Sociedad

Maradona jugó con Messi, pasó por Atlético y desató la furia del Indio Solari

Pocos recuerdan su paso por 25 de Mayo y Chile, pero sí sus paredes con el 10 del Barcelona. El día que reemplazó al Pulga Rodríguez y el enojo del maestro Solari cuando se escapaba de la concentración. Un crack que no fue y terminó jugando con los carteles más pesados de México por plata y bajo amenaza.

"Este chico puede jugar en el Barcelona si quiere, pero tiene mierda en la cabeza". Jorge "El Indio" Solari no lo puede creer. Ayer nomás Maradona la rompió contra Central Córdoba pero hoy ya no tiene más ganas de entrenar ni de jugar en Atlético Tucumán. Esta es la increíble historia de Sergio Maradona, el pibe con el apellido más pesado del mundo, que brilló en las inferiores de Newell's a la par del mismísimo Lionel Messi, que fue tapa de Olé a los 11 años y tuvo un paso por 25 de Mayo y Chile antes de terminar jugando por plata con los más peligrosos carteles de droga mexicanos.

Periodistas de todo el mundo llegan a Rosario buscando conocer más sobre la vida y la infancia de Lionel Messi. Cuando al profe Carlos Morales le preguntan una clásica cómo '¿quién es mejor, Messi o Maradona?' él elude como un viejo wing derecho de esos que jugaban bien pegados a la raya y de los que ya no vienen y retruca: "¿A qué Maradona se refiere? ¿A Maradona, el de la Selección? Porque hay dos Maradonas".

En una crónica publicada por la Revista Líbero, Morales recordó que Sergio Maradona "era un año más joven que Messi, aunque un torneo lo jugaron juntos, en Mar del Plata. En esos años yo siempre titubeé. Siempre pensé que Sergio iba a ser un crack. Pero no se dio. Por las circunstancias de alrededor, calculo, no por él".

Ese torneo y esa historia fue hoy recreada por el popular Club de Hilos de Fútbol, que recordó "El día que Messi jugó con Maradona" en un torneo disputado en Villa Ramallo en 1999, donde Newell's presentó un equipo dirigido por Ernesto Vecchio que fusionaba a los mejores valores de las categorías 87' y 88' donde brillaban tres enganches: Lionel Messi por derecha, Sergio Maradona por la izquierda y Mauro Formica, todavía hoy número 10 de la Lepra, por adentro.

Newell's salió campeón con un andar maravilloso de Messi y Maradona: en las semifinales ganaron 5 - 0 a Conesa, con 3 de Lio y 1 de Sergio, mientras que la final contra El Fortín fue 2 - 0, con un gol de cada uno. Messi fue el goleador del torneo con 15 goles en 6 partidos, pero fue Sergio Maradona el que ocupó la tapa de Olé en enero del 2000 después de romperla en el Mundialito Juvenil de Mar del Plata.

"No nos ganaba nadie, los limpiábamos a todos. Puro ganar, no perdíamos casi. Hasta que llegó enero de 2000, el Mundialito de Mar del Plata. Yo tenía 11 años y giraba casi todo en torno a mí. En una de las semifinales bailamos a Boca, le ganamos 4-1 con dos goles míos", rememoró Maradona en la Revista Líbero, que realizó arduas gestiones para dar con el crack que no fue.

Cuando estaba en la Séptima de Newell's, le salió una prueba en River, pero dejó porque en el Millonario eran rigurosos con los estudios. "Me pudrí y me volví a mi casa. Mi familia me quería matar", se sinceró. Pasó por Unión de Santa Fe antes de volver al barrio Moderno, de Rosario. Cuando parecía que pasaba el tren del fútbol, le surgió la posibilidad de llegar al Club Atlético Tucumán.

En agosto de 2007, El Decano tucumano realizaba la pretemporada en Arroyo Seco bajo las órdenes de Jorge "El Indio" Solari, ratificado en su cargo tras aquella inolvidable y dolorosa serie ante Guillermo Brown de Puerto Madryn. Se comenzaba a gestar el gran equipo que conseguiría el ascenso a la B Nacional con figuras como Lucas Ischuk, Ezequiel Luna, Martín Granero, Diego Erroz, Sebastián Longo, César Montiglio, Claudio 'Capé' Sarría, Héctor 'Yaya' Álvarez, entre otros y dos jóvenes promesas del fútbol tucumano que la rompían: Luis Miguel Rodríguez y Pablo Hernández.

