Política

Fracaso con respirador albertista: en Chubut las bases desbordan a las conducciones y se viene un estallido

Varios sectores estatales en Chubut vienen desbordando a las dirigencias en diferentes ciudades de la provincia. Los puntos más evidentes fueron los cuestionamientos en la multitudinaria marcha concretada ayer miércoles en Esquel y la que se produjo en Trelew, donde los empleados públicos se autoconvocaron en pocas horas para realizar un movilización importante. Seguirá habiendo acciones aisladas, pero se proyecta una acción conjunta para el próximo miércoles 18.

No han sido, los de Esquel y Trelew, los únicos ejemplos donde las bases comienzan a desbordar a la dirigencia sindical estatal. También se vienen produciendo otros desbordes con los docentes de Puerto Madryn al frente, varios sectores de la salud y los empleados del Hospital Regional en Comodoro Rivadavia.

El gobierno busca desmovilizar con la prohibición de "eventos masivos" -incluyendo los "foros y reuniones"- con la excusa del coronavirus, pero los descontentos e iracundos estatales planean una convocatoria a marchas unificadas el miércoles 18.

El muro político

Las dirigencias sindicales de los gremios estatales están quedando entrampadas en su postura en la gran mayoría de los casos. Conciliadores con el gobierno de Mariano Arcioni, los dirigentes van quedando muy expuestos.

Las bases los presionan o los sobrepasan exigiendo mayor firmeza en los reclamos y la unificación para derrotar el ajuste aplicado a través del pago escalonado que ya se devoró un mes y medio de los salarios.

La casi totalidad de las conducciones de los gremios provinciales han quedado atrapados entre la espada y la pared. La pared se la autoimpusieron por sus orígenes peronistas o de vertientes más izquierdosas que llamaron a votar la fórmula del Frente de Todos, ya que el Gobierno nacional de Alberto Fernández mantiene conectado al respirador artificial a la gestión de Mariano Arcioni.

Nación no quiere que se le derrumbe un gobierno que acompañó en el final de campaña, pero que además es el que se encuentra con la mayor crisis política y económica como consecuencia del brutal endeudamiento en dólares.

Una provincia petrolera como Chubut declarando el default podría desencadenar una cesación de pagos en cadena con otras provincias y una estampida de los bonistas en medio de las negociaciones nacionales con el FMI; por eso es la gestión de Alberto no le suelta la mano definitivamente a la de Arcioni.

Hasta ahora todos los planes del arcionismo fracasaron. A duras penas logró llegar a la asunción de Alberto, pero los fondos que necesitaba no aparecieron, aunque sí le dieron un poco de respiro con las autorizaciones para emisión de Letras del Tesoro. Ahora emitió otros 367 millones de pesos en deuda en pesos a una tasa del 35%, pero Nación tiene que haberle habilitado fondos por otra vía porque se necesitaban casi el triple de esa suma para cancelar lo que faltaba del tercer y cuarto rango correspondiente a enero.

Arcioni se aferra a la renegociación de la deuda, plazo que Nación estipuló para el 31 de marzo, pero hoy parece ser el único plan viable; aunque correr los vencimientos hacia adelante sólo estiraría la agonía.

Conducciones dispersas y conciliadoras

Una pieza clave para esa agónica subsistencia han sido las dirigencia de los gremios estatales. El gran abanderado ha sido Guillermo Quiroga en ATE, quien hasta casi aceptó el pago de la deuda en bonos; pero los demás sindicalistas se han mostrado extremadamente "moderados y acuerdistas" con tamaño atraso en los salarios y con abultadísimas deudas impagas por las cláusulas gatillo firmadas en paritarias.

El ministerio de Salud presiona a los trabajadores en conflicto con la emergencia decretada por el Coronavirus, inclusive se suspendieron "todos los eventos de concurrencia masiva" -¿se incluyen las manifestaciones?- y los gremios del sector están cada uno en sus asuntos.

El SiSaP (Sindicato de la Salud Pública) levantó la peligrosa huelga de hambre de algunos trabajadores, ATE Salud amaga pero nunca arranca y ATSA brilla por ausencia desde hace meses; en contrapartida los trabajadores del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia impulsaron a su cuerpo de delegados en encabezar una ruptura con la conducción provincial de ATE y encarar medidas casi diarias.

En ATECh se están jugando los posicionamientos internos que se enfrentarían en las próximas elecciones internas, pero las dos vertientes más visibles (lideradas por las Listas Celeste -oficialista- y Lila -opositora-) se muestran bastante unidas en una acción existente pero nada unificada con otros gremios.

Ambos coinciden en no convocar a asambleas generales para votar las medidas a seguir, optan por las democráticas asambleas escolares que otorgan mandatos igualitarios a escuelas de entre 100 o 10 docentes; algo parecido sucede con las reuniones de la conducción provincial donde cada Regional vale un voto y además de ser seis -fácil de empatar- tienen dimensiones completamente disímiles. Es que resulta más sencillo conducir pocos docentes en las escuelas que muchos en una misma asamblea como ya sucedió la década pasada en otros conflictos.

