Política

Renegociación de deuda: Chubut consigue un alivio hasta 2023, pero pagará intereses altos hasta 2030

El gobierno de Chubut se encamina hacia el último tramo de la renegociación de su deuda en dólares con los bonistas privados. Ya consiguió la aceptación del 50% pero debe llegar al 75%. El ministro de Economía, Oscar Antonena, se reunirá este miércoles con los diputados para procurar convencerlos de que la opción que se maneja "es la única posible" y que el principal beneficio es el ahorro de pagos por 168,4 millones de dólares hasta fines de 2023. Más difícil de explicar será el abultadísimo nivel de aumento de los intereses que se pagarían hasta 2030 y que a partir de ahora se pondrán todas las regalías petroleras de la provincia como garantía.

El ministro Antonena buscará concluir el proceso de renegociación de los 650 millones de dólares emitidos en 2016 con el bono denominado BOCADE, aunque a decir verdad se reestructurarán 622,9 millones de dólares porque en octubre ya se pagaron 27,1 millones de amortización.

La provincia obtuvo la aceptación de un grupo mayoritario de los acreedores privados (entre el 45 y 50%, que podría corresponder al grupo Templeton) concentrados en un gran fondo internacional de inversiones. Sin embargo, aún le resta convencer al 25% restante que son imprescindibles para que se llegue al 75% de aceptación como mínimo.

Hoy el titular del área de Economía mantendrá un encuentro con los diputados provinciales para anoticiarlos de los avances en las negociaciones con los bonistas, informarles qué se consiguió como aceptación hasta la actualidad y cuáles son los próximos pasos a desarrollar en la reestructuración de la porción más importante de la deuda chubutense en dólares. El bono BOPRO, emitido también en 2016 y por 50 millones de dólares, se seguirá pagando con la estructura original.

Las partes intercambiaron once propuestas para llegar a un acuerdo. La primera efectuada por el gobierno provincial, cuatro enviadas por los bonistas y otras seis contrapropuestas remitidas por el Estado.

La que aparece como propuesta aceptada por la mitad de los bonistas tiene algunos beneficios y unos cuantos perjuicios. En el haber se anotan los menores montos a pagar por los vencimientos hasta 2023, un plazo que coincide sugestivamente con el fin del mandato del gobernador Mariano Arcioni.

Entre los aspectos negativos se inscriben la "cesión" de la totalidad de las regalías petroleras, el pago extraordinario de 3 millones de dólares para los acreedores que acepten y un significativo crecimiento de los intereses a pagar hasta 2030.

Beneficios y perjuicios

Para adelantar esa conversación con los diputados, Antonena envió ayer a la mañana una nota a la Legislatura en la que detalla algunos ítems de importancia, documento al que pudo acceder El Extremo Sur.

Allí el ministro plantea que los plazos de vencimiento se extenderán hasta julio de 2030; y pone el acento en que durante los años 2021, 2021 y 2023 los pagos por vencimientos de la deuda se reducirán en 168,4 millones de dólares, aunque no habrá plazo de gracia para el capital y los intereses.

A priori ese es el principal y casi el único beneficio que Chubut consiguió en las negociaciones con los bonistas privados, ya que casi todos los demás ítems aparecen como no muy favorables para las cuentas públicas de la provincia.

La tasa de interés a pagar con la renegociación sería del 7,5% durante 2021 y en los 9 años restantes ascendería al 7,75%, tal como ya figura en la actualidad. Neuquén, por ejemplo, está negociando una tasa del 5% hasta 2022 y a partir de ese año ascendería al 7% anual.

Alivio hasta 2013 y luego montos significativos

Aunque el material enviado por Antonena a los legisladores no desmenuza los detalles que seguramente expondrá hoy, las estimaciones efectuadas por El Extremo Sur permiten suponer que en 2021 los vencimientos de la deuda bajarán en 95,4 millones de dólares; en 2022 se reducirían en 59,4 millones; y en 2023 en 13,6 millones de dólares.

De ahí en adelante, la provincia deberá pagar más por los vencimientos de la deuda de los montos que están establecidos hasta 2026 por la emisión original del BOCADE. Esas mismas estimaciones permiten presuponer que en 2024 se deberían pagar 13,4 millones de dólares más que los fijados hasta la actualidad; en 2025 unos 21,8 millones; y en 2026 -año en que hasta ahora finalizan los vencimientos- otros 57,3 millones de dólares extra de los existentes con la actual estructura del bono en cuestión.

Obviamente habrá que sumarle los vencimientos por los otros cuatro años en que se ampliarían los plazos de pago hasta llegar a julio de 2030. En ese lapso extra la provincia debería pagar vencimientos por 374,6 millones de dólares por el capital y los intereses.

Deberá ser el propio ministro Antonena quien blanquee de manera oficial la estructura de pagos de las amortizaciones y los intereses con la renegociación, pero las proyecciones de EES permiten estimar que habría una pequeña quita de capital que rondaría el 4% y que los pagos por los intereses se dispararían de manera sideral.

Ese combo haría que indefectiblemente aumente de manera considerable el total a pagar por la nueva estructura del BOCADE.

"Imposible defaultear"

A priori los bonistas no aceptaron ninguna de las cinco propuestas que elaboró Antonena luego de que la Legislatura aprobara la ley para arrancar la reestructuración. Por los propios escritos del ministro todo hace pensar que los bonistas impusieron condiciones que no estaban en los planes de la negociación.

El ministro les explicó por escrito a los legisladores que los mecanismos de pago existentes por el BOCADE fueron establecidos por el fallecido Mario Das Neves en 2016, cediendo las regalías petroleras generadas por la explotación hidrocarburífera que efectúa Pan American Energy en los yacimientos de Chubut.

Por eso, Antonena se encargó de aclararles que la deuda es prácticamente "indefaulteable" como producto de la cesión de las regalías y del mecanismo de garantía que acumula vencimientos anticipables de manera trimestral. Además, les asevera a los diputados que el propio Gobierno nacional y el Fiscal de Estado de Chubut "desaconsejaron" iniciar un litigio por los pagos de la deuda.

Dos puntos conflictivos

Dentro de las argumentaciones que Antonena anticipó a los diputados, aparecen la cesión de la totalidad de las regalías petroleras y el pago por única vez del 0,5% (3,1 millones de dólares) del monto total a renegociar para ser repartido entre los bonistas que acepten la propuesta provincial "de manera temprana".

El otro punto conflictivo es la cesión por completo de todas las regalías petroleras que cobra Chubut por la explotación de sus yacimientos productivos, liberando otras que habían sido "cedidas" para el pago del bono BODIC II -emitido por Martín Buzzi en 2015- y que se terminará de cancelar definitivamente en marzo del año que viene.

Hasta la actualidad sólo estaban "cedidas" las que paga Pan American Energy por la explotación de Cerro Dragón -el mayor yacimiento petrolero del país- y algunos otros de menor cuantía. Ahora se sumarían las regalías que pagan mensualmente YPF; CAPSA; Capetrol; Petrobras; Tecpetrol; Enap Sipetrol y CAPEX.

Ese mecanismo busca brindarle aún más garantías a los bonistas que seguirán cobrando todos y cada uno de los vencimientos más allá de las fluctuaciones que pueda tener el precio internacional del petróleo o las variaciones en los niveles de producción que se registren en la provincia.