Política

Ávalos: "Hay una fuerte oleada de microfascismos; es muy grave lo que hizo el concejal de Epuyén"

Entrevista de Lola Sánchez.

El presidente del Concejo Deliberante de Epuyén, Walter González, fue denunciado por apología del delito por reivindicar a la última dictadura militar. Tras recibir múltiples críticas y una denuncia, González eliminó la publicación. En diálogo con El Extremo Sur, Nelson Ávalos, titular de la APDH del Noroeste de Chubut, destacó el surgimiento de "microfascismos", discursos que agravian la democracia y hacen apología a los símbolos de la dictadura. 

Avalos remarcó que "los abogados de la APDH presentarán la denuncia contra González en la Fiscalía o ante un Juez Federal, porque la reivindicación de un delito o de un condenado por delito está penado por la ley en el Código Penal, artículo 123, y que lo haga un funcionario en ejercicio de sus funciones es todavía más grave".

"Esto además de ser una cuestión social corresponde a un modelo estatal autoritario. Yo creo que cuando desde arriba se emite un mensaje, más abajo se sienten como autorizados o como que hay un guiño desde el Gobierno Provincial", analizó Ávalos.

Además, criticó la actitud de los usuarios de redes, quienes en ciertos escenarios sienten la "libertad" de compartir este discurso: "No sé si es banalización del tema, pero sí hay una reivindicación del Falcon, de Videla, del tema de la dictadura. La gente cree que con eso hace humor", enfatizó.

La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos había remarcado que "No se puede tolerar que un edil, elegido por el voto popular, que se supone representa al pueblo en el ejercicio pleno de la democracia, reivindique simbólicamente una de las épocas más oscuras de la historia de nuestro país".

¿Qué acciones llevarán a cabo desde la APDH para penalizar el accionar de González?

Nosotros hicimos público el repudio desde la Regional Noroeste de Chubut, al cual adhirieron la mesa promotora de la APDH de la zona este de Chubut y la Regional de Esquel. Nos pareció que era importante hacerlo de esta manera. Los abogados de la APDH lo presentarán en la Fiscalía o ante un Juez Federal de Esquel, porque la reivindicación de un delito o de un condenado por delito está penado por la ley en el Código Penal, artículo 123, y también existe la Ley de Defensa de la Democracia. Que lo haga un funcionario en ejercicio de sus funciones es todavía más grave. Esto tendría que seguir su curso en la Justicia para que el funcionario sea sancionado; el hecho no es menor.

¿Con el auge de las redes sociales hay una banalización del tema de la dictadura bajo la idea del "humor negro"?

Lo que hizo el presidente del Concejo de Epuyén fue compartir en su Facebook el posteo de un contacto suyo en el que se filma a un Falcon verde sobrepasando a otro auto en la ruta; aparece la cara de Jorge Rafael Videla sonriente y una marcha militar de fondo. El mensaje que transmite es terrible, algo así como "no te metas con el Falcon verde". No sé si es banalización, pero sí hay una reivindicación del Falcon, de Videla, del tema de la dictadura. La gente cree que con eso hace humor.

¿Considerás que son casos aislados o responden a una lógica más general?

No es un hecho aislado. Hay un caso en Santa Fe con una directora de una escuela y también en Mendoza. Hace un tiempo, en el marco de los banderazos, un jubilado se sacó una foto con un cartel de Videla que decía "te extrañamos General". Hay hechos que parecen aislados, pero pareciera haber una corriente de reivindicación de la dictadura.

¿Qué observás en el plano regional?

Hay que contextualizar esto en la situación provincial. Desde antes de la pandemia se visualiza una situación de autoritarismo por parte del ministro Massoni y de Arcioni. Tuvimos que salir los organismos de Derechos Humanos a denunciar, a presentar habeas corpus por las medidas que sacaba Massoni. Tuvo que derogar decretos ante las denuncias de la misma Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Esto además de ser una cuestión social corresponde a un modelo estatal autoritario. Cuando desde arriba se emite un mensaje, más abajo se sienten como autorizados o como que hay un guiño desde el gobierno Provincial. Quizás por eso este funcionario se sintió avalado para publicar eso y pensó que no iba a pasar nada.

Existen jóvenes que no han vivido la dictadura y sin embargo también reivindican estas ideas. ¿Puede deberse al desconocimiento?

