Política

Bajo la presión de las renuncias, Arcioni se decidió a declarar la emergencia en Salud

El gobierno de Mariano Arcioni finalmente tuvo que ceder a las presiones del sector y anoche decretó la emergencia en Salud para toda la provincia de Chubut. La presentación de las renuncias de los directivos de los hospitales de Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia desembocó en la firma del DNU 232 que estableció medidas excepcionales por los próximos 180 días en el territorio provincial. Ahora deberán pagarse los sueldos juntos en el primer rango y deberán destinarse partidas especiales para enfrentar la pandemia de coronavirus.

En tiempos donde la palabra "solidaridad" se utiliza tan frecuentemente y hasta justifica acciones de gobierno de manera casi permanente, anoche el sistema de salud de Chubut estaba al borde del colapso más cruel en medio de la galopante avanzada pandemia mundial del coronavirus. 

El Ejecutivo arcionista se venía negando, en una demora injustificable, a decretar la emergencia que lo obligaba a poner al sector en la máxima prioridad provincial. Ese mismo coronavirus que lo ayudó para que se desarticulen los paros, protestas y movilizaciones por los reclamos salariales, ahora lo obliga a un DNU que pone los fondos del Estado prioritariamente al servicio de la sociedad y el sistema de Salud pública.

Los médicos, personal hospitalario y directores de nosocomios reclamaban el famoso DNU que hasta ayer no había aparecido y se producía una enorme contradicción con medidas de prevención extremas y la Salud pública sin partidas especiales y los empleados sin cobrar sus salarios.

Renuncias y colapso

La presentación de las renuncias de los directivos todos los hospitales más importantes de la provincia puso al borde del estallido el panorama sanitario provincial. La primera respuesta la dio el ministro del área Fabián Puratich quien salió a desmentir las renuncias, pero pocos minutos después apareció el DNU que decretaba la emergencia por 180 días.

Los integrantes del sistema sanitario venían reclamando estas medidas desde hacía semanas y la exigencia tuvo que transformarse en una cuasi extorsión a través de las renuncias para que el gobierno de Arcioni reaccionara con un decreto imprescindible para atender y prepararse para la contingencia generada por el coronavirus. Inclusive anoche se rumoreó que el propio ministro Puratich iba a presentar su dimisión sino aparecía el decreto.

Es que la enorme crisis económica y financiera de Chubut pone a Arcioni a la defensiva y potencia el manejo discrecional de los escuetos fondos con que dispone el Estado provincial; tanto es así que los empleados públicos del tercer y cuarto terminaron de cobrar sus salarios de enero la semana pasada y anunció que "casi seguramente" cobrarán el primer rango de febrero el viernes venidero.

Presión eficiente

La publicación de El Extremo Sur -también anoche del diario El Chubut- sobre las renuncias presentadas, hicieron que Arcioni tuviera que reaccionar sin margen de retroceso. Pocos minutos después de la aparición mediática de la noticia, el gobernador envió a la Legislatura el DNU 232 que estableció la emergencia durante los próximos 180 días.

La deuda "odiosa" que tomó Chubut en los últimos años se come como un pacman buena parte de los ingresos de la provincia, por eso se ha planteado desde este medio de comunicación que la alternativa esta planteada entre el default con los bonistas o el default social con el conjunto de los habitantes chubutenses.

Es con la gente o con los bonistas, ahí esta la disyuntiva que Arcioni y su gobierno deben decidir, porque llegar a la emergencia por la coacción del colapso es miserablemente cuestionable.

La presión social y mediática obligó al gobernador a tomar la lapicera y firmar lo que era imposible de justificar que no lo hubiese hecho hasta anoche. Mientras se anunciaban medidas de controles de rutas y restricciones para el consumo masivo, casi declarando una especie de estado de sitio pandémico, incomprensiblemente Arcioni no había declarado la emergencia que habilitaba las medidas para instrumentar acciones especiales por la contingencia de coronavirus.

En definitiva, el DNU habilitará para pagar juntos los sueldos del área en el primer rango y habrá fondos especiales para la adquisición de medicamentos, insumos y servicios hospitalarios. También se podrán cubrir cargos para afrontar la contingencia y distribuir los fondos necesarios frente al panorama generado por el coronavirus.

DNU con trampa

Finalmente anoche el DNU apreció a regañadientes, pero el mismo incluye algunas medidas tramposas que buscan frenar reclamos salariales y acciones de protesta por parte de los trabajadores de la Salud.

Esas maniobras espurias que contiene el articulado del DNU 232 están contenidas por el artículo segundo donde se expresa: "suspéndase durante el tiempo de que dure la emergencia las paritarias salariales del personal del Ministerio de Salud".

Asimismo, en los considerandos del mismo, la gestión arcionista agregó que "resulta necesario establecer, durante el tiempo que dure la emergencia, que configura falta grave cualquier acto u omisión que, de manera directa o indirecta, afecte el funcionamiento de los servicios asistenciales esenciales que el Ministerio de Salud determine, con los efectos disciplinarios según sea la situación de revista del agente".

Ese párrafo es el encorseta y bloquea hasta con sanciones cualquier tipo de reclamos o acciones que puedan efectuar los trabajadores del sector en medio de una provincia que se desmorona por una crisis generada por la clase política gobernante que endeudó irresponsablemente a Chubut durante casi diez años.

Salud pública como clave

Es la Salud pública la que puede salvar a la sociedad en medio de la pandemia de coronavirus y aunque está "raquítica" -tal como publicó El Extremo Sur según las declaraciones del infectólogo Enzo Lavarra-, allí deben ponerse todas las prioridades y aunque todavía falta para que sea el momento de sacar las conclusiones, la inversión del Estado en la salud del pueblo es una de las claves fundamental para una vida en comunidad.

Después de años de desfinanciación, intentos constantes de privatización, traspaso a las provincias y sin los presupuestos correspondientes; son la Salud pública y el respeto solidario de la vida en sociedad los epicentros de la lucha contra el coronavirus.