Petróleo

Verbitsky: Las presiones sobre Alberto y la avaricia de las grandes petroleras

Mientras el Presidente Alberto Fernández viaja por Europa en busca de apoyo para la renegociación de la gigantesca deuda contraída por el gobierno anterior con acreedores privados y organismos internacionales, la entrevista que concedió al Cohete a la Luna sigue generando olas de indignación entre intereses afectados por las definiciones del Poder Ejecutivo. Durante la entrevista, el Presidente dijo que el titular de YPF, Guillermo Nielsen, era un enamorado de Vaca Muerta y que el secretario de Energía, Sergio Lanziani, obraba como contrapeso.

Por supuesto, han elegido como blanco al director del Cohete con la intención de incidir en las decisiones presidenciales, lo cual incluyó un encuentro de Fernández con los principales accionistas y directivos de las empresas petroleras con explotaciones en Vaca Muerta, que reclamaron beneficios excepcionales para invertir.

Fernández visitó el viernes en la Ciudad Estado del Vaticano al papa Francisco, el único de los jefes de Estado y de gobierno en la agenda de su viaje sin intereses económicos involucrados en la renegociación, pero que ha asumido una posición crítica respecto de los efectos políticos y sociales de esa deuda. Dividido el Norte entre neoliberales al estilo Macron y nacionalistas de derecha como Trump u Orban, el papa argentino ha seducido a los restos de la izquierda con su discurso contra la corriente, como la única voz potente que cuestiona el salvajismo de esta fase del capitalismo. También tuvo tiempo para recibir a los activistas argentinos por los derechos humanos y al gran ex diplomático italiano Enrico Calamai, quien se jugó la vida (y su carrera diplomática, que perdió) por salvar a perseguidos por la dictadura. En la Casa Argentina, el presidente vio con ellos el documental de Manuela Iriani sobre Vera Jarach, una perseguida del fascismo italiano, cuya hija Vera fue detenida-desaparecida en la Argentina. Allí suena la Milonga del moro judío, de Jorge Drexler.

Con menos escenografía y teatralidad, tienen sin embargo más sustancia las citas presidenciales con el Primer Ministro de Italia, Giuseppe Conte, y su Presidente, Sergio Mattarella, que ocurrieron el mismo viernes; con la canciller Angela Merkel en Berlín, el lunes; con Pedro Sánchez en Madrid el martes y con Emmanuel Macron, en París, el miércoles 5. El sábado, Fernández se reunió en Roma con el director de la FAO, Qu Dongyu, con quien coincidieron en la urgencia de la lucha contra el hambre. La organización enviará expertos a la Argentina para colaborar con el plan oficial. Italia no es el actor más relevante, pero al menos Fernández cree haber neutralizado la posibilidad de que su gobierno jugara en contra de la propuesta que el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentará en marzo. La clave será el encuentro de mañana con la doctora en física que gobierna Alemania desde hace quince años, al que se sumará Guzmán a la comitiva.

El mito de la incertidumbre

Un buen ejemplo de las posiciones empresariales es el capítulo dedicado a la entrevista con Alberto por el consultor Daniel Gerold, ex directivo de YPF y de Chevron, en el Informe del Mercado Energético Argentino difundido hace dos semanas por su empresa G&G Energy Consultants, con oficinas en Buenos Aires y Houston, Texas. Junto con Daniel Montamat y José Luis Sureda, es uno de los lobbystas de las grandes compañías más consultados por los medios comerciales como La Nación, Infobae y Clarín. Su primer punto se titula Incertidumbre creciente en el Sector Energético, y enumera sus presuntas causas, que "acentúan la destrucción de valor de las inversiones" y "paralizan al sector". Estas son sus afirmaciones (con algunos comentarios orientadores, entre paréntesis):

Ninguna empresa fue invitada a la asunción del Secretario de Energía Lanziani. (Es la primera vez que esa cartera está a cargo de un ingeniero nuclear, quien no tiene intereses en el negocio petrolero.)

El colapso de actividad en el Upstream de gas y petróleo lleva a despidos y suspensiones de casi 2.000 personas en Neuquén. (Esta es una política extorsiva en la que coinciden las empresas, el sindicalista y ex senador Guillermo Pereyra y el gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez, ambos del MPN, el partido hegemónico en el Emirato de Vaca Muerta.)

Atraso considerable en los pagos de CAMMESA a generadores eléctricos, por la falta de financiamiento del Tesoro Nacional para mantener el Precio Mayorista Eléctrico subsidiado y congelado a los consumidores de todo el país.

