Política

"Impuesto a los ricos": ¿Aporte mínimo y necesario o agravamiento de la enorme presión tributaria?

Por Lola Sánchez.

El proyecto del Aporte Solidario a las Grandes Fortunas desempolvó una discusión histórica en la Argentina sobre la redistribución de la riqueza. El Frente de Todos propone cobrar una suma con tasas del 2% al 3,75% a aquellas personas que posean un patrimonio mayor a los $200 millones. Según el proyecto, la recaudación será destinada a equipamiento de salud, vacunas, proyectos de urbanización, ayuda a las Becas Progresar e incentivos a la exploración de petróleo y gas natural. El Extremo Sur dialogó sobre el tema con Gustavo Menna (diputado nacional, Juntos por el Cambio), Estela Hernández (diputada provincial, Frente de Todos) y la militante y ex candidata a gobernadora Gloria Sáez (Frente de Izquierda), así como con los economistas Carina Farah y Jorge Gil.

La iniciativa obtuvo media sanción en Diputados el pasado martes, y se espera que la amplia mayoría del oficialismo la apruebe en el Senado. Mientras el Frente de Todos sostiene que es una ayuda necesaria para afrontar las consecuencias de la pandemia dentro de un "país devastado" que dejó atrás el gobierno de Mauricio Macri, desde la oposición se han presentado varias críticas. Juntos por el Cambio votó en contra, alegando que se trata de un impuesto más que de un aporte, y que podría impactar gravemente en los capitales productivos. El Frente de Izquierda se abstuvo en defensa del proyecto propio que presentaron en abril de este año, y que, denuncian, "fue cajoneado".

Aporte vs. Impuesto

La diputada provincial Estela Hernández sostiene que el Aporte Solidario es una cuestión "principalmente simbólica". "No quiero decirle impuesto", subraya, "porque es un aporte que se va a dar por única vez, que tiene que ver con la idea de que los que más tienen puedan colaborar con los que menos tienen. Sabemos que hay un gran porcentaje de la población argentina que ha acumulado riquezas".

Sobre los detalles, afirma que se trata de aproximadamente 12 mil personas humanas

-que según un cálculo actualizado se modificó a 9 mil- que aportarán entre un 2% y 3,75% de su riqueza, lo cual "no va a mover el perímetro de su patrimonio, es simplemente simbólico". Argumenta que "si no fuera de esta forma, no creo que lo aportarían".

"Hablamos de una riqueza de $200 millones cuando en realidad es en valores fiscales, ya que el verdadero valor de mercado es de aproximadamente $400 millones. A esas personas no les va a afectar de manera significativa", dijo. Afirmó que se les cobrará una alícuota del 2% a quienes decidan repatriar su patrimonio en el exterior. A quienes decidan lo contrario, se les cobrará el doble. "Es una cuestión equitativa", opinó Hernández. "Es un suceso extraordinario, y hay esfuerzos que no se les puede pedir a los trabajadores o a las pymes. No vinimos a poner matices, queremos una sociedad más equilibrada y equitativa"

Subrayó que la presentación del proyecto "puso en evidencia la negación absoluta de parte de la posición, con argumentos que caen por su propio peso, porque no son sólidos".

Menna: "vicios de inconstitucionalidad"

El diputado nacional por Chubut Gustavo Menna apuntó contra los ideales propuestos por el oficialismo, y se refirió al aporte como "un impuesto que no hará más que perjudicar la matriz productiva".

"No es un aporte solidario, es un impuesto, con todas las letras", afirmó. "Toda contribución que impone una ley es un impuesto". Argumentó que además se trata de un impuesto con "severos vicios de inconstitucionalidad", ya que "significa una doble imposición, porque se interpone con el impuesto vigente a los Bienes Personales".

El diputado expresó que difiere categóricamente con la idea del "Aporte Solidario", y denunció que el oficialismo utiliza esta jerga "para imponer cargas tributarias y realizar ajustes", de la misma manera que lo habría hecho con el Dólar Solidario, con un impuesto del 30% para las compras realizadas en el exterior.

