Política

Chubut en busca de salida: ¿es posible aplicar un ajuste brutal como se hizo en Santa Cruz?

La crisis por la que atraviesa Chubut sigue su proceso y lleva la situación a límites altamente conflictivos. Recibirá $15.000 millones desde Nación, aunque la cifra parece insuficiente considerando el nivel de endeudamiento. Pese a que es una de las provincias que más ayuda recibió, en 2020 incrementó su deuda en pesos. Se acercan grandes vencimientos de la deuda en dólares, y la principal alternativa que se baraja es aplicar un nuevo ajuste al estilo del que se concretó en Santa Cruz. En la provincia de los Kirchner hubo una reducción generalizada del gasto público que rondó 26% durante los últimos cuatro años. Los salarios se redujeron 35%, el presupuesto de Educación 38%, el de Seguridad Social 32% y el de Salud 14%.

La crisis por la que atraviesa Chubut parece no encontrar una salida considerando las alternativas que se barajan en la actualidad. Los fondos que el Gobierno nacional habilitó a través de ATN (Aportes del Tesoro Nacional) y nuevos endeudamientos en pesos no están resultando suficientes para encaminar las cuentas públicas de la provincia.

A pesar de ser Chubut la provincia que mayor ayuda recibió de Nación en el transcurso de este 2020, la fragilidad económica se sigue manifestando de manera cotidiana y ha precipitado en uno de los peores momentos financieros de la historia reciente con un atraso salarial de tres meses con los empleados públicos y los jubilados provinciales, a lo que suma la deuda del medio aguinaldo impago desde julio.

Las negociaciones entre la gestión de Mariano Arcioni y la de Alberto Fernández están dando escasos frutos financieros, y la administración nacional le reclama a la chubutense algunos puntos centrales para sacarla del pozo en el que se encuentra.

Los ejes de las exigencias pasan por varios puntos principales. Por un lado, se le exige la instrumentación de un nuevo plan de ajuste de las cuentas públicas al estilo del aplicado por la gobernadora Alicia Kirchner en Santa Cruz.

Por el otro, se le reclama el blanqueo de los números provinciales que no cierran y difieren de los que muestra el ministro de Economía Oscar Antonena.

En el tercer renglón se incluye la apertura de la actividad minera en el territorio provincial, especialmente en la Meseta Central, ya que se trata de una de las principales políticas productivas que se impulsan para todo el país desde la Casa Rosada.

Vencimientos apremiantes

En paralelo, apremian los vencimientos de la deuda en dólares, ya que a partir del 26 de octubre la provincia tendrá que hacer frente al pago de casi 40 millones de dólares por la cancelación del capital y los intereses del BOCADE emitido por Mario Das Neves en 2016.

Aunque cuenta con el aval legislativo, la renegociación de la deuda con los bonistas no ha mostrado avances mientras se aceleran los plazos de los pagos más abultados y se especula que los tenedores de la deuda estarían reclamando la "previsibilidad" y "sostenibilidad" a largo plazo a través de la aplicación de un achicamiento del gasto público provincial.

A ese complicado panorama económico se le suman las múltiples y crecientes protestas de los empleados públicos y jubilados que reclaman el pago de sus salarios adeudados y la implementación de mayores fondos para enfrentar una pandemia de Coronavirus que aumenta su impacto de manera exponencial en una Chubut deprimida y atrapada por una crisis que parece no tener fin.

Como si fuera poco, la crisis nacional y la generada por la cuarentena incrementaron fuertemente en territorio chubutense la cantidad de pobres e indigentes, causando un especial impacto en Comodoro Rivadavia.

Los pobres ya suman al menos 140 mil personas en la provincia -el registro es parcial debido a que solamente se mide en Comodoro, Rada Tilly, Trelew y Rawson- y solamente en el primer semestre de 2020 cayeron en la pobreza 21.000 chubutenses.

La provincia con más ayuda nacional

Chubut amenaza con convertirse en un barril sin fondo, ya que ningún aporte nacional resulta suficiente para resolver el enorme descalabro financiero que tiene la provincia.

Según un reciente informe del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), en el primer semestre del 2020 Chubut recibió 42% más de fondos nacionales de Coparticipación y ni siquiera así consiguió encaminar la perspectiva de una solución a la crisis por la que atraviesa.

Los datos del CEPA -basados en números oficiales del Ministerio de Economía de la Nación- dan cuenta de que entre enero y junio de este año la provincia percibió 42% más de fondos nacionales que los estrictamente relacionados a la Coparticipación Federal de Impuestos.

En el desglose de los fondos recibidos se contabilizan 392 millones de pesos en ATN y otros 5.622 millones del Programa de Ayuda Financiera a las Provincias (622 millones en ATN y 5.000 millones en préstamos en pesos del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial -FFDP-).

