperanza blanca del macrismo y terminó estrellado. Lo perjudicó su obediencia ciega a las políticas pro ajuste y cierta soberbia que le hizo elegir unilateralmente a su compañera de fórmula, Fernanda Abdala. Ya en las PASO de abril quedó tercero y no se recuperó en junio. Paradójicamente, el único diputado nacional que ahora tiene Comodoro se corrió de la escena en la segunda parte del año electoral mientras Ignacio Torres logró ganar una banca para ir a hacerle compañía al Congreso.

Mosqueira, Claudio. Otra vez no pudo cumplir su sueño de convertirse en intendente de la ciudad de Sarmiento. Fue el candidato de Arcioni y le tocó pagar por los platos rotos. El ex jardinero fiel de Buzzi sumó 653 votos el 27 de octubre. Quedó cuarto.

Ñonquepan, Walter. El ex titular de Chubut Deportes quiso ser candidato a intendente de Rawson, pero no superó las PASO al sumar apenas 440 votos. Sin embargo, fue el único funcionario de alto rango que empezó con Das Neves y terminó con Arcioni los últimos cuatro años. En estos momentos la Justicia lo tiene en la mira en una causa por posibles hechos de corrupción en los que también aparecen involucrados el actual intendente de Cholila, Silvio Bourdagham; y el ex jefe comunal de El Hoyo, Daniel Cárdenas.

Pasquini, Christian. En las PASO, el concejal sumó más votos que Ongarato, pero en las generales no pudo mantener el porcentaje y terminó perdiendo el municipio de Esquel con el candidato de Juntos por el Cambio. El también recibió un explícito apoyo de Arcioni.

Paz, Marcial. La primera parte del año estuvo prácticamente pintado como ministro Coordinador de Gabinete, ya que los influyentes eran Massoni y Cambareri. Tras su cantada renuncia, decidió probar suerte como precandidato a intendente de Comodoro, perdiendo la interna con Buzzi. Sacó apenas el 2%, uno más que Martín Galíndez.

Pérez Catán, Máximo. Como presidente del partido Chubut Somos Todos, respaldó con su sello a Arcioni, quien pretendió devolverle el favor designándolo su candidato a diputado nacional en las PASO del 11 de agosto, donde el ex intendente de Trelew cayó con el sindicalista Alfredo Beliz. Alejado del dasnevismo puro, Pérez Catán solo conservó la titularidad del IAC (Instituto Autárquico de Colonización).

Roberts, Leslie. A priori aparecía con grandes chances de ganar Puerto Madryn. Respaldado en Unidos y Organizados, que se había quedado con la conducción de la cooperativa de esa ciudad, en la interna venció a Alejandra Marcilla -respaldada por el resabio de "aparato" de Eliceche-, pero en la general quedó a 6 puntos de Gustavo Sastre.

Romero, Ana Clara. Se presentaba como "lo nuevo" en la política, dado que había empezado a conocerla junto al PRO en 2015. Pero apenas comenzó a recorrer los barrios, quedó expuesta en su dificultad para comprender cuestiones básicas. "¡Cuántas mujeres trabajan afuera de sus hogares!", se sorprendía la abogada vinculada a un famoso estudio jurídico de Comodoro Rivadavia. Enfrentó al peronismo y los dos precandidatos de ese partido quedaron delante de ella en las PASO. De todos modos, llegó al 30% en las generales y ganó una banca como concejal.

Taboada, Jorge. Puso toda la estructura del sindicato de Camioneros para que Linares fuera gobernador, pero no pudo ser. Luego se concentró en su propia reelección como diputado nacional y tampoco le salió bien. Fue un involuntario protagonista del escándalo del cierre de listas en Rawson que terminó con algunos contusos.