Opinión

Chubut, un Estado espasmódico que avala el abuso de poder con la coartada de la pandemia

Por Chonci Lacobi.

Todos conocemos la situación que estamos viviendo. A esta altura ya conocemos también quién es quién en esta historia. Tal como afirma un conocido dicho: "espera a que una persona crea que tiene más poder e importancia que el resto y conocerás la verdad que lleva por dentro".

El "estado de excepción" no es un pase libre a la arbitrariedad de las instituciones encargadas de aplicar las normas. En ningún caso se puede avalar el abuso de poder que vulnera la dignidad humana. ¿Retrocedimos a los tiempos de trogloditas que se vanaglorian de maltratar a la gente?

En Chubut se llegó a la sanción de una serie de normas como respuestas espasmódicas frente a un hecho social grave, que pone en juego nuestra Salud y tiene en vilo al mundo entero. El gobierno provincial delegó en el Ministro de Seguridad el cumplimiento de estas normas, y como resultado vivimos serias

inconsistencias en las bases mismas del Estado Republicano de Derecho, que parte de reconocer el respeto a la dignidad del ser humano.

"Aplíquese el artículo 205 del Código Penal, por violar las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia". El problema surge cuando se utiliza una lógica muy poco lógica para aplicar la norma.

Distintas varas para medir

De ese modo se justifica la detención de un pibe que se sube a un colectivo a comprarle remedios a su mamá, pero el caso de quien se toma un avión privado y termina llegando a nuestra provincia para pasar una cuarentena privilegiada no parece revestir la misma gravedad.

La selectividad, los malos tratos y el abuso de poder son cosas de hombres y no de leyes. Los funcionarios deben estar a la altura de las circunstancias. Deben entender que sea cual sea la contingencia que conlleva ciertas medidas restrictivas se debe priorizar el cumplimiento de todos los derechos y también las obligaciones de los ciudadanos, con respeto, con empatía; no con miedo ni con autoritarismo.

Esta también debería ser cualidad de un funcionario público de tan importante rango. Salvo, claro está, que el rango ministerial le quede grande.

El estado de excepción no es un pase libre

Los medios de comunicación presentan titulares de este tenor que nos agravian como sociedad: "La policía de Massoni hizo desnudar a una mujer y hacer sentadillas"; "Comisaria es pasada a disponibilidad por no aceptar abusos de poder de Massoni"; "Massoni: tomamos todas las medidas necesarias para que los chubutenses se sientan seguros"; "Massoni: no es momento de hacer politiquería".

La violencia institucional es una realidad que no precisa de politiquería. El "estado de excepción" no es un pase libre a la arbitrariedad de las instituciones encargadas de aplicar las normas.

Las restricciones a nuestros derechos en ningún caso pueden avalar el abuso de poder que vulnere la dignidad humana. ¿Retrocedimos a los tiempos de trogloditas que varias veces se vanagloriaron de maltratar a la gente?

El poder no perdura en el tiempo. Muchas veces dura 4 años y con el voto del pueblo puede prolongarse por otro período igual de tiempo, pero después, el Rey y el Peón caen en la misma caja.

"En estos momentos de zozobra, que florezca de los seres humanos lo mejor de cada uno/a y ayudemos a que sea humana la humanidad".