Puede ser, aunque creo que todos los años que han pasado, con todo el trabajo de los organismos de Derechos Humanos, de las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas hay suficiente información como para saber que las dictaduras militares -sobre todo en la última-fueron nefastas para el país, en lo social, en lo humano, en lo económico. Y tuvieron como saldo 30 mil desaparecidos, más de 400 bebés apropiados; creo que eso los jóvenes lo saben. Hay que resaltar que durante el gobierno anterior el presidente y algunos funcionarios negaron los 30 mil desaparecidos. También ese mensaje sale de lugares de poder y tiene ese efecto en la gente más joven, se manifiesta de esta manera.

¿Hay antecedentes en la zona de movimientos de este tipo o declaraciones similares?

Tenemos un antecedente en la Comarca: antes de que desaparezca Santiago Maldonado, comenzó a surgir un discurso xenófobo y autoritario en contra del pueblo mapuche. Tras la desaparición de Santiago, se generó una oleada muy fuerte de microfascismo. Así lo denominó una compañera, Lorena Vargas Ampuero, que recopiló más de 200 posteos en redes de toda la Comarca y elaboró un artículo donde alude a este término, que se generó a raíz de este hecho lamentable. Existe en la comunidad un componente autoritario muy reaccionario que a veces se manifiesta cuando tiene el visto bueno desde algún lugar de poder. Recordemos lo que hacía Patricia Bullrich, ocultando la desaparición de Santiago. Cuando desde el poder político emiten mensajes de ese tipo, hay personas y sectores que se sienten avalados para repetirlo.

¿Percibís que hay una valoración partidaria en torno de estos hechos? Hubo respuestas diferentes ante la desaparición de Maldonado y la de Facundo Castro, que sucedieron en gobiernos distintos.

Evidentemente fue así con lo de Santiago, ya que algunos sectores utilizaron eso desde desde el gobierno de Mauricio Macri. Con la desaparición de Facundo Castro sucedió algo similar. Fue también una desaparición forzada según creemos nosotros, porque la Policía de Buenos Aires está muy comprometida. Se comenzó a hablar de este tema porque muchos partidarios del gobierno actual hicieron silencio cuando el hecho sucedió, aunque es un desaparecido en un marco confuso y con participación de las fuerzas de seguridad. Casi siempre se mezcla lo partidario en estos hechos, pero los Derechos Humanos son para todos y todas. Cuando se violan desde el Estado, porque el principal violador de los derechos humanos es el Estado, entramos a participar los organismos de Derechos Humanos. Acá fue terrible lo que sucedió, cómo se mezcló la política partidaria con ese hecho y se justificaba una desaparición forzada de un joven porque estaba con los mapuches, que a su vez estaban apoyados por los kirchneristas. Eso es lo que se decía. Ahora pasa lo mismo con Facundo Castro, que desapareció en una provincia gobernada por el Frente de Todos, y desde el otro lado le tiran el mismo argumento para comprometerlos con esta situación. El tema es que no debería desaparecer nadie de esa manera, mucho menos a raíz de un procedimiento de las fuerzas de seguridad.

¿Cómo definirías el concepto de microfascismo que mencionaste anteriormente?

Mi compañera tomó el término del historiador Ezequiel Adamovski, quien lo utiliza para diferenciar el fasicismo en general -cuando se manifiesta en un país- del microfascismo, que es el que está latente en la sociedad y ante determinadas circunstancias o hechos se empieza a manifestar y a retroalimentar. Lo que manifestó acá con el caso de Santiago fue eso. Empezó con comentarios en Facebook, en la radio, hasta que se fueron sumando personas que antes no se animaban a decirlo: de pronto se sienten avalados y lo dicen. El artículo fue publicado por algunos medios y revistas virtuales y fue impresionante cómo en esa misma publicación parecían comentarios microfascistas. Es tremendo comprobar que la gente que leía el artículo repetía los ataques. Es para pensarlo como sociedad, como militantes de Derechos Humanos, como comunicadores, como sociedad en su conjunto. No hay que pensar que esto haya terminado sólo porque tenemos Gobiernos electos constitucionales. Está latente y a veces se torna peligroso, va creciendo de a poco hasta que se transforma en algo muy grande.