Río Negro continúa desalojando a comunidades mapuche en defensa de intereses inmobiliariosPor Mirta Ñancunao*.
Como es de público conocimiento el pasado 19 de octubre, la "comandanta en jefa de las fuerzas armadas" y a su vez gobernadora de la provincia de Río Negro, Arabela Carreras, puso a disposición de sus altos jefes de El Foyel a más de 200 efectivos policiales para desalojar a los integrantes de la Lof Gallardo Calfú.
Al mismo tiempo y a solicitud del Obispado de San Isidro, propietario de un campo en un sector del Parque Nacional Nahuel Huapi, en la zona de Mascardi, la comandanta Carreras comenzó a preparar otro regimiento armado para desalojar a los integrantes de Lof Lafquen Wincul mapu. Cabe señalar que tomando el modelo de represión efectuado en el desalojo de la Lof Gallardo Calfu, en Foyel, dicho Regimiento es similar al comandado por Patricia Bulrrich en noviembre de 2017 cuando los Albatros asesinaron por la espalda a Rafael Nahuel e hirieron con balas de plomo a otros tres de sus integrantes.
Previo a estos operativos armados, la gobernadora o la Sheriff del Lejano Oeste, Arabela Carreras, había preparado también a otro pelotón policial para desalojar a la Comunidad Buenuleo, pero se quedó con los rulos hechos porque la comunidad obtuvo un fallo judicial favorable.
Con respecto al doble desalojo sufrido por la Lof Gallardo Calfu, es importante recordar que el mismo tiene sus raíces en las políticas forestales que la provincia de Río Negro comenzó a implementar en la década del 70, mediante la aplicación de la Ley Forestal 757/74.
Dicha ley promueve la venta de tierras fiscales a precios irrisorios destinadas a la forestación; tal es así que aquellas tierras que estén incluidas en los planes de colonización forestal podrán ser entregadas en propiedad y dedicarlas a tal actividad por cincuenta años como mínimo.
Bajo los beneficios de esta Ley, la que a su vez prevé la entrega de subsidios a los forestadores, entre los años 1970 y 2000, se dio un proceso de concentración de tierras a expensas del desplazamiento forzado de los pobladores originarios en la zona cordillerana.
Si bien los principales protagonistas de dicha concentración de tierras fueron y continúan siendo Empresa Forestal Rionegrina S.A (EMFORSA) y el Servicio Forestal Andino (SFA), existieron otros, aquellos lobos con piel de cordero que nuestros mayores identificaban como su socio patrón en algunos casos y en otros, como los amigos leídos.
Estos socios-patrones o amigos leídos valiéndose de la amistad que tenían con sus víctimas y aprovechándose de la falta de escolaridad y en algunos casos de su situación alcoholismo, lograban administrar primero y luego se apropiaban de sus campos, prometiéndoles una mejor calidad de vida a cambio de desmontar sus bosques nativos para introducir las plantaciones de pinos.
No sólo esto, sino que además les prohibían el ingreso a sus familiares (hijos, nietos, hermanos, etc.) En cuanto al valor que estipulaba el supuesto comprador era abonado con algún auto, comida, bebidas, fletes o algún galpón o terreno ilegal en el pueblo.
Tal como lo relató Blanca Gallardo en el programa la Minga de FM Alas: "En 1980 nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani, él trabajaba en un aserradero de Foyel donde conoció a mi padre Sixto Gallardo Calfu. Nosotros éramos chicos y había fallecido mi mamá, cuando este señor entró primero como encargado general del campo, diciendo que mi papá no tenía hijos, mientras nosotros estábamos trabajando en trabajos temporarios, cuando volvimos Soriani ya estaba como encargado y al año siguiente según él ya era dueño, porque mi papá le había vendido la tierra y él fue a tirarlo a mi viejo a un galpón en El Bolsón, en el Barrio Las Piedras, en la costa del Quemquemtreu. Ahí lo dejó y lo abandonó." Blanca Gallardo agregó también que Soriani apenas se quedó con el campo taló el monte nativo e introdujo pinos.
