Soja millonaria en el país del hambreLa molienda de soja en abril marco el segundo nivel más alto la historia para ese mes en la Argentina, con un volumen de 4,206 millones de toneladas, informó hoy la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). De esta manera, el cuarto mes de 2021 quedó solo por debajo de abril de 2016, cuando se procesaron 4,246 millones de toneladas.
De esta forma, el acumulado en el primer cuatrimestre del año fue de 13,683 millones de toneladas, solo superada por los 14,074 millones de toneladas de igual período de 2016. Estos altos volúmenes de crushing impulsaron la utilización de la capacidad instalada de las industrias.
Según el informe de Ciara-CEC, el «fuerte aumento» de la relación molienda real versus capacidad instalada, alcanzó 72% frente al 65% registrado el mes pasado. Esto también derivó en un aumento de las exportaciones de subproductos, en un contexto de precios internacionales en los niveles más altos en casi una década.
Así, tomando en cuenta mayo también, la liquidación de divisas en los primeros cinco meses de 2021 marcó un «nuevo récord histórico absoluto», con u$s 13.301 millones.
En relación con el ingreso de divisas durante el mismo período de la cosecha anterior 2020, el aumento en este año fue de u$s 6.338 millones, equivalente a un incremento del 91%.
«En el primer cuatrimestre de 2021 se batieron todos récords en los principales indicadores comerciales e industriales, que influyeron para tener uno de los períodos con mayor capacidad de reacción y expansión en toda la historia de la agroindustria», marcó Ciara-CEC.
Mientras este escenario se presenta en Argentina, la cruel realidad contrastada señala que el índice de pobreza llegó al 42% al término del segundo semestre del 2020, 6,5 puntos porcentuales por encima del 35,5% de igual período de 2019, según supo informar el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Además, el Índice de Indigencia, que comprende a las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019.
Entre ambas mediciones, el Producto Bruto Interno, (PBI) cayó un 9,9 % producto de las restricciones que se aplicaron para evitar la propagación de la Covid 19, al tiempo que la inflación fue de 36,1%.
Al cierre del primer semestre de 2020, el índice de pobreza se había ubicado en 40,9%, lo que significó un incremento de 5,5 puntos porcentuales respecto al 35,4% de igual período de 2019. En tanto, el Índice de Indigencia ascendió al 10,5% al término del primer semestre, contra el 7,7% de enero-junio del año pasado. Entre la soja y la pobreza, el contraste es brutal.
La molienda de soja en abril marco el segundo nivel más alto la historia para ese mes en la Argentina, con un volumen de 4,206 millones de toneladas, informó hoy la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). De esta manera, el cuarto mes de 2021 quedó solo por debajo de abril de 2016, cuando se procesaron 4,246 millones de toneladas.
De esta forma, el acumulado en el primer cuatrimestre del año fue de 13,683 millones de toneladas, solo superada por los 14,074 millones de toneladas de igual período de 2016. Estos altos volúmenes de crushing impulsaron la utilización de la capacidad instalada de las industrias.
Según el informe de Ciara-CEC, el «fuerte aumento» de la relación molienda real versus capacidad instalada, alcanzó 72% frente al 65% registrado el mes pasado. Esto también derivó en un aumento de las exportaciones de subproductos, en un contexto de precios internacionales en los niveles más altos en casi una década.
Así, tomando en cuenta mayo también, la liquidación de divisas en los primeros cinco meses de 2021 marcó un «nuevo récord histórico absoluto», con u$s 13.301 millones.
En relación con el ingreso de divisas durante el mismo período de la cosecha anterior 2020, el aumento en este año fue de u$s 6.338 millones, equivalente a un incremento del 91%.
«En el primer cuatrimestre de 2021 se batieron todos récords en los principales indicadores comerciales e industriales, que influyeron para tener uno de los períodos con mayor capacidad de reacción y expansión en toda la historia de la agroindustria», marcó Ciara-CEC.
Mientras este escenario se presenta en Argentina, la cruel realidad contrastada señala que el índice de pobreza llegó al 42% al término del segundo semestre del 2020, 6,5 puntos porcentuales por encima del 35,5% de igual período de 2019, según supo informar el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Además, el Índice de Indigencia, que comprende a las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019.
Entre ambas mediciones, el Producto Bruto Interno, (PBI) cayó un 9,9 % producto de las restricciones que se aplicaron para evitar la propagación de la Covid 19, al tiempo que la inflación fue de 36,1%.
Al cierre del primer semestre de 2020, el índice de pobreza se había ubicado en 40,9%, lo que significó un incremento de 5,5 puntos porcentuales respecto al 35,4% de igual período de 2019. En tanto, el Índice de Indigencia ascendió al 10,5% al término del primer semestre, contra el 7,7% de enero-junio del año pasado. Entre la soja y la pobreza, el contraste es brutal.