Pueblos originarios

Abuela mapuche acusa a ex procurador radical de buscar su desalojo

Isabel Catriman, vecina de un campo de la zona de Laguna Larga y Martillo, en Esquel, concurrió la semana pasada a una audiencia desarrollada en los tribunales locales por un conflicto de tierras con el grupo Sierra-Samamé, que integra el ex procurador Eduardo Samamé.

Ex Procurador Eduardo Samamé


Las comunidades denuncian el intento de desalojo de una pequeña Lof, encabezada por Isabel Catriman, de 79 años. En este contexto, la mujer contó cómo se produjeron los hechos y lamentó que "los huincas me quieren sacar de raje".

La mujer ratificó sus raíces y su pertenencia a los pueblos ordinarios y repasó cómo fue que se instalaron en este campo en disputa. Repasó que hubo un acuerdo de palabra con Lucio Freeman y comenzaron a trabajar la tierra e insertar animales.

"La alegría mía es poder estar contenta en el campo, porque pertenezco a esa tierra. Los huincas me quieren sacar de raje pero no voy a salir. Hace 20 años que estoy ahí", contó.

"Mi hijo realizaba el corte de leña y con eso se hacía pago por la estadía de los animales. Ese fue el arreglo, como nos conocíamos no hicimos papeles ni nada. Le teníamos mucha confianza a Lucio y depositamos la confianza", remarcó.

También replicó que "muchos dicen que yo no estaba allá, pero yo venía a buscar el pan acá y volvía al campo", añadiendo que en 2013 falleció su hijo y desde entonces sigue allí, "sigo estando".

En cuanto al conflicto, recordó que comenzó en leña pandemia, el año pasado, cuando "llegaron en 3 camionetas, cortaron el candado y me dijeron ‘somos los nuevos dueños'. Me mandaron a callarme la boca y me quisieron hacer firmar un papel".

La vecina contó como la trataron y se preguntó "¿Dónde tienen el estudio ellos? Se fueron a reír de mí y a trapearme como quisieron. Eso no me gustó y yo después estuve muy mal de la presión".

Isabel reconoció que se encuentra "muy mal y angustiada porque nunca esperé que me hicieran esto. En vez de hablar bien conmigo, me engrupieron con mentiras. Soy una mujer grande y no me respetaron".

"Llegaron riéndose, no respetando nada la pandemia", agregó y expuso que "yo, con todo lo ignorante que soy, no cruce el alambre y no los insulté pero no me respetaron".

Incluso, contó, "dejaron gente, me campanean qué hago y ahora colocaron una luz directamente a mi venta ¿Para qué? Si la paisana no va a cruzar el cerco a sacarles algo. No. Gracias a Dios lo que tengo lo tengo trabajando, no con sinvergüenzadas como ellos".

Por último, agradeció el acompañamiento de las comunidades de la zona en la audiencia desarrollada la semana pasada, "estaba muy contenta, feliz y agradecida. Vinieron de todos lados. No soy una mapuche mala porque si no, no venía nadie".

"Me siento orgullosa de ser mapuche-tehuelche", destacó.

Fuente: Cadena 3 Patagonia