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Una mujer sorprende al mundo: 12 años controlando al VIH

El caso de una mujer argentina podría ser clave para comprender las claves para controlar el virus VIH o incluso pensar en una posible cura. La situación de la mujer, que pudo controlar el virus a pesar de haber dejado de recibir tratamiento, fue descrito por médicos argentinos y ahora es estudiado por expertos de todo el mundo.

La mujer, oriunda de la Ciudad de Buenos Aires, fue diagnosticada en 1996, cuando tenía 29 años. Realizó una consulta médica debido a que tenía las defensas muy bajas y, tras un análisis de HIV, se comprobó que padecía la enfermedad en un grado muy avanzado. Si bien comenzó un tratamiento con antirretrovirales, no lo siguió con regularidad hasta 1997, cuando comenzó a ser atendida en Helios Salud, un centro especializado en VIH con alto reconocimiento en Argentina.

En esa etapa el caso de la paciente comenzó a ser seguido por las médicas Analía Ureña e Isabel Cassetti, quienes siguen a la paciente hasta el día de hoy y encabezan un estudio publicado en enero de 2021 en la revista científica de la Infectious Diseases Society of America (Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas)

Cassetti explicó a la agencia de noticias Télam que, a partir del tratamiento antirretroviral, la mujer tuvo una mejora considerable en su cuadro clínico, con una disminución de la carga viral y aumento de los linfocitos CD4, claves para el sistema inmunológico. Sin embargo, la mujer abandonó el tratamiento en 2007 debido que comenzó a experimentar efectos adversos como el incremento del colesterol, entre otros.

De forma excepcional, las médicas que trataban a la paciente accedieron a que interrumpiera el tratamiento pero acordaron que la paciente continuara realizándose exámenes. Es lo que hizo desde 2007 hasta 2020 y, para sorpresa de las profesionales, su carga viral no volvió a aumentar. "Le hacíamos pruebas todos los meses y lo que notamos era que los CD4 seguían bien y que la carga viral permanecía indetectable", explicó Cassetti al medio argentino.

Esos resultados empezaron a convencer a las científicas de que se trataba de un caso excepcional, dado que si bien hay muchos pacientes que pueden controlar el virus con tratamiento, suelen ser los casos en el que el VIH es detectado en forma temprana, al contrario lo que sucedió con la paciente en cuestión.

Además, para los médicos los 12 años que la paciente había completado sin tener empujes del virus luego de dejar el tratamiento la convertían en un caso especial. Por ese motivo, iniciaron una serie de exámenes en hospitales argentinos y hasta en el Bethesda Hospital de Estados Unidos.

Aquellas pruebas fueron exhaustivas: la paciente se sometió a biopsias en ganglios linfáticos y los intestinos, así como una punción lumbar para obtener líquido cefalorraquídeo, entre otros estudios. Los análisis no detectaron carga viral en la sangre ni en los intestinos, aunque sí trazas en los ganglios linfáticos y el cerebro.

A la luz de estos resultados, Cassetti prefiere hablar de que hubo una "remisión" y no una "cura" del VIH. En diálogo con Télam, la profesional explicó que para ser considerada una paciente curada deberían poder eliminarse totalmente los vestigios del virus que aún pueden ser detectados.

De todos modos, el tiempo que la mujer lleva sin avance del VIH a pesar de no tener tratamiento constituye un hallazgo importante, tal como concluye el estudio publicado en la revista científica estadounidense. "Esto representa el primer reporte de una serorreversión completa, una supresión del virus postratamiento prolongada, un reservorio de VIH profundamente pequeño y células T específicas del HIV persistentes en un adulto con SIDA previo", indica el estudio.

Para las médicas argentinas, aún no están claras las razones por la que la paciente argentina pudo controlar el virus durante ya más de doce años. Sin embargo, Cassetti afirma que el hallazgo puede dar lugar a investigaciones útiles para avanzar en lograr remisiones más duraderas en los pacientes.

El caso, que ha despertado el interés de la comunidad médica internacional, ya es denominado como 'paciente de Buenos Aires', en sintonía con los otros tres casos que hasta el momento se consideran de "cura" del SIDA: el 'paciente de Berlín' en 2007, el 'paciente de Londres' en 2019 y el 'paciente de Dusseldorf' en 2020.

La diferencia es que los otros tres pacientes recibieron un trasplante de médula ósea de personas que tenían resistencia al virus. Esto no ocurrió en el caso de la mujer de Buenos Aires, lo que abre nuevas posibilidades.