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Otro nocáut en plena pandemia: la nafta subió a $59 y acumula 534% de aumento en seis años

YPF anunció un nuevo aumento en el precio de los combustibles. El litro de nafta súper arrancó el año con un costo de 59 pesos en Comodoro Rivadavia. En seis años la suba fue de 534%. Hoy llenar un tanque de 45 litros cuesta 2.655 pesos y es un duro golpe al bolsillo de los usuarios, pero también afecta la suba del gasoil en los costos de transporte y su incidencia en la inflación.

Cada vez que sube la nafta se hace más difícil llenar un tanque y además detrás viene la escalada de precios por el modo en que impacta el precio del gasoil en el transporte. Con este aumento de enero a 59 pesos el litro de súper, en el último año la suba fue del 20,5% y en los últimos seis trepó al 534%.

Todas las excusas son buenas para las petroleras a la hora se subir los precios de los combustibles en el surtidor. Cuando no se trata del aumento del precio del petróleo, cosa que no viene sucediendo en los últimos tiempos, el pretexto ideal es el desfasaje generado con la suba del dólar.

Tras el aumento anunciado por YPF, todas las demás petroleras acomodarán los números de sus surtidores acompañando la variación alcista de la compañía con mayoría accionaria estatal.

En enero de 2015 el litro de súper en Comodoro costaba 9,30 pesos y ahora llegó a los 59 pesos; generando una suba de 534% en los últimos seis años. En 2015 llenar un tanque de 45 litros costaba 419 pesos y ahora 2.655 pesos.

Si la explicación de la suba de los combustibles se busca en la variación de los precios del petróleo, allí no se la puede encontrar porque el barril de WTI tuvo un aumento en seis años de apenas 3%.

En cambio, el dólar se transforma en la variable de ajuste que siempre justifica una nueva escalada de precios. El valor del peso frente al billete estadounidense tuvo una variación de 944% en seis años y ese el principal argumento con el que las compañías siguen subiendo el precio de los combustibles.

La única buena noticia es que la nafta no subió todo lo que escaló el dólar en los últimos años. La mala es que ése es justamente el objetivo que buscan las petroleras, intentando equiparar el aumento de los combustibles con las variaciones alcistas del billete verde.