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Sonia Sánchez: "La desigualdad máxima que padecemos las mujeres es la prostitución"

Entrevistada en Radio Kermés, Sonia Sánchez, sobreviviente de explotación sexual, denunció que en Argentina no se busca legalizar la prostitución, sino el proxenetismo. "El neoliberalismo ha hecho muy bien su trabajo, ha introducido su agenda en la sociedad. Esto de abolir o reglamentar, esta violencia que es la prostitución. No deberíamos estar discutiendo nada de eso, porque la prostitución no es un trabajo, es la violación de los derechos económicos, sociales y culturales", afirmó en Radio Kermés Sonia Sánchez, sobreviviente de la explotación sexual y activista feminista.

"El feminismo nació como una herramienta de lucha por tanta desigualdad que vivimos y vivíamos las mujeres. La desigualdad máxima que padecemos es la prostitución. Entonces, ¿cómo puede una persona decir que es feminista y luchar para que miles de mujeres mueran pobres y putas? ese es el patriarcado asqueroso vestido de feminismo", remarcó.

"Para mí hay que nombrar a sus cosas por el verdadero nombre. Lo que quieren legalizar en Argentina no es la prostitución, sino el proxenetismo. Estamos en peligro con este gobierno que se dice peronista, kirchnerista, nacional y popular, pero muestra desde sus entrañas que es neoliberalista", criticó.

Opinó que "hay que hablar con los varones, con nuestros hijos, hay que enseñarles desde niños lo que es la prostitución. La prostitución existe porque los varones van de putas, entonces, si comenzaran a deconstruirse, estaríamos un poco mejor como sociedad y sería menos violenta con las mujeres"

"Aprovechan el aislamiento, la pandemia, y hoy hay hambre. Cuando salgamos de la pandemia a otra realidad, el hambre va a ser mucho más profundo. El hambre tiene rostro de mujer. El hambre tiene rostro de travesti, y de trans. El hambre y la pobreza tienen rostro de niña", completó Sánchez.

- Se viene produciendo un debate importante, sobre todo en los medios, entre abolicionismo y reglamentarismo ¿de qué se trata este debate? - le consultaron en Periodismo Turno Mañana.

- El neoliberalismo ha hecho muy bien su trabajo en nuestro país. Ha introducido su agenda en la sociedad. Esto de abolir o reglamentar, esta violencia que es la prostitución. No deberíamos estar discutiendo nadita de eso, porque la prostitución no es un trabajo, es la violación de los derechos económicos, sociales y culturales. De hecho, Argentina ha firmado todos los tratados internacionales aceptando que la prostitución es violencia. Y dice trabajar para erradicarla, de lo que nunca hizo nada, ningún gobierno, ni de izquierda, de centro o neoliberalista. Lo único que hicieron fue profundizar esta violencia. Lo más grave, es lo que acaba de pasar. Hace una semana y media el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quiso introducir en la economía popular a la explotación sexual como trabajo, ¿no sabe acaso este señor Arroyo que está cometiendo un delito? ¿cómo diablos esto es un trabajo? ¿chupar penes es un trabajo? Parece que para el señor Daniel Arroyo, sí, pero claro, él no debe chupar penes. Pero sí que lo hagan las mujeres, travestis y trans empobrecidas porque tienen hambre. A ellos les conviene porque mientras más mujeres, travestis, trans, empobrecidas, desocupadas, sean etiquetadas como trabajadoras sexuales autónomas y libres, les baja la desocupación.

- Hay un sector del feminismo que está apoyando esto que hizo Arroyo, que son las que se denominan reglamentaristas...

- Me rio, porque sacan lo peor de mí ¿De qué feminismo me habla? ¿Cómo y por qué nació el feminismo? El feminismo nació como una herramienta de lucha por tanta desigualdad que vivimos y vivíamos las mujeres. La desigualdad máxima que padecemos es la prostitución. Entonces, ¿cómo puede una persona decir que es feminista y luchar para que miles de mujeres mueran pobres y putas? ¿de qué feminismo me hablan?, ese es el patriarcado asqueroso vestido de feminismo. Si el feminismo es un movimiento de lucha contra la desigualdad y la violencia, ¿cómo puede ser que este feminismo diga que estas mujeres puedan ser violadas, y estas otras si dentro de la prostitución?, para mí eso no es un feminismo.

- Decís que el neoliberalismo ha hecho muy bien su trabajo y ha manejado muy bien cuestiones publicitarias como lo de la libertad de los cuerpos, ¿cómo se puede hacer para enfrentar ese discurso?

