La destrucción del empleo privado formal fue devastador en la región patagónica. La llegada de la pandemia y la instrumentación de la cuarentena para evitar los contagios se tradujeron en 10.337 puestos de trabajo menos en tan solo tres meses de este año. Chubut y Santa Cruz fueron los menos afectadas, mientras que Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego encabezaron la pérdida de puestos de trabajo privado.
La pandemia y la cuarentena están arrasando con una porción significativa del empleo privado de la Patagonia. Entre los meses de marzo y mayo la destrucción de los puestos de trabajo en las cinco provincias patagónicas llegó en promedio a los 10.337 empleos. Abril y mayo fueron los meses con mayor impacto según los datos oficiales.
El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) del Ministerio de Producción y Trabajo de Nación publicó recientemente la cantidad de puestos de trabajo en blanco y formales registrados en las provincias de la Patagonia. De allí surgen las cifras que demuestran la fuerte pérdida de empleo a pesar de la prohibición de concretar despidos que fue prorrogada por el Gobierno nacional.
En el mes de marzo y con tan sólo 10 días de cuarentena iniciada a través del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), los efectos comenzaron a sentirse en la región patagónica pero la profundización de manera acelerada se suscitó en abril y siguió siendo muy marcada en mayo aunque con una leve atenuación.
Más de 10 mil empleos destruidos
A lo largo de los meses de marzo, abril y mayo el promedio de empleo privado registrado en la región fue de 399.205 puestos de trabajo frente a los 409.541 del mismo período del año pasado, mostrando una contracción de 10.337 empleos en el período de cuarentena.
La destrucción de empleo fue de 4.954 puestos en marzo, se profundizó fuertemente en abril con 14.580 y se desaceleró tenuemente en mayo con una contracción de 11.476 empleos menos. El promedio de empleos perdidos arrojó los mencionados 10.337 puestos privados menos en sólo un trimestre de cuarentena.
El promedio regional de achicamiento interanual de los puestos de trabajo en la región fue 2,5%. En Santa Cruz se contrajo el 0,9%; el 1,4% en Chubut; el 2,8% en Neuquén; el mismo 2,8% en Río Negro; y en Tierra del Fuego se tradujo en una contracción mucho más marcada con el 6,1%.
Chubut y Santa Cruz, las menos afectadas
Cuando se analizan los datos al interior de las diferentes provincias que conforma la región patagónica se observa que Santa Cruz y Chubut resultaron las menos impactadas.
En territorio santacruceño la pérdida de empleo privado durante los tres meses de pandemia fue de apenas 530 puestos de trabajo, mientras que en Chubut la destrucción de empleo fue en promedio de 1.333 puestos.
En Santa Cruz la caída del empleo privado fue de 143 en marzo, pegando un salto importante en abril al destruirse 1.274 empleos y descender bruscamente en mayo a 173 puestos menos. De esa manera se llegó a un promedio de 530 empleos perdidos en el primer trimestre de cuarentena.
En el caso de Chubut los empleos destruidos en marzo fueron 447 en marzo, creciendo fuertemente en abril hasta los 2.354 puestos menos y decrecer en mayo a los 1.198 empleos; arrojando los tres meses un promedio de 1.333 puestos de trabajo perdidos.
Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego las más impactadas
En las provincias de Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego se produjo el mayor impacto de la destrucción del empleo privado en tiempos de pandemia.
Neuquén encabezó ese proceso con 3.435 puestos de trabajo menos en el primer trimestre de la cuarentena, mientras que en Río Negro se tradujo en 2.963 empleos menos y en Tierra del Fuego la contracción fue de 2.076 empleos destruidos pero el impacto porcentual fue mucho mayor por la menor cantidad de trabajadores en blanco existentes.
