Política

Cristóbal López y el escrache de Senguer: ¿fue una pueblada espontánea o un armado político?

El miércoles a la noche se produjo en Río Senguer una situación inédita. Cristóbal López -creador de un imperio empresario desde el Grupo Indalo, preso durante casi dos años durante el gobierno macrista, amigo personal de Néstor Kirchner y propietario de un conglomerado de medios que tiene como bandera a C5N- fue escrachado por un grupo de vecinos en esa localidad de Chubut, donde posee una importante residencia en la costa del río y donde transcurre su cuarentena. El episodio vuelve a poner críticamente en escena al empresario, quien recuperó la libertad en octubre y está enfocado en una tarea obcecada de reivindicación jurídica tras la persecución que sufrió. El ministro Massoni -quien confirmó que López tiene un permiso para circular por la provincia- atribuyó el hecho a la "instigación de algunos concejales", aunque no brindó precisiones.

El video muestra a un grupo de vecinos le impide el ingreso a Río Senguer al poderoso empresario Cristóbal Manuel López (63), quien durante años fue el más influyente personaje en Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, gran parte del sur de la Patagonia y otros puntos de la República Argentina hasta obtener relevancia nacional junto a su socio Fabián de Souza.

Su imperio comenzó a forjarse con la empresa de recolección de residuos Clear, para extenderse luego a Casino Club. Al ingresar en el círculo del entonces gobernador santacruceño Néstor Kirchner (1991-2003) con su empresa Oil, su nombre comenzó a trascender los límites regionales.

El comienzo de todo

Todo comenzó en la calle 25 de Mayo de Comodoro Rivadavia, donde quien luego sería Presidente de la Nación se desconectaba de la tensión durante algunas horas antes o después de viajar a Buenos Aires, lo que hacía generalmente cada vez que concluía una visita a Caleta Olivia. Kirchner se dedicaba entonces a apostar por algunos números y Cristóbal se ocupaba de que siempre tuviera fichas a mano. Este cronista lo vio jugar: apostaba a todo o nada, como en la política.

Ambos permanecerían unidos por fuertes vínculos hasta la muerte del estadista, ocurrida por esas cosas del destino el mismo día en que el empresario comodorense cumplía 54 años.

Al principio no faltaron detractores que por lo bajo lo llamaban "Alfredo Yabrán". Sin embargo, López nunca se ocultó en su ciudad, siempre caminó por sus calles sin custodia visible y compartió cafés en sitios emblemáticos junto a sus conocidos de siempre.

También solía permanecer en el restó del imponente gimnasio que construyó en la calle Belgrano y que administraba su primera esposa y madre de sus dos hijos; sobrina de otro ex gobernador santacruceño -Sergio Acevedo- hoy injustamente olvidado.

Eso sí, a Cristóbal nunca le gustaron las fotos. Lo sabían todos hasta el día en que se inventaron los celulares con cámaras. Hasta entonces pudo hacer correr más de una vez a algún inexperto reportero gráfico que desconocía los usos y tradiciones de la ciudad petrolera; al menos hasta mediados de la pasada década.

El emprendedor

Cristóbal siempre fue un hombre con personalidad, convicciones y dureza en el trato, que desde joven cayó simpático a políticos, jueces y otros poderosos que le supieron perdonar algún "exceso" propio de los hombres que comienzan a construir poder y fortuna. Lo protegieron y él supo devolver favores mientras cortaba vínculos con aquellos que podrían ser un obstáculo en su carrera.

El desplazamiento de la empresa Malvinas para que Clear se hiciera con el negocio de la recolección de residuos en Comodoro y alrededores marcó el debut público de López. Dejaría de ser entonces solo un comerciante de escala menor.

Como para que quede claro la perdurabilidad de algunas cosas, para que su oferta fuera la que finalmente eligiera el intendente Mario Morejón debió negociar con un competidor de Trelew al que representaba un joven abogado, Jorge Alberto Nadim Aidar Bestene, el mismo que sigue manejando el diario Jornada de Trelew junto al sindicalista Héctor González.

Varios medios omitieron la "pueblada" de Río Senguer. El diario El Patagónico lo hizo por razones comprensibles, ya que es propiedad de Cristóbal López. Allí existe un conflicto de larga duración que comenzó con la detención de López y De Souza. La deuda salarial con los trabajadores se acumula y el medio sigue con las cuentas embargadas.

El diario fundado por el mítico escribano Roque González en la década del '60 fue el primer medio que adquirió López antes de que surgiera el Grupo Indalo que tanto desveló a Mauricio Macri. El primer jefe de Redacción que eligió es un periodista que hoy es senador nacional.

Eso fue en los tiempos de los "Lecop", los bonos que circulaban como moneda en Chubut a comienzos del siglo. "Fue la única vez que perdí plata en un negocio", admitiría años más tarde al deshacerse de la mayoría de las acciones del medio que sin embargo en 2011 adquiriría en su totalidad; ahora como parte de un ambicioso plan mediático que incluyó diarios, radios y canales de televisión en todo el país.

El influyente

Aníbal Fernández, Néstor Di Pierro, Carlos Linares, Mario Das Neves, Mariano Arcioni, Luis Juncos, Martín Buzzi, Javier Touriñan, César "Oso" Herrera son solo algunos de los dirigentes políticos que siempre le atendieron con diligencia el teléfono a Cristóbal López. Con mayor o menor entusiasmo, ninguno renegó de su vínculo en los años recientes cuando sufrió una intensa persecución macrista con el objetivo de despojarlo de buena parte de sus empresas. En Comodoro Rivadavia solamente Linares asumió públicamente su amistad con el empresario en diversas ocasiones.

Casi toda la clase política supo contemplar sus demandas en cada renegociación contractual por algún servicio. Luego prestaron atención privilegiada a la propuesta de cada empresa nueva de su emporio. Bajo el ala de López nacieron carreras políticas y prosperaron operadores, comerciantes y jugadores de diverso pelaje.

El gobierno de Chubut le concedió un permiso de libre tránsito dentro de Chubut, dentro de un marco de "obediencia debida" que excede obviamente ese modesto trámite.

Unos pocos cronistas recuerdan todavía a López en la capilla ardiente en que se había convertido la Casa de Gobierno de Rawson el día en que murió Das Neves, mientras mantenía una larga conversación con Arcioni. Menos de dos meses después ingresó a prisión por orden del juez Ercolini.

"No quiero personalizar, pero se trata de alguien que ejerce una de las profesiones exceptuadas de la cuarentena", justificó el ministro de Seguridad, Federico Massoni, cuando el jueves se le preguntó por qué el empresario circula con total libertad. Se refería a la cría de ganado que lleva a cabo López.

"Nosotros no podemos salir y vos venís a patotear; andáte a Buenos Aires o a Comodoro", le gritaron en la cara a López iracundos vecinos que -según Massoni- fueron alentados por algunos concejales de Senguer. Muchos de ellos han pronunciado antes algún "Sí, Cristóbal" y tal vez se ven obligados a hacerlo más adelante, al igual que un combo de dirigentes que forman parte del archivo de "ayudas" del empresario escrachado.