Por la Coparticipación distribuida por Nación, Chubut tuvo ingresos semestrales que llegaron a los 14.236 millones de pesos, es decir que los aportes nacionales extraordinarios representaron 42% más que los fondos coparticipados. Chubut se convirtió en la provincia con más ayuda nacional, aunque la mayoría de esos fondos son endeudamientos habilitados en pesos a través del FFDP.

Por detrás de Chubut se ubicaron varias de las provincias altamente endeudadas en dólares, como Neuquén -que recibió 37% más de aportes-; Buenos Aires con 34% extra; Santa Cruz con 29%; La Rioja con 24%; Entre Ríos con 23%; Tucumán con 21% y Río Negro con 18% de aportes extraordinarios respecto de los ingresos coparticipados.

Salvavidas de plomo

A estos 6.014 millones de pesos ingresados de manera extraordinaria hasta la actualidad se le deben incorporar otros 5.000 millones de pesos (en tres tramos de 2.000, 1.500 y 1.500 millones de pesos) y la habilitación para endeudarse emitiendo 50 millones de dólares en letras pagaderas en pesos (alrededor de 4.100 millones de pesos en función de la cotización oficial del dólar actual).

Esos 9.100 millones de pesos a recibir en los próximos meses son los que acordó esta última semana el gobernador Mariano Arcioni con los funcionarios nacionales luego del encuentro que mantuvo con el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro.

En conjunto Chubut estaría percibiendo ayuda de Nación en este 2020 -entre ATN y autorizaciones de endeudamientos- por un total que ascenderá a los 15.114 millones de pesos; aunque no debe perderse de vista que solamente 1.014 millones de pesos corresponden a ATN sin devolución y el resto son préstamos tomados en pesos con el FFDP que deben devolverse a bajas tasas de interés pero que se actualizan por el índice CER.

Esos poco más de 15.000 millones de pesos deberían alcanzar para saldar los tres meses de salarios atrasados de los trabajadores estatales, ya que la masa salarial mensual ronda los 5.000 millones de pesos. Aunque ya recibió 6.014 millones hasta el mes pasado, Chubut siguió engordando el incumplimiento en cuanto al pago de los sueldos por lo que las expectativas son poco auspiciosas.

Ajuste a la Santa Cruz

Mucho se menciona en las últimas semanas que Chubut deberá encaminarse indefectiblemente hacia la instrumentación de un ajuste de sus cuentas públicas al estilo del que efectuó la gobernadora Alicia Kirchner en la provincia de Santa Cruz.

A la hora de comprender de qué se trata el ajuste que se reclama, los números revelan que en la provincia de los Kirchner se contrajo el gasto público 26,5% durante los últimos cuatro años, comprendiendo el período que va de 2016 a 2019.

Es decir que los fondos para el funcionamiento del Estado provincial santacruceño decrecieron poco más de una carta parte en términos reales luego de aplicar los índices inflacionarios.

Cuando se analiza lo acontecido en los principales rubros del gasto público santacruceño se observa que los salarios estatales incluidos en los Gastos de personal fueron los más afectados, producto de una reducción en términos reales de 34,7% durante cuatro años.

El sector de la educación pública recibió un tremendo mazazo debido al ajuste, y se contrajo 38,6%; el de la seguridad social también fue fuertemente impactado con un achicamiento 32,6%; y el de la salud tuvo una contracción real de 13,8%.

Si bien 2018 fue cuando se concretó el mayor ajuste del gasto público santacruceño, el proceso de recorte de fondos se extendió durante todo el primer período de gestión de Alicia Kirchner al frente de la gobernación de Santa Cruz.

Los únicos dos rubros del gasto público que cerraron con saldos favorables fueron el de la obra pública, que aumentó 105%, y el de la asistencia social a los sectores más empobrecidos, que creció 13,8%.

El ajuste a la Santa Cruz en definitiva no significó más que un recorte salarial real para los empleados públicos y una fuerte disminución de los fondos a destinar por el gobierno provincial para el funcionamiento del Estado.

Al mismo tiempo se tradujo en la instrumentación de una lógica de funcionamiento basada en la contención social a los pobres y generación de empleo a través de la obra pública.

La salida a través de un ajuste similar al de Santa Cruz no parece ser una solución de fondo para Chubut, más allá de que podría encaminar transitoriamente los desequilibrios financieros. Además, parece poco posible de aplicar en la actual situación chubutense, menos aún si se incorpora como variable productiva principal la rechazada explotación minera, que no se muestra como muy beneficiosa en ingresos y conlleva un enorme pasivo ambiental.