El mundo

La Unión Europea y AstraZeneca: la guerra por las vacunas

Por Héctor Miranda Pérez - MOSCÚ (Sputnik).

La producción de vacunas contra el COVID-19 parecía ir muy bien en Europa, pero los incumplimientos de AstraZeneca alertaron a la Comisión Europea, que impuso a todas las farmacéuticas un férreo control sobre sus exportaciones, algo así como que pagarán justos por pecadores.

A finales de la semana anterior AstraZeneca adelantó que no podía cumplir con el calendario establecido para la entrega de las vacunas, y la Unión Europea, que destinó 2.700 millones de euros para el desarrollo de las mismas, sospecha que alguna irregularidad hay detrás de las producciones y decidió establecer nuevos y rigurosos controles para la venta allende las fronteras de los países miembros.

Según medios de prensa, el incumplimiento del referido laboratorio podría tener como trasfondo la venta a otros países, a los cuales les estarían dando prioridad porque pagarían por dosis un precio superior al que abona Europa, que solo llega a 1.78 euros por unidad.

Las nuevas obligaciones

La comisaria de Salud de la UE, la chipriota Stella Kyriakides, dejó claro en una reunión del consejo de dirección de la Comisión encargada de la estrategia europea para las vacunas con representantes de AstraZeneca, que "en el futuro, todas las compañías que produzcan vacunas contra el COVID-19 en la UE tendrán la obligación de proporcionar una notificación previa cuando deseen exportar a terceros países".

Y si las palabras de Kyriakides no fueron suficientemente claras, la Comisión propuso la creación de un mecanismo de transparencia para las exportaciones, lo cual representará una camisa de fuerza para los productores, que no tendrán otra opción que someterse al escrutinio de la Unión Europea antes de vender su producción más allá de las fronteras de la UE.

La comisaria de Salud no está sola en esta cruzada contra AstraZeneca, porque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también hizo su parte y llamó al delegado de la productora, Pascal Soriot, para recordarle que debe cumplir con las entregas en el tiempo establecido, sobre todo porque la UE les había adelantado mucho dinero para asegurarlo.

Alemania a favor de los controles

El Gobierno alemán fue uno de los primeros en respaldar las restricciones a las exportaciones de vacunas, impuesta por la UE a aquellas producciones que se realizan en territorio común.

"La limitación a las exportaciones es una medida razonable", indicó el ministro de Sanidad germano, Jens Spahn, en declaraciones a los medios este martes 26 de enero.

A los incumplimientos de AstraZeneca se suma la reducción de las entregas por parte de la compañía estadounidense Pfizer, que usó como justificante las obras de construcción en su planta en Bélgica.

Todos estos atrasos conspiran contra los planes de inmunización de los países de la Unión Europea, muchos de los cuales están entre el grupo con más casos de contagios y muertes en el mundo, como España, Francia o Italia, por solo mencionar tres.

Y también constituyen la causa de las molestias de la comisaria Kyriakides, quien recordó que "la UE ha prefinanciado el desarrollo de la vacuna y la producción y quiere ver los beneficios", razón por la cual quiere detalles pormenorizados de las producciones de AstraZeneca.

Es necesario "saber exactamente qué dosis ha producido hasta ahora AstraZeneca, y dónde, y a quién se han entregado, si es que se han entregado", comentó Kyriakides, quien no olvida que la CE llegó a un acuerdo para adquirir 400 millones de dosis de la vacuna, la cual podría tener su autorización comercial para finales de la presente semana, y luego de que consiguieran el permiso las de Pfizer y Moderna.

La OMS por un reparto equitativo

Mientras, la OMS insiste en un reparto equitativo de las vacunas y advierte que de no hacerse así los países más pobres lo pagarían con vidas, lo cual constituiría un fracaso moral catastrófico.

La semana anterior, Tedros Adhanom Gebreyesus, el director de la Organización Mundial de la Salud, condenó la actitud de algunos países ricos y de algunas compañías y denunció que, a pesar de que defienden el acceso equitativo, le dan prioridad a los acuerdos bilaterales, en lugar de integrarse al COVAX, una iniciativa de la OMS para garantizar que personas de cualquier nación o clase social pueda inmunizarse.

"Esto está mal. La situación se ve agravada por el hecho de que la mayoría de los fabricantes han priorizado la aprobación regulatoria en los países ricos donde las ganancias son más altas, en lugar de presentar expedientes completos a la Organización Mundial de la Salud. Esto podría retrasar las entregas de COVAX y crear exactamente el escenario que fue diseñado para evitar, con el acaparamiento, un mercado caótico, una respuesta descoordinada y una disrupción social y económica continua", comentó el titular de la OMS.

Según sus consideraciones, este accionar solo pone en riesgo a los más pobres y a los más vulnerables, en tanto Occidente prioriza aquello de "yo primero", algo a lo que puede estar ayudando la UE con los controles a la exportación de vacunas producidas en su territorio.

Lo cierto, las vacunas contra el coronavirus están y estarán en los próximos años entre los productos de mayor demanda del mundo y asegurarse su producción y sus mercados puede deparar pingues ganancias, y tal vez sea esa la razón por lo cual AstraZeneca quiere escapar a los controles de la UE, el mismo motivo por el que la UE quiere recibir la mercancía por la cual adelantó una suma cercana a los 400 millones de euros.