Patagonia

Agotados y mal pagados, los trabajadores de salud sostienen en Chubut a un sistema al borde del colapso

El panorama generado por el rebrote del COVID-19 en Chubut complica la situación que se vivió a lo largo de 2020. A través de una secuencia de opiniones que recolectó El Extremo Sur entre los trabajadores de la salud se refleja claramente la complejidad del problema. Los testimonios en primera persona evidencian que la saturación del sistema sanitario es un fantasma cercano que vuelve a hacerse presente y cuya angustia se padece casi todos los días en los hospitales públicos. Los trabajadores de la salud llevan casi un año enfrentando la lucha contra la pandemia mientras sufren el agotamiento y el abatimiento generado por los salarios atrasados. La suma de esos factores constituye una tormenta perfecta que estresa la vida y la economía de miles de empleados públicos provinciales.

Complejo panorama por el brote en Esquel

Elvira Gauna, médica en un Centro de Salud de Esquel

Aumento de casos: "Aquí hay una elevada circulación viral comunitaria disparada desde que se abrió la circulación intra provincial para las fiestas de fin de año. Es muy grave el brote y por ejemplo en la U14 (Unidad Penal de Esquel) hay más de 110 infectados de Covid".

Deterioro de servicios: "Yo coordino un centro de salud y estamos trabajando organizados desde marzo en centros verdes para enfermos no Covid y sostén de los programas. Además, tenemos el cetro rojo exclusivo para Covid. El hospital se restringe prácticamente a Covid y patología de urgencia, funcionando casi como un hospital de agudos; con el deterioro lógico de los servicios que se brindaban tiempo atrás".

Años de sueldos atrasados: "Nuestro sector lleva más de dos años de conflicto laboral y salarial, casi desde que Arcioni asumió la gobernación en el segundo semestre de 2018. A esta altura nos adeudan el equivalente a tres masas salariales (deuda compuesta por sueldo de diciembre, medio aguinaldo de diciembre, sueldos parciales desde mediados de 2019 por incumplimiento de cláusulas gatillo y falta de recategorizaciones)".

Agotamiento y maltrato: "Faltan algunos insumos, o llegan a cuentagotas. Trabajamos agotados y bajo presión. Hay servicios con escasos recursos pues varios compañeros se han enfermado. Se siente el maltrato en la falta de valoración al esfuerzo que hacemos trabajando en estas condiciones. También la falta de valoración hacia nosotros por las decisiones que se toman en relación al manejo de la pandemia a nivel provincial y municipal con la reapertura de todo, permitiendo que se mezclaran zonas de la provincia (y país) con alta circulación viral con otras en la que no había prácticamente casos".

Indolencia social: "Eso lo estamos afrontando los trabajadores de salud, muchos sin tomar licencia y bancando las vacaciones de otros sectores sociales. También se observa indolencia en las conductas de algunos sectores sociales, comprensible en parte por el sometimiento a medidas en extremo restrictivas y represivas durante muchos meses en que ni siquiera había casos provinciales, sumado al desconcierto de medidas de manejo de cuarentena valoradas como incoherentes por parte de los ciudadanos. No descarto tampoco que haya sectores interesados solo en su beneficio económico y otros guiados exclusivamente por el individualismo y falta de solidaridad".

Comodoro atrapado en una nueva escalada

Paul Muñoz, enfermero del Hospital Regional de Comodoro

100 pacientes por hora: "El año pasado se centró todo en el tema del Covid, si bien se atendieron otras patologías, yo estuve un tiempo trabajando en los pisos y muchos compañeros trabajando con el tema de los hisopados dentro y fuera del hospital. Hemos llegado a tener un tránsito de 100 personas por hora con síntomas de Covid y se las va distribuyendo en función de la evaluación que se le hace en puesto de ingreso".

Ánimo y vocación: "El ánimo de los trabajadores es muy difícil de traducir en palabras porque ha sido como un sube y baja. El trabajador del Hospital Regional es muy vocacional y hay muchas cosas que se hacen de todos modos aunque el ánimo no es el mejor. Se hace lo que se tiene que hacer. Si bien nos llaman héroes, los héroes son los que están fuera del hospital porque nosotros contamos con los equipos y ya hemos enfrentado otras situaciones complicadas en años anteriores".

Atraso y multitarea: "El tema de los atrasos salariales nos viene golpeando desde hace varios años, pero nos hemos ido acomodando en los económico. En general somos optimistas pero ese optimismo se va quebrando. Muchos trabajan largas horas, con jornadas de 8 o 12 horas, y hasta tienen más de un trabajo. Ni siquiera de esa manera alcanza. A veces se hace mal en contra la gente que se moviliza porque no siempre todos podemos asistir a las marchas o las protestas, muchas veces no hay ánimo para salir porque uno está desesperanzado y espera lo mejor del gobierno para que cumpla con sus obligaciones".

