Opinión

Algo nuevo está pasando: ¿Serán los liberales los sepultureros de Cambiemos?

Por José María Ramón*.

La Argentina ve nacer en el debate político, cultural y mediático un conjunto numeroso de liberales como no se había visto desde el tándem Neustadt-Alsogaray de principio de los noventa. Me refiero al grupo Milei / Boggiano /Adorni / Melkonian / Giacomini / Espert / De Pablo / López Murphy / Cachanosky / Segré / Echebarne / Abraham / etc. Ocupan cada vez más espacio en las redes sociales y programas de tv, dan charlas multitudinarias e intentan construir un frente electoral futuro de cara a las legislativas del año entrante.

Algo nuevo está pasando (más allá de si coincidimos o no, nos guste o no) en la repetitiva y gris agenda de debate cultural/político argentino, grieta - anti grieta, peronismo - anti peronismo. Está naciendo un polo contracultural/mediático que hace poco no existía y está imponiendo otra agenda de debate.

Este grupo grande de economistas y consultores mediáticos que al estilo Neustadt va a todos lados a dar batalla cultural para cambiar el eje, tienen cada vez más centralidad y éxito en imponer una nueva grieta (noventista) que consiste en más Estado versus menos Estado (simplificando al máximo).

La Argentina sorprende una vez más. Vuelve a nacer la UCeDe, renovada, juvenil, virulenta, mediática, y distinta por lo políticamente incorrecta y libre de las presiones de una espiral del silencio que parecía imposible de cuestionar durante más de 20 años.

Muchos analistas han sostenido durante muchos años que era bueno que Argentina construyera una opción liberal en el país, y así evitar tener a los liberales dentro de los dos partidos populares mezclados con posiciones antagónicas y propuestas confusas ante el electorado.

Desde 1989 Argentina no tiene la posibilidad real de votar a una opción política liberal de este tipo, clara y abiertamente anti Estado, anti sindicatos, anti políticos, anti gasto público.

Son un grupo muy militante y muy contundente en definiciones políticamente incorrectas sobre los políticos, los sindicalistas, el Estado, etc. Sin duda son ayudados en gran medida por dos factores objetivos: la facilidad de publicar en las redes sociales y el fracaso constante del "modelo" argentino para crear riqueza y clase media. Dos elementos clave para lograr visibilidad y adhesión.

Este nuevo polo liberal se prepara para ser una opción electoral en 2021. ¿Cuánto impactará en el escenario electoral una opción de ese tipo y qué consecuencias puede traer en todo el tablero político argentino?

Escenarios posibles

Argentina no se recuperará económicamente hasta agosto del año entrante de un modo tal que la economía sea el motor electoral del gobierno. Más bien parece todo lo contrario. Es muy probable según los especialistas que entremos a marzo del año electoral con una inflación y un desempleo mayor y una pobreza superior al actual, todos elementos claves en el voto castigo argentino.

Así las cosas, veamos algunos escenarios posibles.

Escenario 1. Se sabe que nunca con un Panperonismo unido (uso este término para designar al PJ más todos sus satélites aliados no peronistas) y una oposición divida ésta podrá ganarle en las urnas. No hay antecedentes de ello. Si el juego de opciones es de 3 (1 Panperonismo unido y 2 Cambiemos UCR y Pro divididos) nunca habrá chances electorales de triunfo para ninguno de los dos Cambiemos.

Escenario 2. También se sabe que en un juego de 4 opciones (2 Peronismos (Massa y los K divididos) y 2 Cambiemos (UCR y Pro divididos) siempre ganan los peronismos. Es la propuesta electoral que tiene el piso más firme, nunca menor al 35% excepto en 2003. En ese momento había 3 peronismos (Menem/Saa/K, que entre los 3 reunieron 61% de los votos).

En consecuencia, lo más seguro para enfrentar con éxito al peronismo es un juego de 3 opciones ( 2 Peronismos y 1 Cambiemos unido, caso Macri 2015).

¿Serán los liberales los sepultureros de Cambiemos y los aliados del Kirchnerismo?

