Géneros

Las brechas de género provocan enfermedades físicas y psicológicas

Por Lirians Gorillo Piña*.

En 1946 la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud como un estado de bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o invalidez. Sin embargo, persisten visiones que continúan privilegiando un enfoque biologicista y medicalizado de la salud en oposición a otro más complejo.

«El modelo biopsicosocial propone la determinación de la salud por factores biológicos, sociales y psicológicos, planteando que el ser humano es un organismo biológico, psicológico, espiritual y social, que le otorga a la etiología de los estados de enfermedad un carácter multifactorial. Así, los estados de salud y enfermedad se hallan en equilibrio dinámico y están codeterminados por variables biopsicosociales en constante mutación, creando la necesidad de tratamiento a través de un equipo multidisciplinario de salud», afirma la psicóloga Marien González Tellez investigadora de la Universidad de Las Tunas.

Para esta joven especialista «la enfermedad afecta tanto al cuerpo como a la mente» pues genera displacer psíquico ya que puede implicar "invalidez (porque bloquea al individuo), molestias (dolor físico y psíquico), amenaza (aislamiento, limitaciones), anomalía (porque no se puede realizar lo que los demás o lo que hacía antes), temor (al dolor, al tratamiento, al futuro) y ruptura del proyecto existencial».

Pero en este camino de doble vía, el estrés también puede ser la causa de malestares físicos y enfermedades. Relaciones, contextos y situaciones estresantes suelen ser la raíz de problemas de salud mental y física. Al respecto González Tellez opina:

«La influencia del estrés es marcada desde el eje neural, neuroendocrino y neurofisiológico. Son numerosos y variados los efectos del estrés. Estudios realizados al respecto coinciden en que el estrés, en dependencia de la vulnerabilidad de cada individuo, desata afecciones en el sistema respiratorio como la hiperventilación, asma y tos; en el sistema cardiovascular infarto, hipertensión, taquicardia y arteriosclerosis; como afecciones del sistema inmunológico permite el desarrollo de cáncer y enfermedades infecciosas, enfermedades autoinmunes e inflamatorias por inhibición. En el sistema endocrino: hipertiroidismo e hipotiroidismo; sistema digestivo: diarreas, estreñimiento y vómitos. Afecciones dermatológicas: dermatitis, caída del cabello, urticaria y rubor facial; neurológicas, como cefaleas, tics nerviosos, migrañas y jaquecas».

«En la esfera sexual puede crear impotencia, eyaculación precoz y alteración de la libido. Aparece también el síndrome de agotamiento vital (fatiga), aumento del colesterol, obesidad visceral y aumento de glucemia que constituye un riesgo grave para personas diabéticas».

«Los trastornos psicológicos adquieren mayor gravedad debido a su origen más complejo y abstracto que el de la patología biológica. En el sistema motor se expresa en temblores, hablar rápido, tartamudeo, voz entrecortada, conductas impulsivas, risas nerviosas, etc. Aparecen manifestaciones de ansiedad, miedo, hostilidad, desánimo, impaciencia, tristeza, irritabilidad, depresión, explosiones emocionales y frustración. Como parte del sistema cognitivo aparece insomnio, preocupación, indecisión, desorientación, olvidos, incertidumbre, ambigüedad del análisis de la situación, falta de control y concentración».

Las mujeres ¿más vida, más bienestar?

«En estudios realizados en el área de América Latina y el Caribe, se demostró que a pesar de que las mujeres son más longevas, tradicionalmente se ha considerado que tienen peor salud que los hombres, pues presentan mayores tasas de morbilidad, incapacidad y mayor utilización de los servicios de salud. Algunos autores han planteado que es posible que las mujeres valoren los sucesos como más estresantes que los hombres».

«Las mismas presiones sociales que ejerce el cumplimiento de los roles asignados y asumidos para mujeres y hombres construye hábitos y estilos de vida para cada sexo que identifican maneras de enfermar desde las mismas situaciones estresantes que estas constituyen».

«Es cierto, las mujeres viven más años que los hombres, pero su percepción subjetiva de la salud es peor. En general, los hombres presentan enfermedades más graves y fatales, mientras que las mujeres acumulan problemas crónicos que repercuten negativamente en la valoración de su salud. Pero son las zonas rurales las que se encuentran mayormente afectadas y dentro de ellas la población femenina».

«Existen diferencias entre las enfermedades que padecen las mujeres a las que padecen la generalidad de los hombres, dadas por la diferencia de labores y actitudes que desarrollan a lo largo de la vida, además de una cultura sanitaria completamente diferente. Esto demuestra la necesidad de crear medidas que permitan minimizar o desaparecer la brecha de la desigualdad de género y se promuevan condiciones de vida más favorables a la salud de toda la población».

Qué hacer...

Marien González Tellez ofrece rutas para avanzar en un mayor bienestar físico y mental para la mitad femenina de la población mundial, que en Cuba representa más del 50% de la población. Sin aspirar a constituir una fórmula, la especialista entrevistada por Mujeres invoca a la academia, el ámbito público, las políticas sociales y las propias mujeres.

INVESTIGACIÓN: «Son muy pocos los estudios sobre la salud integral de las mujeres. La mayoría de ellos se limitan a los relacionados con la salud sexual y reproductiva. Además, solo algunas investigaciones se interesan por enmarcar las diferencias, que tan marcadas y presentes se encuentran».

BRECHAS DE GÉNERO: «Las brechas de género se concretan y somatizan en enfermedades, afecciones físicas y psicológicas. Una de las denominaciones más comunes dentro de la población, que sirve de puente de entendimiento entre la biología y psicología, género y salud, es el concepto de estrés, del cual se derivan afecciones emocionales y fisiológicas que el individuo puede padecer comúnmente sin conocer las causas».

«En estudios realizados se demostró que las características y rasgos considerados socialmente apropiados para el varón y la mujer, tienen un papel fundamental en la constitución y organización de subjetividad humana y en los modos de enfermar».

«Las mujeres con frecuencia descuidan su propia salud para cuidar a los demás fundamentalmente a los varones de la familia, esto les confiere mayor vitalidad y fortaleza incluso una tenacidad que ha sido reconocida como uno de los factores más importantes en la supervivencia, a pesar de también acarrear costos de salud».

ACCESO A LA SALUD: «La dificultad de acceso para mujeres ya sea por su distribución geográfica, por falta de información o falta de tiempo al verse sometida con frecuencia a largas jornadas laborales, el cuidado de la casa y de los suyos, y la dificultad de acceso a la prevención, a los cuidados y a los tratamientos, las coloca en una situación de vulnerabilidad mayor que las de sus compañeros».

*Fuente: mujeres.co