El propio Galindo le contó al Cacique Alejandro Quilchaman, que «había llegado el trabajador petrolero Néstor Melo, de Comodoro, con 4 chatas». Desde ese día se desconoce el paradero de Galindo Melo».
La Comunidad «El Chalía» se encuentra a 20 km. de la localidad de Ricardo Rojas, en el suroeste de Chubut, y la condición de «pobreza estructural» en la que viven, no es desconocida por el Gobierno ni por organizaciones sociales, como el Sindicato de Camioneros, Diario Crónica, la CAI... que llegaron hasta allí con donaciones solidarias en varias oportunidades.
En esta Comunidad, y en el marco de un Plan Habitacional con Mano de Obra Local, el Estado construyó 6 viviendas. La casa n° 6 le fue construída para Galindo Melo, poblador de arraigo en el lugar.
Desde hace 1 año, uno de los sobrinos de Galindo, Néstor Melo, que no vive en la Comunidad, que se crió en #ComodoroRivadavia y que es trabajador petrolero de CAPSA desde hace 17 años... con actitudes patoteriles y violencia física, le usurpó la casa.
«Con una mirada distinta sobre las tierras indígenas», el trabajador petrolero llevó animales al terreno y contrató a Guillermo Patela como peón. El propio sobrino desalojó a su tío de la vivienda y allí dejó al peón Patela.
A la fuerza y a los golpes tiraron a Galindo en la casa del fondo, una casita de adobe caída abajo, que fue de sus padres. Ante el ataque y la sustracción de la documentación del campo y la vivienda, la abogada de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios de la UNPSJB, Sonia Ivanoff, presentó un interdicto en la Justicia para recuperar la vivienda y la documentación del campo y, en Noviembre de 2020, el Juez de #Sarmiento, Gustavo Antún, resolvió la restitución de la vivienda y de la documentación. Orden que no se cumplió.
La abogada Ivanoff señaló que «luego de iniciada la feria Judicial, el 2 de Enero, llegaron al campo, camionetas de petroleros, que se instalaron en la vivienda. El propio Galindo le contó al Cacique Alejandro Quilchaman, que «había llegado Néstor Melo de Comodoro, con 4 chatas». Desde ese día se desconoce el paradero de Galindo Melo».
«No hemos podido denunciar esta situación en el marco de la Pandemia de Covid. Sí tomó conocimiento el INAI (que dijo no poder intervenir por tratarse de un «problema interno») y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), pero infructuosamente, hemos tratado hacer la denuncia y no lo conseguimos», aseguró la abogada.
Y relató: «En la policía de Ricardo Rojas sólo responde la máquina de Fax, la Comisaría de Lago Blanco no tiene personal... También llamamos a la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, en donde dicen que no tienen conocimiento de esta situación pero tampoco mandan una comitiva para averigüar y controlar a un grupo de gente de Comodoro que se traslada a vacacionar a una comunidad aborigen, en plena pandemia, en donde hay personas mayores y con enfermedades preexistentes»...
Ivanoff señaló que sí se pudo constatar en esta semana, por medio de un enfermero de Ricardo Rojas que se llegó hasta la vivienda, que se encuentran allí conviviendo un «grupo numeroso de personas».
«Creemos que, por temor, Galindo pudo haber tomado la decisión de irse... no lo sabemos. Su familia, sus hijos desconocen su paradero. Pedimos que tomen intervención las autoridades que correspondan», expresó la abogada. El video fue registrado el año pasado, y se ve a Galindo Melo mostrando como le tiraron sus cosas y lo dejaron en la casita de adobe que fuera de sus padres.