Algunas distribuidoras de gas enfrentan vencimientos financieros, que con valores congelados impiden continuar con planes de expansión y mantenimiento.

Se anuncia un grado sin precedentes de intervención y regulación del Sector Energético, con "criterios alejados de la práctica usual comercial", como "basar los precios internos del petróleo con tope en el WTI que es un petróleo sin transacciones internacionales". (El WTI es el precio promedio del petróleo extraído en Texas, y el Brent el europeo, que es superior. Las compañías, con gran parte de sus costos en pesos, no sólo intentan dolarizar sus precios, sino atarlos a los más altos del mercado mundial.)

También se fijarían precios de gas en boca de pozo al igual que precios de combustibles y márgenes de refinación. (Para las empresas de los distintos segmentos energéticos toda regulación e intervención estatal es mala palabra, salvo que consista en el pago de subsidios que incrementen sus beneficios y sobre los cuales ocultan las cifras como secreto de Estado).

Un diálogo de señores

Para Gerold "la incertidumbre llegó a un punto de asombro al verse y leerse el reportaje que el periodista Sr. Verbitsky realizó al Presidente Sr. Fernandez, en el que discutían respecto a la conveniencia de desarrollar proyectos de recuperación terciaria de petróleo en lugar de proyectos de desarrollo de shale oil, basados en informes que posee el Sr. Verbitsky. Los diálogos son sorprendentes ya que ambos interlocutores afirman cuestiones técnicas para las cuales carecen de conocimiento, lo que es natural ya que sus actividades son ajenas a la actividad petrolera".

Añade que "parece existir algún objetivo del periodista (...) resaltando una aparente contraposición de ideas entre el Presidente de YPF Sr. Nielsen y el Secretario de Energía Sr. Lanziani, tal vez con la intención de objetar la iniciativa de un proyecto de ley para ‘incentivar inversiones en Vaca Muerta'. La cuestión técnica es incomparable realmente, ya que la producción por terciaria solo representa el 0,5% del total del país. Esta producción se encuentra estancada a lo largo de los años, con mérito de Operadores como CAPSA, Tecpetrol e YPF que desarrollan pilotos y producción".

"La potencialidad existe y ojalá se invierta en numerosos proyectos, pero difícilmente pueda imaginarse un cambio de la magnitud posible en shale oil".

Para Gerold, "la recuperación terciaria de petróleo se encuentra en un estadío preliminar y decidir orientar la inversión petrolera a esta técnica en detrimento de otra como afirma el periodista Sr. Verbitsky, no posee fundamento. Ojalá que las decisiones no se adopten de este modo, con influencia de personas sin conocimiento".

"Un aspecto rescatable de este dialogo en que el periodista procura demostrarle al Presidente -sin conocimientos- qué debe hacer y lo inconveniente de realizar inversiones en Vaca Muerta, es que el Presidente Sr. Fernandez mencionó que están estudiando cómo favorecer toda la inversión. Sería importante comenzar a cumplir con las reglas normales de inversión sin inventar modelos nuevos, ya que no existe ninguna necesidad de alterar lo que funciona bien en cualquier país del mundo con los precios actuales. Si las reglas son parejas, cada empresa invertirá en lo que considere más rentable. No será un periodista de temas políticos quien indique en qué deba invertirse, porque de hecho existían proyectos en curso para todas las técnicas de producción".

"La limitación está en la menor disponibilidad de capital para invertir porque se alteran los precios, se procura intervenir en las decisiones, y se decide sin consultar y sin contar con el conocimiento adecuado. Si se respetaran principios básicos de inversión, no solo existiría inversión en Vaca Muerta sino también en convencional. Con el actual estado de ausencia de financiamiento y reducción de cash flow por depresión de precios, es imposible invertir en todos los proyectos".

De Trump a las viejas con botox

En una conversación sobre la entrevista, un alto directivo de YPF objetó que mis preguntas fueron demasiado técnicas y que un Presidente no tiene los conocimientos necesarios para responder con precisión.

-Imaginate a Trump respondiendo en ese nivel- me dijo.

-Me lo imagino a Trump. Pero Alberto respondió con mucha claridad: que Lanziani le dice lo mismo que yo sobre la recuperación terciaria en los pozos convencionales y que la ley en elaboración contemplaría tanto el convencional como el shale.

También desde la gerencia de YPF, llegó al Cohete otro comentario afín. "Está bueno que las viejas se pongan botox, pero no dejan de ser viejas y no podés comparar con un descubrimiento que en muy pocos años nos coloca en una escala mundial". Qué nivel.