Sergio Maradona se sumó a la pretemporada y la rompió en un amistoso ante Central Córdoba de Rosario. Pero el crack que no fue desapareció de la concentración en Arroyo Seco: "Yo estaba enamoradísimo de mi novia, Denise. Un día no dije nada y me fui: me vine a Rosario a verla a ella y mi familia", se excusó.

El Indio lo fue a buscar a Rosario y lo trajo a las puteadas de regreso: "¿Tu novia? Maradona, ¿vos sabés lo que te va a dar Atlético? Te van a sobrar las mujeres, te vas a cansar de eso... No me rompás los huevos, yo estoy apostando todo por vos, tenés una capacidad tremenda. Podés jugar donde quieras, pero tenés mierda en la cabeza. Mierda tenés", arremetió el por entonces técnico Decano.

"Yo pensaba en otra cosa. Mis compañeros me cargaban con que era el hijo del Indio", confesó, pero se volvió a quedar en su casa: "Era un día no más, porque a la mañana siguiente teníamos que viajar a Tucumán, donde jugábamos contra Talleres de Córdoba. Entonces me levantó mi mamá: 'Dale, mi amor, que te tenés que ir'. No quiero, le dije. 'Bueno, arreglate con tu padre'. A mí no me importaba nada, yo quería estar en mi casa", recreó Maradona.

Solari apareció nuevamente en persona a buscarlo: "Se apareció con un traje italiano, vestido de primera. Entonces le dijo a mi papá: 'Este chico puede jugar en el Barcelona si quiere, pero tiene mierda en la cabeza'". Otra vez El Indio al rescate de Maradona, en lo que parecía ser el comienzo de una histórica aventura juntos.

Sergio Maradona volvió a Tucumán pero apenas jugó 58' con la camiseta Celeste y Blanca. Reemplazó a Hernández en un 3 - 1 contra Juventud Antoniana de Salta y a El Pulga Rodríguez en un empate 1 - 1 contra Luján de Cuyo. "Pulguita, muy aplaudido, le dejó el lugar a Maradona. Como el pibe no es Diego, los hinchas se la agarraron con él desde el primer contacto", sentenció una crónica de Argentinoa.blogcindario.com.

Maradona terminó escapándose de Atlético: "Un ayudante de campo, una noche, lo ayudó a escapar como un polizón, y Maradona se volvió a su casa", apunta Libero. "Debutó en 2007. No aguanto 5 partidos y, aun con la insistencia de su DT, el famoso Indio Solari, Maradona se escapó. Extrañaba, se fue", afirma el Club de Hilos de Fútbol. Maradona no volvió a ponerse la camiseta del Deca.

Su carrera siguió en México, en Albinegros de Orizaba, el club más antiguo del fútbol de ese país. No llegó a disputar ni 10 partidos antes de irse peleado con todos por salir con su hija y pasar a jugar torneos 'rancheros'. Se cambió el nombre y sin el peso de ser Maradona la rompió toda y volvió al ascenso mexicano en Mapaches de Nueva Italia, cuyo presunto dueño resultó ser Wenceslao Álvarez Álvarez, una de las células de La Familia, el cartel narco de Michoacán.

Sin el apellido Maradona, llegaron a la final contra Michacán B, de otro cartel narco. Antes, se escapó y le mandaron un avión y más plata que la que pedía antes. Era la estrella del equipo. Cuando ganaban la final, fue reemplazado. La camioneta del técnico, con el entrenador adentro, fue prendida fuego, quemada totalmente.

Rechazó entrar al "negocio familiar" del cartel mexicano y se escapó de nuevo, esta vez a la Argentina. Pasó por muchos clubes del ascenso y por Bolivia, pero su carrera nunca despegó como se esperaba cuando tiraba paredes con Messi."Yo sé que si hubiera hecho las cosas bien, hoy no tendría problemas. Pero bueno, uno toma buenas o malas decisiones en la vida, y yo estaba muy solo. Me las creía todas. Yo soy muy humilde y mi familia es todo", cerró el crack que no fue.

Fuente: El tucumano