Opinión

La costumbre de traicionar a los héroes: de Belgrano y San Martín a la cultura de la corrupción

Por Sebastián Sayago*

La independencia de nuestro país fue impulsada por muchos hombres y mujeres que pusieron su vida al servicio de un ideal colectivo. A un grupo de ellos los llamamos "héroes nacionales" y les rendimos homenaje. Sin embargo, las conductas de muchos gobernantes y funcionarios son claras traiciones al legado de esas personas admirables.

En junio, conmemoramos el fallecimiento de Manuel Belgrano, alguien que, habiendo nacido en una familia rica, murió pobre, después de haber puesto todos sus recursos en la causa de la independencia. En agosto, conmemoraremos el fallecimiento de José de San Martín, quien también hizo grandes sacrificios para lograr la emancipación.

La fuerza de las convicciones de ellos dos (y de tantos otros y otras) contrasta con las prácticas de una casta política que asume que el acceso a la función pública debe servir principalmente para el enriquecimiento personal. Lejos están de los ideales que fundaron este país. Deberían sentir vergüenza, al menos, pero solo experimentan algo parecido si son denunciados públicamente. Mientras eso no ocurre, hasta se vanaglorian de robar al Estado.

Una cultura de la corrupción

En Chubut, el caso de la exministra de Familia María Cecilia Torres Otarola es el último escándalo de una larga serie. Una de las antecesoras en el cargo, Leticia Huichaqueo, está implicada en la investigación de las facturas truchas, mediante las que se pretendía lograr que el Estado pagara productos inexistentes, en el contexto de la emergencia climática que azotó a Comodoro Rivadavia en marzo de 2017. La exministra de Educación Graciela Cigudosa está procesada por fraude en la refacción de escuelas, a la vez que tiene el honor de ser diputada provincial por el oficialismo. Las causas "Embrujo" y "Revelación" expusieron un red de corrupción que vincula a funcionarios y empresarios a partir de un circuito de sobreprecios y coimas que, presuntamente, estaría bastante extendido. Y, más allá, están las denuncias del "curro verde", es decir, de la venta irregular de tierras en la cordillera, llevada adelante en la primera gestión de Mario Das Neves.

Torres Otarola no es la primera funcionaria en nombrar "ñoquis" ni en pedir plata a cambio de esos contratamientos irregulares. Lo que resulta preocupante es que lo haya hecho por sugerencia de otros funcionarios o porque haya visto que era una práctica habitual en el gobierno. Es posible que haya un conocimiento específico compartido por muchos funcionarios: qué manejos hacer para ganar más plata, para enriquecerse más rápidamente, de qué manera se puede burlar la ley y, por supuesto, la confianza de los ciudadanos. Una cultura de la corrupción instalada en el Estado y recreada por las distintas gestiones que lo administran.

La ética de estos oscuros funcionarios, rapaces y mentirosos, contrasta con la estatura moral de los héroes que pusieron todo de sí, para que el país sea posible. Cada hecho de corrupción es una traición más a esos héroes, a los ideales que encarnaron, y también al pueblo, por supuesto.

Investigar la deuda

Desde hace tiempo, el gobierno presiona a la Legislatura para que apruebe una propuesta de renegociación de la deuda externa que resultaría fatal para la provincia. Las condiciones son tan desventajosas que están poniendo reparos hasta sectores que hasta ayer avalaron el endeudamiento progresivo. Se escuchan cada vez más voces diciendo que hay que suspender el pago de la deuda.

Pero este planteo tiene dos variantes. Por un lado, hay quienes proponen la suspensión provisoria para intentar una renegociación con los bonistas externos. Es decir, como decían en su momento el expresidente Fernando de la Rúa y el exministro de Economía Domingo Cavallo: "Hay que honrar los compromisos asumidos".

La otra variante de la propuesta de suspensión está más orientada a defender los intereses del pueblo. No se propone suspender para renegociar, sino suspender para investigar la deuda. Se asume que gran parte de la deuda es oscura, que los fondos ingresados no fueron utilizados como correspondía y que, por lo tanto, antes de decidir qué se debe pagar y qué no se debe pagar, es necesario realizar una auditoría que analice con rigurosidad las diferentes dimensiones de la deuda.

Esa auditoría debe ser independiente del gobierno y debe ser llevada adelante por personas y sectores que estén avalados por el conocimiento adecuado y por la autoridad moral correspondiente.

Una de las asociaciones que, en el nivel nacional impulsa esta propuesta, es la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda Externa, liderada por la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, entre otras figuras. Hace casi dos meses, publicaron una declaración, en la que afirmaron: "No aceptamos que solo exista la opción de pagar. Nuestra prioridad es la vida del pueblo y de la naturaleza. Lo que nos reclaman nunca fue para beneficio nuestro, sino que responde a una exacerbada explotación, especulación y saqueo que atenta contra nuestros derechos y soberanía. El pueblo argentino sabe, como lo saben tantos pueblos hermanos que enfrentan al mismo sistema de deuda perpetua, que es a ellos a quienes se les hace pagar ese costo con hambre, miseria, contaminación y represión y que, no obstante, cada vez se debe más".

Estamos en un punto crucial de nuestra historia. Tal vez, por la inmediatez, no nos damos cuenta. Existe la posibilidad de que los grupos que mienten, roban y nos endeudan se salgan con la suya y rematen la provincia (y el país).

Es posible que, en diez o veinte años, nuestros hijos y nietos nos pregunte qué hicimos para evitarlo.

*Docente e investigador en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.