Es cierto que ni un periodista político ni un jefe de Estado son especialistas en temas energéticos. Pero eso no implica que las opiniones en un caso y las decisiones en otro deban quedar libradas a los dictámenes de técnicos que, en esta materia más que en cualquier otra, suelen ser lobbystas de las grandes empresas locales e internacionales.

Cuando no es así, existen posiciones opuestas a las de Montamat, Gerold y Sureda. En su primera visita a Vaca Muerta, Guillermo Nielsen fue guiado por el vicepresidente Ejecutivo de Upstream de YPF, Pablo Bizzotto. Upstream es la palabra inglesa con la que se definen la exploración y producción de hidrocarburos, mientras Midstream define la liquefacción, transporte y almacenamiento de gas natural, y Downstream comprende la refinación de petróleo, la regasificación del gas natural licuado, su distribución y venta.

Mil millones de barriles

Un mes antes de que Fernández asumiera la presidencia, Bizzotto anunció un plan masivo de recuperación secundaria y terciaria de YPF, que podría reportarle unos 1.000 millones de barriles de crudo a sus reservas (lo cual equivale al consumo argentino de cinco años y medio). Esto "no implica desacelerar los proyectos de shale", sino ir por todo ese crudo que ahora la empresa sabe que puede recuperar, luego de una serie de estudios y resultados que dan cuenta del enorme potencial de los viejos pozos de la compañía.

Estas son algunas de las revelaciones formuladas por Bizzotto durante el VII Congreso de Producción y Desarrollo de Reservas, organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas, que sesionó en Mar del Plata, en noviembre de 2019:

"Tenemos yacimientos viejos que no son maduros".

"¿Por qué se nos va la vida en esto? Porque el 81% del crudo de la compañía viene del convencional".

La producción de todos los pozos de YPF en el país declina a un ritmo promedio del 14%.

En términos de inversión, el costo es enorme sólo para no declinar.

"Estamos poniendo mucho énfasis en minimizar esa declinación e incrementar el horizonte de reservas de la compañía".

"La oportunidad más importante que tiene YPF es la refundación del convencional".

"La empresa no está inventando nada; sólo tomó la experiencia de otras compañías que lo hicieron antes".

"Hemos tomado la decisión de masificar la recuperación terciaria".

"Se trata de una forma de seguir obteniendo crudo de pozos viejos, que vienen declinando de forma pronunciada, a través de la inyección de polímeros, de modo de reactivar la curva de producción de esas perforaciones".

Para revertir esta tendencia, "este año 2019 vamos a cerrar con 10 plantas de polímeros instaladas ya en diferentes cuencas", que se incrementarán luego al doble.

"Hoy el factor de recobro que tiene YPF es del 14% en promedio", es decir el porcentaje del crudo que puede obtener de los recursos que ya sabe que hay en un área determinada.

Con un plan intensivo de recuperación secundaria, optimizando la velocidad y la cantidad de agua que inyecta, "podría llegar a un factor de recobro del 25%".

Con la recuperación terciaria, mediante la inyección de polímeros, "el factor de recobro ascendería al 33% en promedio en sus pozos convencionales de todo el país".

Esto implicaría 600 millones adicionales de barriles de crudo por recuperación secundaria y otros 400 millones de barriles por recuperación terciaria en cerca de 900 pozos.

En 2020 YPF recolectará la información de respuesta a los pilotos de recuperación que ya están en marcha.

Hay diez plantas adicionales de polímeros compradas, que se instalarán en 2021, en Grimbeek, Los Perales, el Trébol y Cañadón Seco/León (todos en Golfo San Jorge); Rayoso y Cerro Morado (en la Cuenca Neuquina).

El Sr. Bizzotto (según la castellanización de los modos estadounidenses que practica el Sr. Gerold) no es un periodista ni un Presidente que carecen de conocimientos técnicos, sino una de las máximas autoridades del país sobre exploración y producción de hidrocarburos. Su expertise no es inferior a la del Sr. Gerold.

Ni mi pregunta ni mucho menos la respuesta presidencial implicaron subestimar la potencialidad de Vaca Muerta, que podría asegurar el consumo de petróleo de la Argentina por 200 años y el de gas por 300. Sólo se trata de una cuestión de oportunidad en este momento complicado, tanto de la economía argentina como del mercado mundial de combustibles, y de la ubicación de ese y de otros yacimientos dentro de un proyecto nacional.

