Patagonia

Los privilegios de un gendarme: abusó de un nene de 5 años pero seguirá en libertad

El miércoles 10 de febrero, en el juzgado de Bariloche, se leyó la sentencia contra el gendarme que, en diciembre pasado, fuera declarado culpable por el abuso sexual agravado cometido hace dos años y medio contra un menor. Después de todo ese tiempo, la familia del niño, pudo saber que el acusado había sido beneficiado con la pena mínima prevista.

Los jueces Leguizamón Pondal, Host y Arroyo, dictaron siete años de prisión en lugar de los doce que solicitaban tanto la querella, como la fiscalía. La noticia que la familia recibió con más bronca, fue que hasta tanto la sentencia quede firme, proceso que podría demorar incluso años, Palatnik seguirá en libertad y no será dado de baja en la fuerza.

Que un miembro de las fuerzas represivas del estado cometa un delito sexual o de género, no es un hecho aislado ni una rareza y tampoco lo es que gocen de la impunidad que les brinda el poder judicial y político.

Mientras el femicidio de Úrsula Bahillo a manos de un agente de la policía bonaerense conmociona al país, el gobernador Axel Kicilof y su ministro de seguridad Sergio Berni entregaban nuevos patrulleros a esa misma fuerza.

En Río Negro, el caso del comisario Roberto Parra, acusado en Bariloche de violar a una agente, o el caso de la denuncia contra tres efectivos por acoso y privación ilegítima de la libertad son algunos de los ejemplos en los que, pese a que sobran pruebas, e incluso se declaran los cargos, los juicios se demoran y los acusados o condenados muchas veces esperan en libertad a que las sentencias queden firmes.

Las causas llevadas adelante contra los integrantes de las fuerzas represivas del estado se dilatan en los tribunales, pero las que dichas fuerzas llevan adelante contra las mujeres, la juventud y las clases populares en general se resuelven rápidamente.

Fuente: La Izquierda Diario