Situaciones como estas fueron moneda corriente en la época del auge forestal. A modo de ejemplo se pueden citar: a Ricardo Flandes como administrador del territorio de Lucinda Quintupuray en Cuesta del Ternero; a Juan Carlos Parente como administrador de Miguel Buchile (hijo de Elcira Oyarzo Calfu) en el Foyel; a José Luis Zilberberg como administrador de Gumercinda Palma, en el Foyel; a Miguel Arturo Soriani como administrador de Don Sixto Gallardo Calfu en el Foyel.
Todos estos administradores, son actualmente propietarios como Zilberberg y Soriani o con permiso de ocupación de la DT, en el caso de Parente; excepto Flandes, que fue desalojado por la comunidad Quintupuray; pero nunca fue esclarecido el homicidio de Doña Lucinda. Aclaro que son sólo ejemplos, son muchos más.
Como podrán ver todas estas estafas territoriales que han afectado a las comunidades mapuche: Gallardo Calfu, Las Huaytekas y Quintupuray están directamente relacionadas con el Plan de Colonización Forestal, actualmente denominado Plan Forestal Rionegrino.
En tal sentido, un artículo de la Revista Pilquen publicado en junio de 2020 señala: que "La actividad forestal, en la zona cordillerana de RN, ha sido señalada por comunidades y organizaciones del pueblo mapuche como medio para la apropiación, privatización y concentración de las tierras. En otras palabras, la implantación de especies exóticas se erigió, según lo denunciado por aquéllas, en un mecanismo de presión a los pobladores mapuche, mayormente ocupantes de tierras fiscales (es decir, sin título de propiedad). Por parte del Estado, personificado en el SFA y en la EMFORSA."
En cuanto al Desalojo que la Dama de Hierro Arabela Carreras pretende ejecutar en la Lof Lafquen Wuincul Mapu, es importante señalar que dicha Lof está asentada, al igual que el resto de comunidades mapuche de la zona cordillerana, incluida la Gallardo Calfu, en parte del extenso territorio de los Pu Lonkos Foyel e Inacayal, territorio actualmente usurpado por el PNNH creado en 1934; es decir 26 años antes que la provincia de Río Negro, la cual se creó como provincia en 1958. Esa usurpación perpetuada por el PNNH fue el premio que recibió, por parte del estado Euro Argentino, Francisco Pascasio Moreno por su labor de homicida, profanador de chenques y coleccionista de restos óseos mapuche.
Desde la creación de los Parques Nacionales, en particular el Nahuel Huapi, muchas comunidades y pobladores originarios fueron desalojados de estas Áreas Protegidas, y otros han permanecido condicionados y en espacios reducidos hasta el día de hoy.
Aun contando con el relevamiento territorial de la Ley 26.160 no les han devuelto el territorio ancestral porque los mismos están en manos de los terratenientes. Por ejemplo, sólo en la zona mal llamada Villa Mascardi existen 27 propietarios, entre ellos el ACA, Conferencia Episcopal Argentina, Charly Alberti, La Escondida, Carlos Maizón, (ocupante de campo fiscal en el Foyel), Ariel Holan, La Cristalina de Frutos, Obispado de San Isidro, entre otros. Este último es el que en nombre de su Dios y con la Biblia de Estanislao Ceballos, pretende desalojar a la Lof Lafquen Wuinkul Mapu.
Esta concentración de territorios mapuche, apropiados, y luego entregados por los seudo argentinos a los capitales extranjeros, son parte del despiadado modelo capitalista que opera a través del gobierno provincial, actualmente representado por la gobernadora Arabela Carreras, quien además de ser la comandanta en jefa policíaca, se autoproclama ser también la súper Jefa del poder judicial de Río Negro. Organismos que respaldan tanto su conducta de odio, violencia, racismo y xenofobia hacia el pueblo Nación Mapuche en Río Negro, como su complicidad en cuanto a la acumulación de capitales extranjeros destinados al monopolio de las actividades, forestales, turísticas, inmobiliarias y energéticas; todas ellas constituidas para avanzar sobre la apropiación ilícita de los territorios indígenas. Esto explica en parte la venida frustrada de la gobernadora al paraje El Foyel, quien junto al intendente Pogliano eran esperados por los concentradores de tierras en este paraje para festejar y burlarse del dolor de las familias desalojadas el pasado 18 de octubre.