Los lectores de El Cohete conocen las claves de esta problemática, expuesta por distintos columnistas, como Félix Herrero, Horacio Rovelli, Mónica Peralta Ramos, Eduardo Dvorkin o Enrique Hidalgo. La ecuación entre ingresos y gastos del fracking, es negativa en los cuatro países en los que se emplea esa técnica, en pozos de gran rendimiento inicial pero agotamiento prematuro, que obligan a constantes perforaciones muy costosas en relación al precio que se obtiene por el producto. En Estados Unidos y Canadá esto se financia con endeudamiento, al que Wall Street ha puesto un límite ante la evidencia de incobrabilidad. El gran negocio allí es la compra de las empresas medianas quebradas para explotar los recursos convencionales que poseen, además del shale. En la Argentina y China esto se compensa con subsidios estatales. Para la primera potencia militar del planeta, la autosuficiencia energética, recuperada luego de medio siglo, es un imperativo de seguridad nacional. El gobierno de Donald Trump prefiere el endeudamiento y la quiebra de las empresas con menos espaldas, que la dependencia del petróleo de Venezuela, Medio Oriente, Nigeria, Líbano, Kuwait, Arabia Saudita o del gas de Rusia, sobre todo frente a China que es el primer consumidor mundial. Los combustibles líquidos hoy son más baratos en Estados Unidos que en la Argentina, donde Vaca Muerta fue la punta de lanza para la pérdida de derechos laborales, como forma canalla de reducir los costos e incrementar las ganancias de las empresas.

¿Qué hay de nuevo, viejo?

La explotación de los recursos no convencionales puede y debe convertirse en una palanca para el desarrollo tecnológico autónomo, para la producción en el país de equipos que hoy se importan, a menudo en condiciones escandalosas, que disimulan la fuga de divisas. Las mayores empresas de servicios petroleros compran en Estados Unidos equipos usados hasta la inutilidad pero los facturan como de segunda mano, lo cual les permite enviar fuera del país millones de dólares por cada uno. Un dato desconocido es que el reacondicionamiento de esos equipos lo realiza el holding argentino de servicios petroleros QM Equipment, que al mismo tiempo fabrica y exporta equipos nuevos de mayor eficacia, en el parque industrial de Mar del Plata. Ese holding, creado en 2004, y que reúne hoy a más de 30 ingenieros, obtuvo la triple certificación de gestión de calidad (ISO:9001:2015, ISO 14001:2015 y OHSAS 18001:2007). También consiguió la certificación UD DOT, del ministerio de Transporte de Estados Unidos y de la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Mecánicos.

Uno de sus fundadores, el ingeniero y pianista Marcelo Guiscardo, autorizó la publicación de las fotos que acompañan esta nota, que permiten apreciar el estado ruinoso del material que deben resucitar, a menudo canibalizando varios equipos para obtener uno.

Cada fractura se realiza mediante 16 equipos de 2.000 a 2.500 caballos de fuerza, obtenidos mediante motores diésel. Incluyen el motor, la bomba de presión y el sistema de control y bombeo, cada uno sobre un camión. Mientras en Estados Unidos se desplazan sobre rutas, aquí atraviesan el desierto, por lo cual debieron reforzarlos, de lo que se encargó Boero Ejes y Suspensiones. Pero la ineficiencia de esta chatarra que se factura como si fuera de oro, requiere 25 equipos por fractura, ya que se van cayendo durante la tarea.

Ni Menem se animó a tanto

En 1994 Menen dispuso que el acondicionamiento o la reconstrucción de los bienes usados fuera certificado por su fabricante o un ente técnico especializado y en 1999 prohibió la importación de automotores usados. Maurizio Macrì exceptuó a los equipos petroleros de esas restricciones y autorizó el financiamiento estatal y la desgravación de estas importaciones ruinosas, por los decretos 629/17 y 555/19, que firmó cuatro y dos días antes de las elecciones primarias de esos años. El argumento utilizado fue que las nuevas tecnologías y modalidades de gestión que contribuyen al mejoramiento de las actividades de exploración y explotación no podían producirse en el territorio nacional, lo cual era falso. QM Equipment produce y exporta a Estados Unidos equipos más complejos y eficientes, mientras aquí le encargan el recauchutaje de los despojos que se importan. El cliente principal es el mismo, aquí y allí: la empresa de servicios petroleros Schlumberger.

Ahora, las empresas pretenden que ese disparate por decreto se convierta en ley. La solución ideal para el fracking es la producción en el país de equipos heavy duty, del doble de potencia, 5.000 hp, capaces de funcionar las 24 horas del día, con motor eléctrico, alimentado por usinas móviles que consuman el mismo gas del yacimiento en explotación. Para la simultánea recuperación terciaria, también podrían bajarse los costos produciendo en el país las plantas que por ahora YPF compra en el exterior y los polímeros que se inyectan para empujar al petróleo hacia el caño que lo extrae.

