Minería

Renegociación de deuda en Nación y Chubut: Black Rock es acreedor y accionista megaminero

Por Santiago Vasconcelos

BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo que es hoy uno de los principales acreedores de la deuda externa con los que está renegociando el gobierno de Alberto Fernández, tiene a su vez una presencia fuerte en las grandes empresas mineras que están protagonizando un poderoso lobby para saquear los recursos del país.

El capital que maneja BlackRock supera los PBI de todos los países del mundo a excepción de China y Estados unidos. "Tiene porciones importantes de empresas como Adidas, SAP, Deutsche Bank, BBVA, Santander, Telefónica, así como deuda de países y compañías" (iProfesional, 22/5). En el país está entre los principales accionistas de YPF, Edenor, Telecom, IRSA (Ámbito Financiero, 6/7), aunque su mayor inversión en Argentina es la tenencia de títulos públicos por unos 3.000 millones de dólares.

Con BlackRock World Mining Fund, el fondo gestiona un portafolio de acciones que tiene injerencia en las principales empresas mineras del mundo, como se puede observar en su propia página web:

En las diez empresas mineras donde BlackRock tiene su mayor cantidad de acciones podemos relevar su injerencia en la explotación minera en Argentina.

Newmont Corporation (fusionada con Goldcorp el año pasado) es la principal exportadora de oro del país, con ventas por 724 millones de dólares en 2019 (El Cronista, 12/6). Opera la explotación de Cerro Negro en Santa Cruz, la mina más grande del país que incluye cinco minas subterráneas de alto grado (Eureka, Mariana Central, Mariana Norte, San Marcos, Bajo Negro), una mina a cielo abierto (Zona Vein) y una planta de procesamiento de lixiviación con cianuro (Minning Press, 4/1). Tiene por delante el proyecto "Boleadora", cercano a Cerro Negro

Barrick Gold controla el emprendimiento aurífero a cielo abierto Veladero, en San Juan, combatida por los habitantes de la región por años de derrames de sustancias contaminantes en cinco ríos, valiosos cursos de agua en una provincia árida. Presiona a su vez para poner en marcha el proyecto Pascua Lama de oro y cobre, en la frontera con Chile, pero está en conflicto judicial a partir de la Ley de Glaciares.

Justamente para explotar Pascua Lama está asociada con Wheaton Precious Metal, la cual también está detrás del fuerte lobby por el proyecto Navidad para extraer plata en la meseta chubutense, junto a Pan American Silver. Solo la movilización popular ha logrado frenarlo hasta ahora. También en Chubut, IRSA busca incursionar en la megaminería y se asoció a Yamana Gold para intentar explotar el proyecto aurífero Suyai, cercano a Esquel, paralizado por las puebladas que hicieron que se sancione la Ley 5.001.

Franco Nevada Corp, por su parte, tiene un porcentaje del proyecto Calcatreu liderado por Patagonia Gold para la extracción de oro y plata en Río Negro, de Cerro Moro que explota oro y plata en Santa Cruz liderado por Yamana Gold, en el proyecto San Jorge de cobre y oro en Mendoza y el proyecto Taca Taca de extracción de oro, cobre y molibdeno en Salta.

Este rápido pantallazo muestra con claridad cómo BlackRock, y el capital financiero en general, utiliza el mecanismo de la deuda externa como elemento de dominación sobre el país. Presiona y hace recular al gobierno para que eleve la oferta de canje y exige nuevas garantías de repago como la proliferación de la megaminería -barriendo incluso con las restricciones legales conquistadas en varias provincias por la movilización popular. Es lo que denunciamos desde el inicio del lobby prominero de Alberto Fernandez apenas asumió y la designación de un agente de Barrick Gold, Alberto Hensel, como ministro de Minería. Es un interés que comparte con los propios gobernadores, pero que a principio de año se topó con la férrea resistencia popular que se opuso en Mendoza a la derogación de la Ley 7722.

La aspiración de BlackRock y los pulpos de la megaminería de avanzar en la extracción de oro y plata del mundo está también asociada a la especulación sobre estos metales como reserva de valor en medio de la crisis mundial y el agravamiento de la guerra comercial, motivo por el que han registrado subas históricas en sus valores.

Esto prueba a su vez cuán profunda es la penetración del capital financiero sobre las empresas responsables de la depredación ambiental, y permite además demostrar el carácter de los planteos capitalistas de reconversión ecológica. BlackRock, que tiene importantes paquetes accionarios en grandes petroleras como British Petroleum, Repsol, Total, Shell, entre otras, viene de adherirse a "Climate Action 100+", un foro empresario que plantea que se redirijan las inversiones para alcanzar la neutralidad de las emisiones de carbono en 2050. El trasfondo es la disparada de los bonos ESG "verdes", en una tentativa del capital financiero para recomponer la tasa de beneficio frente a la sobreproducción de petróleo (que ha desplomado los precios internacionales y agravado la guerra comercial), y para reducir los posibles costos del pasivo ambiental ante las crecientes movilizaciones masivas que han protagonizado la juventud europea contra el cambio climático.

El renovado discurso capitalista de la sostenibilidad choca con la propia crisis capitalista mundial, pero pretende engañar a la población trabajadora que se ve extorsionada por la pauperización creciente de sus condiciones de vida. Por eso, la problemática ambiental y la lucha contra los saqueadores de las riquezas del país debe ser tomada en sus manos por el movimiento obrero.

Esto reafirma nuestro programa de repudiar el pago de la deuda externa usuraria y la nacionalización de la banca, el comercio exterior y los recursos naturales estratégicos, para ponerlos bajo control de los trabajadores.

La lucha contra la megaminería requiere de la lucha contra el pacto colonial para pagar la deuda. ¡No es No!

Fuente: Prensa Obrera