Malestar con el gremio: "No solamente hay malestar por el atraso salarial con la patronal sino también con el sector gremial porque no tiene una postura clara frente al tema, la gente se decepciona y entra en la desesperanza a la espera de que en algún momento se pueda cobrar. No estamos conformes de que nos traten de esta forma, nunca paramos de trabajar y el atraso es muy grande. A pesar de eso nunca dejamos de cuidar a nuestros pacientes, tanto el personal administrativo como el que está al frente de los pacientes".

Insumos suficientes: "El año pasado tuvimos insumos y se pudo trabajar con el equipo de protección personal, pero en el Hospital Regional la falta de insumos es histórica y viene de hace muchos años; siempre es poco en función de lo que necesita, más aún con el tema de los descartables".

Federico Marín, acompañante terapéutico y tallerista del Centro de Día de Salud Mental en Comodoro

Seguir a pesar de todo: "A pesar de no percibir el salario en tiempo y forma y no tener aumentos salariales la primera línea de Salud ha seguido trabajando durante la pandemia producto de una vocación muy fuerte que tiene el trabajador de la salud. También hay que decir que los gremios, como ATE provincial, han llamado a desmovilizar y sostener al gobierno".

Faltantes históricos: "Históricamente la salud pública ha tenido faltante de insumos y al inicio de la pandemia había sólo 7 camas de terapia intensiva y lo mismo para el sector pediátrico, todo para una población de casi 400 mil habitantes; estamos muy por debajo de lo que se recomienda. El número de camas es súper bajo, pero también falta personal específico para atender una UTI".

Atención inadecuada: "Todos los servicios del hospital tienen faltantes de recursos e insumos. Por ejemplo, en el Centro de Día de Salud Mental no tenemos edificio propio y desde 2006 siempre estuvimos saltando de un lugar para el otro. Hace dos años se derrumbó el techo y no lo resuelven, funcionando casi sin presupuesto o ingreso de personal. Servicio que uno toque está destrozado o vaciado y eso es muy jodido para atender como corresponde a los pacientes".

La situación en Puerto Madryn y Trelew

Denise Acosta, médica epidemióloga del Hospital Zonal de Madryn

Agotamiento: "En el sistema de Salud Pública se está trabajando con la misma intensidad que desde el principio. Lógicamente estamos agotados, pero nunca se paró, aunque se otorgaron algunas licencias; pero eso se frenó nunca. Yo por ejemplo no me tomo vacaciones desde julio de 2019".

Evitando la saturación crítica: "El Hospital de Madryn ha gestionado con las empresas donaciones para tener los recursos críticos, pero la cantidad de camas sí es un problema crítico por la demanda del sector de alta complejidad. Al inicio de la pandemia pudimos duplicar o triplicar la cantidad de camas para dar respuesta y no tuvimos que dejar a nadie sin atención".

Más trabajo y menos salario: "Ahora el número de casos aumentó de nuevo considerablemente y las consultas de guardias están aumentando mucho, con el personal mucho más cansado. Tanto por el año que ya pasamos y porque los problemas con los sueldos atrasados, con los efectos mucho más difíciles para los que menos ganan porque hay compañeros que apenas llegan a los 30 mil pesos y para ellos todo se hace más agotador".

Compromiso y vocación: "A veces se ve a algunas personas que tienen un compromiso parcial en cuanto a colaborar con los sectores que están con mayor caudal de trabajo, volcándose a su actividad privada en lugar de profundizar su colaboración con el sector público. Eso también es una realidad que nos duele a los que estamos trabajando mucho. Está bien convocar a voluntarios como está haciendo ahora el Ministerio; pero sería necesario comprometer al personal con que se cuenta, al que se le paga con mucho atraso y por debajo de lo que se debería, aunque aún así la vocación de servicio debería estar más presente".

Manejos políticos en pandemia: "Se observa mucho el manejo político de la pandemia como cuando vemos las noticias de que se le quieren aplicar sanciones a las personas o niños que no usan tapabocas cuando el riesgo al aire libre es muy bajo. Mientras tanto, siguen existiendo las fiestas clandestinas y no se controlan. Esa falta de controles nos saca mucha energía porque parece que todo está al revés y cada uno hace lo que quiere".

Diego Oria, trabajador del sector APS en el Área Externa del Hospital Zonal de Trelew

Descontento y falta de camas: "Hay un descontento general por los atrasos del Gobierno provincial en la administración pública. La pandemia ni bien llegó nos puso a full con el trabajo y hoy el contexto general no es muy fácil, si bien en Trelew no faltan insumos se nota mucho la falta de infraestructura y la falta de camas con respiradores; algo que también se produce en el ámbito privado".

Reclamos y pandemia: "La pandemia no nos ha permitido reclamar como corresponde por todo este panorama de enorme atraso salarial y cláusulas gatillo adeudadas impagas, pero el gremio SISAP está evaluando realizar un paro para principios de febrero. Es muy probable que tengamos un año con muchas protestas en las calles".

Al borde del colapso: "En el Hospital de Trelew tenemos un 90% de la terapia de adultos ocupada, con la guardia funcionando como una terapia más; y el sector privado también ha dado muestras de saturación. De no llegar la vacuna vamos a tener un problema importante que nos va a tener muy atareados".