A un año de las elecciones presidenciales, Macrì despidió al que dijo sería el último barco regasificador en el puerto de Bahía Blanca y sostuvo que supliría el gas licuado con la producción de Vaca Muerta. Pero debió recurrir al combustible líquido con un costo de 90 millones de dólares. La primera licitación convocada bajo el actual gobierno por el Mercado Electrónico de Gas, consiguió un precio de un dólar por millón de BTU, contra los 5 dólares que se pagaron bajo el gobierno anterior. La segunda licitación, este mes, podría arrojar un precio de 2,50 dólares. Ambos valores corresponden al verano, donde el consumo se reduce. En invierno se incrementa, igual que los precios, y en caso de oferta insuficiente hay que recurrir a combustibles líquidos más caros. El ahorro por cada dólar en el millón de BTU ronda los 500 millones de dólares, pero el gobierno tiene claro que tan nocivo como pagar de más es extremar la rebaja, porque con un precio insatisfactorio las empresas dejarían caer la producción en picada. Conociendo sus mañas, esto podría ocurrir cerca de la elección legislativa de 2021.Las exigencias principales de las empresas son garantías sobre el acceso a las divisas para su remisión al exterior y un horizonte de precios que se mantenga a través del tiempo. Estos son algunos de los aspectos del proyecto de ley que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso. No es que se trate de un secreto guardado bajo siete llaves, sino que su contenido se sigue discutiendo internamente, porque en cada punto se oponen posiciones divergentes. Por ejemplo,

¿qué porcentaje de las divisas generadas podría girarse al exterior?

La operación, ¿se realizaría a través del mercado de cambios regulado por el Banco Central, o mediante un fideicomiso fuera de la jurisdicción nacional?

¿Cuál sería el precio sostén que garantizaría el Estado con independencia de la cotización de cada momento?

En caso de aumento del precio internacional, ¿hasta qué nivel se cobraría una retención que las compañías ya consiguieron reducir de 12 a 8%?

¿Cuál sería el impuesto por encima del tope de la banda de precios pactada?

Estas son las cuestiones de fondo de las que dependerá el futuro de la Argentina, distraída con temas tan nimios como el elegante traje de viuda que el protocolo vaticano impuso a la compañera de Alberto Fernández y el sutil minué de declaraciones y comunicados con que el Vaticano dijo y desdijo hasta lograr la suficiente confusión sobre quién dijo lo que dijo como para que cada quien pudiera elegir el tramo más conveniente de lo sostenido. Bergoglio delegó en su secretario de Estado Pietro Parolin la frase en contra de la derogación de la clandestinidad del aborto, que no puede eludir dado su frente interno, y él se concentró en los temas de interés común con Alberto. Lo dejó claro en 2018 cuando uno de los tres sindicalistas que lo visitaron le dijo que estaba en favor del aborto. «¿Por qué no aprovechamos el tiempo para hablar de cosas serias?», le respondió. Una expresión muy parecida usó ahora el Presidente, ante los periodistas que le preguntaron por el tema antes de la reunión, lo cual muestra la óptima comunicación establecida por el siempre discreto secretario de Culto, Guillermo Oliveri, uno de los pocos amigos personales de Fernández que, además, merecen su confianza política.

Una buena noticia a medias

Sobre el fin de semana, Nielsen anunció una nueva inversión en Vaca Muerta de la privada anglo-holandesa Shell y la estatal noruega Equinor, que se asociaron con YPF en el bloque no convencional de Bandurria Sur. Ambas compañías desembolsarán 355 millones de dólares para adquirir la participación allí de Schlumberger, que tenía el 49%. Por ahora YPF conserva el 51%, pero los nuevos socios anuncian que más adelante invertirán otros 100 millones para avanzar hasta el 60% de esa asociación, aunque YPF, con el 40%, seguiría siendo el operador. Nielsen y los ejecutivos de Shell y Equinor pregonaron la buena noticia, aunque no se detuvieron en las razones de Schlumberger para vender su parte: la mayor empresa mundial de servicios a yacimientos petroleros estima que este será un mal año para el shale, por lo que se está desprendiendo de activos no estratégicos. No hay indicios de si en esta decisión tuvo alguna parte el cambio de gobierno, que augura más regulaciones. En las cuentas nacionales, este acuerdo se registra como una inversión directa extranjera, tal como ocurrió en los años del menemismo. Para el desarrollo nacional hay una diferencia enorme entre la creación de nuevas instalaciones y la mera transferencia del paquete accionario de un establecimiento preexistente.

Fuente: El cohete a la Luna