- Para mí hay que nombrar a sus cosas por el verdadero nombre. Para mí la base de eso es la educación. El proxenetismo entra a las universidades, en las escuelas secundarias, porque los prostituyentes están buscando mujeres muy jóvenes, adolescentes. De hecho, están siendo traficadas desde los 14 años. Lo que quieren legalizar en Argentina no es la prostitución, sino el proxenetismo. Este pseudofeminismo quiere implementar los modelos inglés y alemán, que son igualitos. Allí no hay una puta autónoma y libre. Allí que la prostitución es reglamentada, no hay un proxeneta o traficante preso. Al reconocerse como derecho, deja de ser delito. Deberíamos empezar a hablar con nuestras hijas, nuestras nietas, con nuestras hermanas, porque vienen por ellas, hay que contarles la verdad. Te venden un discurso desde los medios masivos de comunicación, desde la música, desde la pornografía, que esto es un trabajo y puedes elegirlo con libertad. Su discurso tiene tres patas muy fuertes. Está el falso orgullo de decir: yo soy trabajadora sexual. La falsa toma de decisión: yo elijo al cliente. Y la negación al dolor y la tortura: yo no sufro y nadie me hace daño. A mujeres que son prostituidas en Alemania, donde desde el derecho es un trabajo sexual, les están poniendo unas gotas de anestesia en la vagina y el ano, para que sigan aguantando las penetraciones después de estar tan lastimadas, ¿sabían eso?, eso no lo dicen aquí. Pero te dicen, como Jimena Barón, un tema diciendo puta en dorado y lloviéndole dólares, diciéndoles a nuestras hijas que ser puta es lo más cool. Lo más grave es que venga del gobierno.

- Yo lo planteo de esta manera, hay un problema, que es el sometimiento de las mujeres a la explotación sexual, le cambiamos el rótulo y le decimos trabajo, pero la situación de esas mujeres sigue siendo la misma ¿Cómo enfrentamos eso?

- En estos tiempos de pandemia, todo le favoreció al proxenetismo. En este aislamiento no podés salir a la calle a manifestarte. Los políticos trabajan desde su casa, entonces no los encontrás nunca. Sólo atienden al proxenetismo. Está clarito que vienen por nuestros cuerpos. Acá lo grave es que nos matan, nos venden, nos trafican. Te dicen que la prostitución es un trabajo, entonces el gobierno nos dice que la violación es un trabajo sexual. Ese pseudofeminismo no está viendo eso, pero cuando violen a nuestras hermanas y les pongan un billete al lado, el violador va a decir que ella le cobró. Estamos en peligro con este gobierno que se dice peronista, kirchnerista, nacional y popular, pero muestra desde sus entrañas que es neoliberalista. Como sobreviviente de la prostitución y la trata, me cuesta pensar cómo salimos de esto. Creo que hay que hablar con los varones, con nuestros hijos, hay que enseñarles desde niños lo que es la prostitución. La prostitución existe porque los varones van de putas, entonces, si comenzaran a deconstruirse, estaríamos mejor como sociedad y sería menos violenta con las mujeres.

- Sonia, tenés muchos años de militancia, ¿por qué pensás que el debate llega a este nivel de intensidad en este momento?

- Porque aprovechan el aislamiento, la pandemia, y hoy hay hambre. Cuando salgamos de la pandemia a otra realidad, el hambre va a ser mucho más profundo. El hambre tiene rostro de mujer. El hambre tiene rostro de travesti, y de trans. El hambre y la pobreza tienen rostro de niña. Claro que el gobierno argentino, el ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, y la señora Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Género y Diversidad. Son personas que no han recibido a organizaciones feministas abolicionistas. ¿Cómo pueden hacer Zoom con las de AMMAR CTA? ¿Por qué el INADI, que es parte del gobierno, está en la oficina del sindicato de AMMAR CTA?, que es el sindicato que lucha por la explotación sexual. Entonces este gobierno me dice que quiere que las mujeres, trans y travestis empobrecidas sean putas. Yo soy anarquista, y nunca, ni siquiera Macri, el PRO, que son ultraderecha, asquerosamente neoliberalista, se animó a tanto como este gobierno que se dice nacional. ¿Sabe por qué nunca se animó el PRO siendo tan neoliberalista?, porque no era popular. Este gobierno es neoliberalista y tiene ese populismo asqueroso, y desde ese lugar nos está introduciendo esta violencia que es la prostitución, maquillándola como un trabajo sexual. ¿Chupar penes es un trabajo? Cuando estás cagada de frio el gobierno te va a cubrir con profilácticos, cuando no tenés educación el gobierno argentino te va a enseñar a tolerar. ¿Eso es política pública de inclusión? ¿Una puta esquina es una política pública de inclusión? ¿Un prostíbulo es una política pública de inclusión? Yo digo no. El gobierno argentino de hoy dice sí. Ellos se dicen justicia social, a ningún gobierno le importa un carajo, y tengo 54 años, y lo digo así, feliz de tenerlos porque estoy viva. No he visto un gobierno que haya luchado contra la pobreza, la prostitución y la trata. Hoy el gobierno te va a decir que bajó la trata, pero no bajó un carajo, solo que mutó con esta pandemia. Siempre me despido con una frase que para mí es una bandera que me cubre y les dedico a todas y todos por allí: desobediencia, por tu culpa soy feliz, si no hubiera desobedecido, seguiría siendo puta hoy.

Fuente: Radio Kermés.