*Comunidad Mapuche Las Huaytekas.
Por Mirta Ñancunao*.
Como es de público conocimiento el pasado 19 de octubre, la "comandanta en jefa de las fuerzas armadas" y a su vez gobernadora de la provincia de Río Negro, Arabela Carreras, puso a disposición de sus altos jefes de El Foyel a más de 200 efectivos policiales para desalojar a los integrantes de la Lof Gallardo Calfú.
Al mismo tiempo y a solicitud del Obispado de San Isidro, propietario de un campo en un sector del Parque Nacional Nahuel Huapi, en la zona de Mascardi, la comandanta Carreras comenzó a preparar otro regimiento armado para desalojar a los integrantes de Lof Lafquen Wincul mapu. Cabe señalar que tomando el modelo de represión efectuado en el desalojo de la Lof Gallardo Calfu, en Foyel, dicho Regimiento es similar al comandado por Patricia Bulrrich en noviembre de 2017 cuando los Albatros asesinaron por la espalda a Rafael Nahuel e hirieron con balas de plomo a otros tres de sus integrantes.
Previo a estos operativos armados, la gobernadora o la Sheriff del Lejano Oeste, Arabela Carreras, había preparado también a otro pelotón policial para desalojar a la Comunidad Buenuleo, pero se quedó con los rulos hechos porque la comunidad obtuvo un fallo judicial favorable.
Con respecto al doble desalojo sufrido por la Lof Gallardo Calfu, es importante recordar que el mismo tiene sus raíces en las políticas forestales que la provincia de Río Negro comenzó a implementar en la década del 70, mediante la aplicación de la Ley Forestal 757/74.
Dicha ley promueve la venta de tierras fiscales a precios irrisorios destinadas a la forestación; tal es así que aquellas tierras que estén incluidas en los planes de colonización forestal podrán ser entregadas en propiedad y dedicarlas a tal actividad por cincuenta años como mínimo.
Bajo los beneficios de esta Ley, la que a su vez prevé la entrega de subsidios a los forestadores, entre los años 1970 y 2000, se dio un proceso de concentración de tierras a expensas del desplazamiento forzado de los pobladores originarios en la zona cordillerana.
Si bien los principales protagonistas de dicha concentración de tierras fueron y continúan siendo Empresa Forestal Rionegrina S.A (EMFORSA) y el Servicio Forestal Andino (SFA), existieron otros, aquellos lobos con piel de cordero que nuestros mayores identificaban como su socio patrón en algunos casos y en otros, como los amigos leídos.
Estos socios-patrones o amigos leídos valiéndose de la amistad que tenían con sus víctimas y aprovechándose de la falta de escolaridad y en algunos casos de su situación alcoholismo, lograban administrar primero y luego se apropiaban de sus campos, prometiéndoles una mejor calidad de vida a cambio de desmontar sus bosques nativos para introducir las plantaciones de pinos.
No sólo esto, sino que además les prohibían el ingreso a sus familiares (hijos, nietos, hermanos, etc.) En cuanto al valor que estipulaba el supuesto comprador era abonado con algún auto, comida, bebidas, fletes o algún galpón o terreno ilegal en el pueblo.
Tal como lo relató Blanca Gallardo en el programa la Minga de FM Alas: "En 1980 nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani, él trabajaba en un aserradero de Foyel donde conoció a mi padre Sixto Gallardo Calfu. Nosotros éramos chicos y había fallecido mi mamá, cuando este señor entró primero como encargado general del campo, diciendo que mi papá no tenía hijos, mientras nosotros estábamos trabajando en trabajos temporarios, cuando volvimos Soriani ya estaba como encargado y al año siguiente según él ya era dueño, porque mi papá le había vendido la tierra y él fue a tirarlo a mi viejo a un galpón en El Bolsón, en el Barrio Las Piedras, en la costa del Quemquemtreu. Ahí lo dejó y lo abandonó." Blanca Gallardo agregó también que Soriani apenas se quedó con el campo taló el monte nativo e introdujo pinos.
