Géneros

El 7 de junio y el Periodismo Feminista

Por Lenny Cáceres

¿Celebramos? Si, debemos celebrar que el Periodismo feminista lentamente se ha instalado en la sociedad y va tiñendo de violeta las redacciones. Hay otra mirada, hay otro compromiso y eso es trabajo arduo, lento y militante de las Periodistas feministas.

El periodismo feminista llegó para desnudar al patriarcado, contar sus formas y sus trampas. Puso en agenda una comunicación con enfoque de género con el objetivo de construir una sociedad más igualitaria e integrada. Viene del movimiento feminista, de la militancia y el territorio. Y cuando mencionamos el territorio estamos hablando de todo el país. Hay una fuerza en la comunicación feminista no centralizada y esa también es una mirada que debemos poner en la profesión.

En este tiempo y en algunos abordajes, tal vez ni siquiera lo registran, pero hay una agenda interseccional, multicultural y decolonial como herramienta ante las desigualdades que persisten y esa mirada la introdujo el periodismo feminista.

Cambios

¿Hubo cambios? ¿Los notamos? Los cambios, en la mayoría de los casos, llegan de boca en boca, de colega a colega y no por decisión de las empresas periodísticas o sus directivos, casi siempre hombres.

También son varones los colegas que adoptan formas de comunicación con enfoque feminista, se nota en los más jóvenes. Ya sea por militancia, formación profesional a través de docentes que en sus materias incluyen la perspectiva de género, las coberturas de actividades de movimientos de mujeres y movimientos feministas o el compartir a diario la actividad con periodistas feministas.

Hay un camino recorrido y se nota, falta por supuesto. Todavía se leen títulos en los diarios y opiniones de columnistas que no salen del "masculino genérico". En la fuentes consultadas, en el uso indebido de imágenes tanto de mujeres como de infancias, adolescencias y diversidades. Los detalles cargados de morbo, sobre todo en informes judiciales o policiales. Falta también que a las temáticas de violencia machista las quiten de "policiales", colocándolas en una sección que dé cuenta de que se trata de una problemática social, en el que toda la sociedad debe asumir el compromiso de abordar, conocer y lograr erradicar.

La comunicación institucional

Cuesta todavía el enfoque de género en la comunicación institucional y es probable que se deba al desconocimiento más que a la falta de voluntad. Desconocimiento respecto de qué se trata y cómo influye en la vida de las personas y por ende en el cambio cultural estructural del que tanto se habla, sin profundizar exactamente en sus alcances.

En ese sentido, sería simple de implementar, no solo con el conocimiento de herramientas de comunicación con perspectiva de género sino con pequeños acuerdos en grupos de trabajo donde alguien asuma el rol de informar de qué va y acordar las formas integradoras de comunicar. Interpelarse, profundizar y evaluar resultados políticos y sociales.

Los poderes de los Estados han manifestado la inclusión de la Perspectiva de Género en sus políticas, esto incluye a los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo Nacional, los provinciales y municipales. Hay una Ley Nacional - N° 27.499 "Ley Micaela"- celebrada también a lo largo y ancho del país y que obliga a una capacitación con perspectiva de género. La decisión política está, las herramientas también, falta que cada área las adopte y las haga realidad en su gestión, con acciones acordes a las medidas políticas adoptadas y ampliamente difundidas por los gobiernos.

La gran confusión

A esta forma de comunicación no la inventamos nosotras, ahora, o desde hace diez años. El feminismo y la comunicación con perspectiva de género conviven y se retroalimentan desde inicios del siglo XX. Otra confusión, o no, es que intentan ubicarnos en un lugar solo de militancia -la mala prensa patriarcal padecida por siglos- y no reconocernos como profesionales, o creer que porque somos militantes que activamos en las calles por decisión y convicción, nuestro trabajo también debe serlo, y sin remuneración.

Espacios y recursos

Esta confusión hace que los espacios y recursos siempre sean limitados. La precarización laboral, el piso pegajoso y hasta el techo de cristal son formas de limitar nuestro trabajo. Los accesos limitados, los poco o casi nulos espacios de decisión. Aun cuando medios y Estados han incorporado Editoras de género, las decisiones de qué y cómo se cuentan las cosas es decisión de directivos o secretarios de Redacción, casi siempre varones. Y la peor parte, es que en muchas ocasiones van a estar "destinadas" a escribir "cosas de mujeres para mujeres, feministas". Lo políticamente correcto, hacer como si...

Entonces ¿falta? Sí, faltan los recursos, salir de la precarización laboral, el reconocimiento profesional, el acceso al trabajo bien remunerado, ocupar espacios donde podamos tomar decisiones y ampliar las voces.

Las periodistas feministas seguiremos reclamando, exponiendo, editorializando y hablando. Junto a otras millones de mujeres y disidencias no estamos dispuestas a esperar que el patriarcado se caiga solo, lo vamos a tirar.

Fuente: Diario Femenino