A pesar de que la pandemia ha impuesto restricciones para la celebración de la Semana Santa en muchos lugares, hay prácticas que se niegan a morir y una de ellas es el tradicional, moderno y singular viacrucis de Puerto Madryn.
Buzos, kayakistas, sacerdotes con trajes de neopreno y una cruz gigante totalmente adaptada para ser sumergida para el agua... son algunos de los elementos que caracterizan a esta particular procesión.
Único en el mundo, con reconocimiento y bendición papal desde 2014, este 2021 marca su 17 edición. Por ello, los vecinos y autoridades de la localidad, quienes ya habían suspendido en el 2020 la fiesta religiosa por el COVID-19, decidieron este año no pasar la ocasión por alto y realizarla con todas las medidas de bioseguridad necesarias.
La cruz sumergida con luces a prueba de agua y el buzo-sacerdote son suficientes razones para disfrutar de este viacrucis.