Aseveró que no existió discusión previa y que el impuesto recaerá en los activos productivos de las empresas, afectando directamente a los trabajadores. Señaló también la falta de coherencia del discurso político del oficialismo: "Es un proyecto de Heller y Kirchner; y ahora nos enteramos, paradójicamente, que este último tiene una deuda con la AFIP de 2 millones de pesos. Por un lado predican la solidaridad y después deben impuestos".

El destino de la economía argentina

A pesar de ser una contribución por única vez, varias de las críticas apuntaron a las consecuencias que este proyecto tendría en la matriz productiva y la economía en general. Al respecto, Menna afirma que "la presión tributaria argentina es altísima y esto va a complicar aún más la situación en materia de salud y en materia económica".

"Tenemos la caída del PBI más alta de la historia argentina", alegó. "Tenemos miles de empresas cerradas, y aunque digan que este impuesto no afecta a la actividad productiva porque es para personas humanas, en realidad le pega directamente a los activos que están en una producción". Señaló que el impuesto se computa "sobre el trabajo, sobre un tractor, un inmueble donde una Pyme tiene su desarrollo industrial: todo eso va en la suma del activo de la Ley".

En contraposición, Estela Hernández apuntó a las claves del texto de dicho Proyecto y remarcó que "se cobrará una sola vez para paliar las consecuencias de una pandemia que tuvo mucha incidencia en la economía". Sobre las críticas, opinó que "a veces cuesta creer y entender tanta resistencia, en una sesión de más de 20 horas, 90 oradores del PRO indignados con este proyecto cuando saben la situación en que se encuentra el país; plantean que se van a ir empresas, que se van a fundir".

"Se caen todos los argumentos que esgrimían en la sesión", resaltó, especialmente en la idea de la fuga de las empresas. "Durante el Gobierno de Mauricio Macri se fueron alrededor de 25 mil empresas, y sin pandemia".

"Otra de las cosas que se pueden evaluar de este proyecto es la brecha de desigualdad que existe entre el 10% más rico y el 10% más pobre; pensemos que en estos últimos 4 años la pobreza trepó de 16 a 21 veces".

En esta dirección, criticó la gestión del sistema tributario del ex presidente Macri como uno de los factores que propició la brecha: "Durante su gobierno se redujeron los impuestos directos que se gravan en la riqueza, la tasa de recaudación de las riquezas personales pasó del 1,35% a %0,64, siempre favoreciendo a los que más tienen; nosotros tenemos como objetivo todo lo contrario".

Farah: "no tendría que trasladarse a los costos"

Sobre la idea de que el impuesto caería sobre activos de producción, la economista Carina Farah opinó: "No debería ser así, no tiene por qué serlo". Precisó la diferencia entre la posesión de maquinaria para una empresa y la posesión de bienes personales como casas y automóviles. "No están gravando la maquinaria, te gravan sobre esa casa a tu nombre, tu empresa, que es una persona jurídica distinta del propietario, no tendría por qué trasladarse a los costos a no ser que se busque rentabilidad más alta en la empresas y se marquen porcentajes más altos en los precios para cubrir el impuesto".

"No es tan fácil trasladarlo a costos en una situación como la que tenemos", sentenció Farah. "A menos que tengas un monopolio, pero ahí deberá actuar el Estado".

Gil: "es un impuesto mínimo"

Por su parte, Jorge Gil expresó: "Su efecto es muy coyuntural, muy específico, no altera ni modifica ni condiciona ni influye en las operaciones económicas habituales. Tiene un alcance restringido a las cosas excepcionales".

En cuanto al porcentaje, que varía entre el 2% y 3,75%, argumentó que "es difícil establecer la razonabilidad en el tema patrimonial, podría leerlo así: si este impuesto fuera permanente en 50 años el Estado se apropia de todo el patrimonio de las grandes fortunas en la Argentina. Pero esto como siempre en un caso extremo, si lo comparás con el rendimiento que tienen las grandes fortunas no es ni la mitad del rendimiento anual de un patrimonio colocado a tasas normales de rentabilidad. Es un impuesto mínimo, no es de ninguna manera significativa".

