Derecho a la imprescriptibilidad del abuso sexualLa violencia sexual y los crímenes contras las infancias han sido reconocidos como formas de tortura, un crimen de lesa humanidad. Los plazos de prescripción excluyen a miles de víctimas de violencia sexual cuando sus tiempos emocionales no coinciden con los plazos de las leyes.
El derecho al tiempo ha sido suficientemente estudiado. Las evidencias médicas y psicológicas disponibles, en revistas científicas e investigaciones clínicas a nivel mundial, dan cuenta de las secuelas provocadas por el estrés post traumático derivado de la violencia sexual.
Estas secuelas , muchas veces, provocan procesos físicos y mentales que inhiben la elaboración de un relato acerca de la vivencia traumática impidiendo que la víctima pueda develar la experiencia a adultos que puedan protegerlo y/o acceder al sistema de justicia dentro de los márgenes temporales y obtener asistencia para su recuperación. De la misma manera la complicidad social con el delito dentro de algunas de las familias, comunidades , instituciones religiosas o educativas contribuyen al silenciamiento y a la impunidad.
El abuso sexual en la infancia debe ser considerada como un problema grave de salud pública debiendo establecerse un tratamiento diferenciado en cuanto a los márgenes temporales y a la asistencia a los sobrevivientes.
La historia
En el año 2011 la llamada "Ley Piazza" modifico el Código Penal, ampliando la prescripción del abuso de menores de edad, estableciendo que el delito comenzaba a prescribir a partir de que la víctima cumpliera 18 años. Esta ley Piazza resultó un avance y permitió una ampliación de los casos de abuso sexual que fueron denunciados por las víctimas siendo personas adultas.
En 2015, el Honorable Congreso sancionó la ley 27.206, derogando la "ley Piazza", y estableciendo una nueva regulación respecto del instituto de la prescripción en los delitos sexuales y de trata de personas. Esta nueva norma determinó que cuando las víctimas de esos delitos fuesen menores de edad, el plazo de prescripción se suspende hasta tanto se formulen la denuncia
En 2018 se sancionó la ley 27.455 que modificó el artículo 72 del Código Penal de la Nación y que convirtió en delito de acción pública el abuso sexual infantil permitiendo que el inicio de las actuaciones judiciales y la investigación pueda ser llevada delante de oficio por los fiscales.
Nuestro objetivo es un avanzar en el derecho de las víctimas, sin importar su edad, a iniciar acciones legales sin límite de tiempo y que los delitos sexuales sean imprescriptibles. De esta manera asegurar que los delitos no queden impunes mediante la prescripción y que sea el Estado quien actúe como responsable de la protección y recuperación de la víctima.
El proceso por el cual atraviesan las víctimas de abuso sexual; el tiempo que transcurre entre el momento en el cual sucede el hecho y el momento en cual la victima puede contarlo, incluso denunciarlo, es en muchos casos un extenso periodo que incluso puede llevar años. Es necesario respetar el tiempo que las victimas necesitan, y por ello debemos tener una legislación acorde.
La justicia penal restaurativa
La Justicia Restaurativa toma en cuanta no sólo el análisis de los daños que el delito genera en la víctima sino que obtenga una justa reparación .
Una justicia restaurativa se logra con respeto hacia las víctimas que propicie la superación de los traumas producidos por el delito. La posibilidad que tengan los niños y las niñas de poder disponer del proceso es a su vez la posibilidad que se genere algunos grados de bienestar y que s las penas cumplan con un fin preventivo.
Necesitamos un cambio
Un cambio en este sentido sería un reconocimiento histórico a los miles y miles de victimas que han sufrido en silencio y soledad este crimen, soportando las secuelas y muchas veces perdiendo o hipotecando sus vidas.
Esta transformación también ayudaría en la deconstrucción de las miradas y narrativas adultocentrica y objetal hacia la infancia. Este año y a partir de febrero comenzaremos a trabajar desde Aralma , Asociación civil y junto a otras organizaciones por la imprescriptibilidad del abuso sexual padecido en la infancia y apoyaremos los proyectos de ley que consideremos más adecuados para conseguir justicia y asistencia para los sobrevivientes.