Situaciones como estas fueron moneda corriente en la época del auge forestal. A modo de ejemplo se pueden citar: a Ricardo Flandes como administrador del territorio de Lucinda Quintupuray en Cuesta del Ternero; a Juan Carlos Parente como administrador de Miguel Buchile (hijo de Elcira Oyarzo Calfu) en el Foyel; a José Luis Zilberberg como administrador de Gumercinda Palma, en el Foyel; a Miguel Arturo Soriani como administrador de Don Sixto Gallardo Calfu en el Foyel.
Todos estos administradores, son actualmente propietarios como Zilberberg y Soriani o con permiso de ocupación de la DT, en el caso de Parente; excepto Flandes, que fue desalojado por la comunidad Quintupuray; pero nunca fue esclarecido el homicidio de Doña Lucinda. Aclaro que son sólo ejemplos, son muchos más.
Como podrán ver todas estas estafas territoriales que han afectado a las comunidades mapuche: Gallardo Calfu, Las Huaytekas y Quintupuray están directamente relacionadas con el Plan de Colonización Forestal, actualmente denominado Plan Forestal Rionegrino.
En tal sentido, un artículo de la Revista Pilquen publicado en junio de 2020 señala: que "La actividad forestal, en la zona cordillerana de RN, ha sido señalada por comunidades y organizaciones del pueblo mapuche como medio para la apropiación, privatización y concentración de las tierras. En otras palabras, la implantación de especies exóticas se erigió, según lo denunciado por aquéllas, en un mecanismo de presión a los pobladores mapuche, mayormente ocupantes de tierras fiscales (es decir, sin título de propiedad). Por parte del Estado, personificado en el SFA y en la EMFORSA."
En cuanto al Desalojo que la Dama de Hierro Arabela Carreras pretende ejecutar en la Lof Lafquen Wuincul Mapu, es importante señalar que dicha Lof está asentada, al igual que el resto de comunidades mapuche de la zona cordillerana, incluida la Gallardo Calfu, en parte del extenso territorio de los Pu Lonkos Foyel e Inacayal, territorio actualmente usurpado por el PNNH creado en 1934; es decir 26 años antes que la provincia de Río Negro, la cual se creó como provincia en 1958. Esa usurpación perpetuada por el PNNH fue el premio que recibió, por parte del estado Euro Argentino, Francisco Pascasio Moreno por su labor de homicida, profanador de chenques y coleccionista de restos óseos mapuche.
Desde la creación de los Parques Nacionales, en particular el Nahuel Huapi, muchas comunidades y pobladores originarios fueron desalojados de estas Áreas Protegidas, y otros han permanecido condicionados y en espacios reducidos hasta el día de hoy.
Aun contando con el relevamiento territorial de la Ley 26.160 no les han devuelto el territorio ancestral porque los mismos están en manos de los terratenientes. Por ejemplo, sólo en la zona mal llamada Villa Mascardi existen 27 propietarios, entre ellos el ACA, Conferencia Episcopal Argentina, Charly Alberti, La Escondida, Carlos Maizón, (ocupante de campo fiscal en el Foyel), Ariel Holan, La Cristalina de Frutos, Obispado de San Isidro, entre otros. Este último es el que en nombre de su Dios y con la Biblia de Estanislao Ceballos, pretende desalojar a la Lof Lafquen Wuinkul Mapu.
Esta concentración de territorios mapuche, apropiados, y luego entregados por los seudo argentinos a los capitales extranjeros, son parte del despiadado modelo capitalista que opera a través del gobierno provincial, actualmente representado por la gobernadora Arabela Carreras, quien además de ser la comandanta en jefa policíaca, se autoproclama ser también la súper Jefa del poder judicial de Río Negro. Organismos que respaldan tanto su conducta de odio, violencia, racismo y xenofobia hacia el pueblo Nación Mapuche en Río Negro, como su complicidad en cuanto a la acumulación de capitales extranjeros destinados al monopolio de las actividades, forestales, turísticas, inmobiliarias y energéticas; todas ellas constituidas para avanzar sobre la apropiación ilícita de los territorios indígenas. Esto explica en parte la venida frustrada de la gobernadora al paraje El Foyel, quien junto al intendente Pogliano eran esperados por los concentradores de tierras en este paraje para festejar y burlarse del dolor de las familias desalojadas el pasado 18 de octubre.
*Comunidad Mapuche Las Huaytekas.