El margen de maniobra se estrecha para el sindicalismo estatal chubutense, tanto es así que algunos más hábiles se montan sobre la broncas y se ponen al frente; otros no tiene más alternativas que hacer paros, cortes de Ruta y marchas como "la vuelta del perro" para no quedar completamente descolocados frente a sus afiliados.

Basta el pago escalonado dentro del mes, el sindicalismo pudo medianamente controlar la bronca de sus bases, pero con el atraso actual ya comienza a ser imposible convencer a las bases que el camino es el adecuado para conseguir los sueldos en tiempo y forma.

ATECh encabeza las huelgas. ATE se dispersa y desmoviliza con multiplicidad de tareas, en Salud hay contundencia pero poco plan unificado. Los Viales, Judiciales y hasta los legislativos de APEL -beneficiados por el pago para iniciar las sesiones ordinarias-, hacen cada uno la suya; todos declaman unidad pero no surge una solución conjunta para un problema común.

Lo que hasta ahora han demostrado es que no están dispuestos a concretar es una plan de lucha unificado de todos los gremios del Estado y encarar la salida de conjunto a la crisis provincial; más allá de que ya ni siquiera la Mesa de Unidad Sindical (MUS) insiste con el proyecto de Ley Tributaria que presentó y buscaba aumentarle parcialmente los impuestos a las grandes empresas y los terratenientes.

La espada de las bases

La rebelión de las bases estatales empuja a sus conducciones para seguir profundizando las acciones contra un gobierno que los apalea con los salarios impagos, pero no siempre consiguen que los dirigentes respondan a su bronca y sus necesidades. Es por eso que en algunos lugares ya se hacen más que evidentes los desbordes dirigenciales.

Un muy claro ejemplo se vivió ayer miércoles en Esquel cuando en medio de una movilización que congregó a más de 5.000 esquelenses -entre estatales, jubilados y hasta comerciantes- un amplio grupo de participantes cuestionaron y presionaron a los sindicalistas que se pusieron al frente de la marcha.

"Fuera Arcioni, fuera", fue uno de los cánticos más predominantes en la manifestación denominada como el "Esquelazo"; aunque el "No a la Mina" se cuela siempre. Entre chiflidos, críticas y abucheos apenas pudo hablarle a los presentes en la plaza San Martín, el sindicalista de la CTA de los Trabajadores, Tomás Montenegro. "Se va acabar, se va acabar, la burocracia sindical", tuvo que bancarse mientras intentaba cuestionar al gobierno.

Ya los docentes habían expresado su desagrado con la conducción de ATECh cordillerana en los días previos al arranque del paro que tiró por la borda con el inicio de las clases; fue cuando un centenar de docentes marchó por su cuenta hasta el Cerro La Cruz en Esquel para homenajear a sus compañeras fallecidas Jorgelina y Cristina.

Al propio Santiago Goodman le pasó algo parecido durante la marcha de los 8.000 en Rawson la semana pasada, cuando lo encararon reclamándole un "plan de lucha unificado"; con menos pulgas el sindicalista docente le respondió con un insulto irreproducible.

En Esquel vienen produciendo desde el 2018 los mayores elementos de coordinación intersindical entre los estatales, con epicentro en el sector de la Salud y con coordinación con la Educación, los Viales y otros sectores; por momentos esas coordinaciones aumentan en su accionar y en otros decrecen, pero nunca han desaparecido desde aquel duro invierno en la Cordillera.

Ayer también se vio a los estatales autoconvocados marchar sin dirigencia sindical por las calles de Trelew. Un menos de 12 horas se pusieron de acuerdo a través delas redes sociales para encontrarse un par de centenares de estatales que se movilizaron un poco impulsados por la convocatoria desoída a un "Chubutazo" que terminó quedando en un "Esquelazo".

Esos desbordes ya se vienen dando entre los docentes del Valle, tanto de parte de los autoconvocados de Trelew como de los trabajadores de la Educación de Puerto Madryn, que fueron los primer en iniciar con las retenciones de servicio antes que arrancaran las clases.

Ahora parece que los descontentos buscarán coordinarse, rompiendo los incipientes procesos existentes, para que el miércoles 18 se produzcan movilizaciones conjuntas y simultaneas en Rawson, Esquel, Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. Eso es lo que están intentando unificar los embroncados y autoconvocados.

La dirigencia esta atenta, porque de no quedarle más alternativas deberán sumarse al caballo desbocado para intentar agarrarle las riendas y encausarlo, aunque en ocasiones el caballo corcovea tanto que rebolea al jinete y lo revuelca.

En juego esta el "ordenamiento" exigido por Nación -traducido a criollo como "gobernabilidad"-, el "fuera Arcioni" del que se escapa pese a su extrema debilidad política, la maleable dirigencia sindical estatal y las bases embroncadas se endurecen y desbordan porque ya no tienen paciencia para seguir dando la vuelta a la plaza y volver a su casa sin plata en el bolsillo.