¿Este nuevo polo liberal podrá en los próximos años oponerle a la cultura política/económica Estado-céntrica una opción que canalice el hartazgo de muchas clases medias con la decadencia argentina, que vienen votando a Cambiemos con resultados más bien pobres a la luz de la derrota electoral ultima?

Pregunta: ¿Podrán el año entrante en las elecciones legislativas arrancarle sectores de votantes al PRO, al Radicalismo y a otros grupos e independientes y capitalizar un mínimo de 15% de votantes en una nueva expresión político liberal que se proyecte al 2023?

Hablo de un 15% de apoyo, porque pareciera ser el piso de este tipo de propuesta en muchas democracias occidentales (europeas y americanas). Y porque el polo no Pan/peronista argentino ronda el 45% desde hace muchos años y es este el votante más proclive a ir a una opción liberal más confrontativa.

Para destruir las chances competitivas de Cambiemos de cara a 2023 los liberales necesitan superar el 10% de los votos. Con eso y su proyección envalentonada a 2023 es suficiente, aunque tengamos un juego electoral de 4 con 2 propuestas pan/peronistas y 2 opositoras (1 cambiemos y 1 liberal). Situación que pareciera lejana dada la unidad actual de los peronismos.

Lo más probable es que resulte completamente imposible que Cambiemos llegue al poder si el juego del año próximo y del 2023 sea de 3 opciones, con 1 solo Pan/peronismo unido y disponiendo del Estado y dos 2 opciones opositoras (1 Cambiemos y 1 liberal con un mínimo del 10% de los votos).

Nunca las elecciones legislativas de medio término facilitan o promueven alianzas o frentes electorales, más bien todo lo contrario. Por lo tanto, parece seguro que Cambiemos deberá enfrentar el año entrante dos desafíos, como opositor al gobierno y con sus nuevos rivales liberales. Aunque parece difícil, podrían dar una sorpresa electoral en el electorado urbano de clase media.

El Congreso Nacional se encaminaría el año que vine a una mayor fragmentación y a la presencia de un nuevo bloque de diputados liberales, más allá de la suerte o desgracia de una pérdida significativa de apoyos del gobierno.

En definitiva, el nacimiento del polo político liberal y su separación de los partidos tradicionales y su rechazo a una alianza con Cambiemos muy probablemente condene a este último a futuras derrotas electorales más allá de lo bien o mal que le vaya al gobierno en su gestión.

El PRO y los liberales: ¿rivales o aliados?

También hay que considerar que el PRO puede ser el partido más dañado a través de la pérdida de apoyos liberales; muy presentes en su electorado. O, según el resultado electoral de los liberales el año entrante en las legislativas, el PRO podría girar hacia una ruptura con el radicalismo e ir hacia una alianza con los liberales; lo que provocaría múltiples consecuencias políticas.

Algunas conclusiones anexas:

1. Argentina, al nacer un nuevo actor liberal, va hacia un sistema más fragmentado. Esto significa más inestabilidad y conflicto político.

2. Si Argentina futura va hacia más fragmentación habrá más dificultades de lograr consensos para cambios económicos, alejándonos más aún de cualquier posibilidad de buscar grandes consensos tipo pactos de la Moncloa o parecidos.

3. Los peronismos y sus satélites tienen más espacio y posibilidades para ir divididos y seguir siendo ganadores (al estilo de Chubut).

4. El radicalismo en los próximos años tendrá muy poco espacio para lograr a la vez: A. defensa del Estado y su diferenciación con los liberales; B. Diferenciación con el Pan/peronismo y C. Mantenimiento de una alianza Cambiemos que sea competitiva sin los liberales.

5. El gobierno puede ganar las legislativas del año entrante, pero con muchos menos votos (por debajo del 40%) que los de 2019, solo por efecto de la división de la oposición (como en el caso de Maderna en Trelew) pero perder la capacidad de lograr quórum propio.

¿Cómo impactará el año entrante esta fragmentación de las oposiciones y la unificación de los pan/peronismos en Chubut?

La política argentina genera muchas cosas, menos previsibilidad y monotonía.

*Presidente de la Fundación para una Democracia Participativa.