Petróleo

Producción petrolera y regalías: Chubut cerró con indicios positivos el primer año de pandemia

2020 dejó un saldo mucho menos desalentador para Chubut en materia petrolera de lo que podría haberse esperado. La segunda mitad del año mostró una tenue recuperación de la producción de crudo y las regalías petroleras se fueron incrementando en pesos en base a la devaluación y el aumento del barril. Diciembre fue el mejor mes de la pandemia para la provincia y reflejó el menor nivel de baja productiva del segundo semestre, mientras que subieron las regalías en pesos. 2021 no promete dar lugar a grandes expectativas, pero tampoco augura una profundización de la crisis.

La segunda mitad de 2020 reflejó para Chubut signos de recuperación petrolera. Aunque no son datos que permitan afirmar que la crisis ha sido superada, los indicadores mostraron elementos auspiciosos para este 2021 que acaba de iniciarse.

El arranque del año pasado había planteado una perspectiva muy auspiciosa en materia petrolera para la provincia, especialmente porque se sostenía estable el ritmo productivo de crudo Escalante.

La devaluación del peso y el elevado precio internacional del barril -65 dólares- acrecentaban notablemente las regalías, presagiando un comienzo muy promisorio de 2020 para Chubut. Fue así que en enero ingresó a las arcas de la provincia un 80% más de regalías petroleras en pesos. Esa tendencia alcista se extendió hasta febrero, con una suba respecto de 2019 que llegó al 55%; más allá de que la pandemia de Coronavirus ya estaba rodando por el mundo y las miradas se posaban sobre Wuhan o los primeros efectos en Europa.

Con la llegada de marzo de 2020 los pronósticos promisorios estallaron por los aires. El virus había ingresado y se diseminaba por el país, se instrumentó la cuarentena estricta y los efectos se fueron potenciando.

El mundo se seguía frenando económicamente para enfrentar el avance del COVID-19, el consumo de crudo mundial decrecía abruptamente y la producción petrolera de Chubut sintió duros los efectos de una nueva crisis internacional; que afectó directamente la recaudación provincial.

Hasta marzo la provincia había logrado obtener ingresos promedio por regalías que fueron 46% más elevados que los de 2019, y solamente en un trimestre se acrecentaron en cerca de 1.600 millones de pesos.

En ese mismo período de tiempo la extracción de crudo Escalante había promediado una leve baja de 0,7% y sólo se habían dejado de producir 100 mil barriles.

El peor sacudón de la pandemia

Entre el segundo y el tercer trimestre del año pasado la provincia transitó por el momento más crítico en cuanto a los niveles de producción de crudo y las regalías decrecieron a un ritmo importante durante los meses de abril y mayo, para luego ir encontrando un nivel de equilibrio que siguió siendo a la baja por lo menos hasta agosto.

La retracción de la extracción petrolera en Chubut rondó el 5,6% entre abril y septiembre pasado, lo que significó que los yacimientos dejaron de producir más de 1,5 millones de barriles en esos seis meses.

La actividad estuvo paralizada casi en su totalidad, los trabajadores fueron enviados a sus casas y solo se sostenían guardias mínimas. Los meses de julio, agosto y septiembre tuvieron las mayores retracciones productivas con casi un millón de barriles menos extraídos.

Si bien las regalías en dólares se desplomaban por los efectos de la baja internacional del crudo -que en abril alcanzó su punto más bajo con 23 dólares y la psicosis colectiva por las jornadas de valores futuros negativos-; los ingresos traducidos a pesos no sufrían el mismo efecto debido a que el peso perdía casi cotidianamente terreno frente al dólar.

Ese efecto devaluatorio no logró equiparar en su totalidad los retrocesos de los ingresos y así fue como en el segundo y tercer trimestre Chubut vio decrecer las regalías en pesos en 18%. Eso hizo que se esfumaran los 1.600 millones recaudados en el primer trimestre.

Los meses de abril y mayo habían dejado retrocesos de las regalías en pesos que rondaron 45% de caída, a lo que se debía sumar el efecto inflacionario sobre los gastos que el Estado provincial debía enfrentar para darle respuesta a la pandemia.

No obstante, septiembre reveló signos de recuperación tanto en los niveles de producción y suba del precio internacional, lo que terminó reflejándose en las regalías traducidas a pesos que por primera vez desde marzo tuvieron un tenue resultado positivo.

Último trimestre esperanzador

En el lapso que va de octubre a diciembre se siguió reflejando una contracción en los niveles de producción de crudo en Chubut, pero a un ritmo bastante menor del que se había experimentado en el peor momento de la pandemia. La baja trimestral fue de 5% promedio y los yacimientos de la provincia dejaron de producir poco más de 700 mil barriles.

Esa reducción productiva no se tradujo linealmente en los niveles de recaudación provincial ya que el crudo siguió subiendo internacionalmente y la devaluación continuó ayudando a que las regalías en pesos tuvieran un equilibrio alcista.

Aunque en el último trimestre del año se recaudó casi la misma cantidad de pesos por regalías que en 2019, con un leve promedio al alza de 3,8%; diciembre fue el mes que encendió las esperanzas con vistas a este 2021.

En el último mes de 2020 las regalías en pesos aumentaron 10,5% respecto de las cobradas en el final de 2019, y de esa manera se abrió un camino de opciones positivas en materia de recaudación por la producción petrolera.

Habrá que ver cómo sigue impactando la pandemia a nivel mundial y en qué medida se cumplirán los pronósticos de recuperación del precio sostenido en la banda de los 55/60 dólares por barril y el lento pero sostenido aumento de la demanda de crudo en el ámbito internacional.

Lo concreto es que la tendencia esperanzadora de diciembre puede hacer que Chubut siga aumentando los ritmos de producción de crudo Escalante y que las regalías se mantengan en una tendencia alcista para lo que resta de 2021. Está claro que la llegada de una segunda ola de contagios por Covid podría poner en riesgo ese frágil equilibrio que se avizora.