Un debate histórico

Tanto los economistas como buena parte de la clase política coinciden en que la redistribución de la riqueza es un debate histórico en la Argentina, lo que lleva también a replantear el sistema tributario y su impacto en los que más y los que menos ganan.

"Hay una puja histórica de la redistribución de la riqueza", sostuvo Farah. "Se ha dado siempre lo que hoy llamamos grieta. Podemos verla en los estratos más altos y más bajos, entre hombres y mujeres, intergeneracionalmente. Creo que es un debate que no se va a agotar nunca". Afirmó que son problemas profundamente políticos y de "representación de intereses".

"Plantean un impuesto que se cobrará a los que más tienen en un momento de recesión económica, es lógico", planteó. "Para la coyuntura está bien, recordemos que el Estado tiene tres opciones para conseguir dinero: recaudación, deuda o emisión monetaria. Si no queremos más deuda ni queremos que emita, esta es la opción".

"El problema en Argentina no es que sea un impuesto alto o bajo, tenemos una estructura tributaria regresiva, se le cobra más impuestos al que menos tiene, al que está más precarizado, incluso le llega menos del gasto del Estado, en esto emerge esta deuda pendiente de rehacer toda la estructura tributaria argentina, y que sea más distributiva en el ingreso", detalló.

Gil lo relaciona con la base del sistema capitalista: "La característica de sus regímenes fiscales es que son regresivos, gravan proporcionalmente más a quienes menos ganan y menos consumen. Son los llamados impuestos indirectos como el caso del IVA, que no impactan de la misma manera en variación de los ingresos".

"El debate sobre la redistribución de la riqueza es el motivo conceptual de este impuesto", agregó". No sé si está en línea con lo que impulsa el FMI, los idearios de gobierno nacional y popular debería ser aumentar los impuestos directos y disminuir los indirectos como el IVA, sería el principio general de una doctrina de un sistema más equitativo".

La abstención de la izquierda

Desde el Frente de Izquierda optaron por la abstención al proyecto, motivados por una crítica profunda y una fuerte defensa al proyecto propio del Impuesto a la Riqueza que presentaron en abril de este año, tan sólo unos meses antes de la presentación del oficialismo.

El proyecto de la izquierda planteaba una mayor tasa, mayor alcance, un ente regulador, destinos que no contemplaban la actividad petrolera y el gravamen sobre personas humanas y jurídicas.

Gloria Saéz señala que el mismo "fue cajoneado por el Gobierno Nacional y por la oposición; dijeron que iban a presentar un proyecto propio, se presentó en agosto y se cajoneó hasta los primeros días de noviembre".

Sobre el texto presentado por la izquierda, Sáez subrayó que "es más completo y mejor dirigido a las necesidades de la población, afectada por el ajuste". Criticó el proyecto del Gobierno en tanto "una maniobra para encubrir las medidas de ajuste, anti-obreras que está llevando a cabo".

Mencionó además la "incoherencia del Gobierno", que propone este "aporte solidario" en un marco de ajuste a los trabajadores. "Producen, al mismo tiempo, una serie de medidas que afectan directamente a los trabajadores y benefician a los capitalistas, como sacar la movilidad jubilatoria, aprobar el presupuesto de ajuste de 2021 que plantea sacar partidas de las ayudas sociales, los acuerdos con las mega factorías porcinas de China, la megaminería".

Sáez denuncia una "maniobra distractiva", de la misma manera que lo habrían hecho al presentar el Proyecto de Aborto Seguro, Legal y Gratuito mientras proponían por lo bajo otras medidas de ajuste.

Respecto al destino de las recaudaciones, Sáez planteó otra "gran denuncia". En el proyecto oficialista se plantea la compra de material médico y sanitario, vacunas, así como el aporte al programa Progresar, la urbanización de barrios populares y un fuerte incentivo a la exploración petrolera de YPF.