Fuente: Sonia Almada
La violencia sexual y los crímenes contras las infancias han sido reconocidos como formas de tortura, un crimen de lesa humanidad. Los plazos de prescripción excluyen a miles de víctimas de violencia sexual cuando sus tiempos emocionales no coinciden con los plazos de las leyes.
El derecho al tiempo ha sido suficientemente estudiado. Las evidencias médicas y psicológicas disponibles, en revistas científicas e investigaciones clínicas a nivel mundial, dan cuenta de las secuelas provocadas por el estrés post traumático derivado de la violencia sexual.
Estas secuelas , muchas veces, provocan procesos físicos y mentales que inhiben la elaboración de un relato acerca de la vivencia traumática impidiendo que la víctima pueda develar la experiencia a adultos que puedan protegerlo y/o acceder al sistema de justicia dentro de los márgenes temporales y obtener asistencia para su recuperación. De la misma manera la complicidad social con el delito dentro de algunas de las familias, comunidades , instituciones religiosas o educativas contribuyen al silenciamiento y a la impunidad.
El abuso sexual en la infancia debe ser considerada como un problema grave de salud pública debiendo establecerse un tratamiento diferenciado en cuanto a los márgenes temporales y a la asistencia a los sobrevivientes.
La historia
En el año 2011 la llamada "Ley Piazza" modifico el Código Penal, ampliando la prescripción del abuso de menores de edad, estableciendo que el delito comenzaba a prescribir a partir de que la víctima cumpliera 18 años. Esta ley Piazza resultó un avance y permitió una ampliación de los casos de abuso sexual que fueron denunciados por las víctimas siendo personas adultas.
En 2015, el Honorable Congreso sancionó la ley 27.206, derogando la "ley Piazza", y estableciendo una nueva regulación respecto del instituto de la prescripción en los delitos sexuales y de trata de personas. Esta nueva norma determinó que cuando las víctimas de esos delitos fuesen menores de edad, el plazo de prescripción se suspende hasta tanto se formulen la denuncia
En 2018 se sancionó la ley 27.455 que modificó el artículo 72 del Código Penal de la Nación y que convirtió en delito de acción pública el abuso sexual infantil permitiendo que el inicio de las actuaciones judiciales y la investigación pueda ser llevada delante de oficio por los fiscales.
Nuestro objetivo es un avanzar en el derecho de las víctimas, sin importar su edad, a iniciar acciones legales sin límite de tiempo y que los delitos sexuales sean imprescriptibles. De esta manera asegurar que los delitos no queden impunes mediante la prescripción y que sea el Estado quien actúe como responsable de la protección y recuperación de la víctima.
El proceso por el cual atraviesan las víctimas de abuso sexual; el tiempo que transcurre entre el momento en el cual sucede el hecho y el momento en cual la victima puede contarlo, incluso denunciarlo, es en muchos casos un extenso periodo que incluso puede llevar años. Es necesario respetar el tiempo que las victimas necesitan, y por ello debemos tener una legislación acorde.
La justicia penal restaurativa
La Justicia Restaurativa toma en cuanta no sólo el análisis de los daños que el delito genera en la víctima sino que obtenga una justa reparación .
Una justicia restaurativa se logra con respeto hacia las víctimas que propicie la superación de los traumas producidos por el delito. La posibilidad que tengan los niños y las niñas de poder disponer del proceso es a su vez la posibilidad que se genere algunos grados de bienestar y que s las penas cumplan con un fin preventivo.
Necesitamos un cambio
Un cambio en este sentido sería un reconocimiento histórico a los miles y miles de victimas que han sufrido en silencio y soledad este crimen, soportando las secuelas y muchas veces perdiendo o hipotecando sus vidas.
Esta transformación también ayudaría en la deconstrucción de las miradas y narrativas adultocentrica y objetal hacia la infancia. Este año y a partir de febrero comenzaremos a trabajar desde Aralma , Asociación civil y junto a otras organizaciones por la imprescriptibilidad del abuso sexual padecido en la infancia y apoyaremos los proyectos de ley que consideremos más adecuados para conseguir justicia y asistencia para los sobrevivientes.
Fuente: Sonia Almada