"Nosotros planteamos que el primer refuerzo era para el sistema sanitario, la incorporación de trabajadores de salud con planta permanente, ayuda a los desocupados, mientras que ellos plantean que el 45% va a estar destinado al subsidio para las patronales, las petroleras, el fracking de Vaca Muerta y el sistema de gas", diferenció. En esta dirección plantearon en su proyecto un Ente de Control integrado por trabajadores.

La situación de Chubut

La manera en que el impuesto afectará a Chubut es una de las mayores preocupaciones de la oposición. Gustavo Menna denunció que no se aplicará la coparticipación, y que será el Estado -fuertemente centralista- quién decidirá el destino de la recaudación.

"A todas las empresas unipersonales del país las va a afectar. En nuestra provincia hay muchos proveedores, contratistas del petróleo, de la pesca, muchos propietarios de barcos, son empresas unipersonales. Hay incluso plantas pesqueras que son unipersonales, todas esas pueden llegar a caer en el impuesto", argumentó.

Menna se refirió también a un "unitarismo acentuado" al sostener que "Los impuestos no se coparticipan con las provincias, va todo al Estado, y después lo distribuyen poniendo casi todos los fondos en la Provincia de Buenos Aires. Se usa la palabrita solidaria para congelar la jubilación, para cambiar la movilidad a los jubilados, el impuesto al dólar con ese 30% con el sector turístico que emplea casi 1 millón de personas del país".

Con un enfoque opuesto, Gil consideró que este impuesto "abre un horizonte de expectativas positivas para la región", no sólo por la coparticipación sino por la inversión en la industria hidrocarburífera.

"La energía va ocupar un lugar significativo en el desarrollo futuro del país, vemos expectativas para la actividad hidrocarburífera". Recordó que "todo impuesto tiene un efecto redistributivo. Es hasta positivo en ese sentido que una parte de la riqueza relativamente estática como son los grandes patrimonios se vuelve a un proceso dinámico de producción como son los hidrocarburos. Tenes las masas de capital acumulado para darles en mínima parte una dinámica de acumulación de inversión o apoyo a cierto tipo de industrias. Impuesto para las provincias que explotan hidrocarburos".

Por un país "más justo"

Menna sostuvo que a raíz de que el debate "no caló hondo en la sociedad", todavía se esperan reacciones adversas, particularmente de los sectores que deban pagar el impuesto. "A medida que empiezan a reaccionar, quizás se judicialice el reclamo; yo creo que va a generar mucho malestar como ya lo está generando en empresarios y algunos sectores del gobierno".

"Creo que muchas personas van a intentar judicializar", opinó Hernández y añadió: "es lamentable que lo tomen como una cuestión partidaria, de ‘gané yo, ganaste vos', hay que pensar que con esto va a ganar el país, va a ganar la gente, siempre intentan buscar estas salidas, estos vericuetos judiciales, además sabemos que muchos jueces responden a esta línea de pensamiento, quizás algunos de ellos tengan que hacer el aporte también".

"No sabemos cómo va a resultar la posibilidad final, nosotros tratamos de presentar siempre proyectos pensados para la gente", concluyó.

Debate sobre las grandes fortunas

Gil remarcó la utilidad del proyecto en la instalación del debate sobre las grandes fortunas en la Argentina. En la misma línea Farah expresó: "Se puede pensar que el capital es tuyo, que la propiedad privada es tuya, y está bien, pero nos olvidamos de lo colectivo. ¿Está bien que una persona tenga cinco casas que no usa mientras otros no tienen dónde vivir?"

"Cada uno mira la realidad desde donde puede, desde donde le parece, yo creo que hay injusticia, los poderosos se han valido de su poder para acumular más capital. El Estado debe actuar en las concentraciones de mercado. El capital debe estar en función del bien común, el capital es privado, pero tiene que estar en función del bien de todos", finalizó.