El país

Nuestro Norte como Norte: lo que simboliza Güemes

Por Federico Calvo

Este 17 de junio conmemoramos el paso a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes, incansable patriota nacido en suelo salteño. Es una figura singular. No solo está en el panteón nacional de héroes, sino que también es un héroe popular. Comprendió como pocos que la libertad es plena solo cuando es compartida. Nombrado por el Cabildo de Salta como gobernador, fue uno de los pilares de la estrategia sanmartiniana de liberación americana. Las guerras de Güemes acercaron a ¨la Linda¨ a los campos de Ayacucho donde en 1825 resonó el último grito de libertad.

Güemes libró numerosas guerras, de pequeño enfrentó a la flota británica en el marco de las Invasiones Inglesas (1807). Como joven teniente de caballería tomó por asalto el barco Justine. Sí, leyó bien: una unidad de caballería tomó por asalto un barco, ¿Fueron a nado? No, pero la realidad no ensombrece tan increíble hazaña. El buque británico Justine quedó varado dada la inusual baja del Río de la Plata, lo que llevó a que Güemes y sus soldados puedan apoderarse del buque, mediante un gran combate que incluyó cuotas de valentía y heroísmo. La historia lo llevará a su tierra natal, donde gozaba de una modesta posición económica. El cargo militar vendría años después, cuando San Martín decide formar el Ejército Libertador en Mendoza y le cede el mando del Ejército del Norte. En un hito fundamental, San Martín avanzaría desde Chile hacia Perú, mientras Güemes enfrentaría y contendría al grueso de las fuerzas españolas comandadas por el general Oñaleta. Su éxito no fue para nada modesto, logró repeler seis invasiones realistas salvando así a nuestra joven nación.

¨El Padre de los Pobres¨, llamado así por las multitudes salteñas, tomó una decisión drástica: organizó a su pueblo para la guerra. Los gauchos y aquellos que menos tenían lucharon con más bravura por la libertad. Las clases acomodadas, sin embargo, pasaron del recelo a la hostilidad manifiesta. ¿La causa? Las contribuciones que el nuevo gobernador exigía para la guerra. Las conspiraciones estaban a la orden del día. En su organización militar Güemes creó un nuevo cuerpo: ¨los infernales¨, de poncho rojo y valor incomparable. Dicho color se convirtió en un emblema pese a ser ineficaz para esconderse en el monte salteño. Aún así, los ¨infernales¨ se volvieron una total pesadilla para las tropas españolas, ya que iniciaron una cruenta guerra de guerrillas. Ellos aprovecharon su conocimiento sobre el terreno, como buenos gauchos baqueanos, tal como después los categorizará Sarmiento en Facundo. El conocimiento del terreno les daba ventaja sobre sus rivales y su valentía marcaba el resultado favorable del enfrentamiento. Dicen algunos autores que estas técnicas de guerrilla fueron puestas a prueba en Yugoslavia por las tropas de Tito, que lucharon con un arrojo igual al de los gauchos salteños para librarse del infierno nazi.

Mas allá de la rica parte descriptiva, ¿Cómo podemos pensar la figura de Güemes? Primero, porque su figura se convirtió en legado. En un campo de disputa, su visibilidad y características siguen contribuyendo en la lucha por imponer sentido a nuestra actualidad. Sin ir mas lejos, la visibilidad nacional que alcanzó Güemes es fruto de años de lucha del pueblo salteño. Podemos pensar a Güemes como el primer héroe patrio del llamado "interior". Él hace y vive la historia desde un lugar al que pertenece, es el gran caudillo del interior que lideró las tropas de su pueblo. Hay una correspondencia entre el que manda y los que obedecen. La composición del Ejército del Norte son gauchos, comerciantes, jornaleros y una compleja red de espionaje liderada por valientes mujeres, niños y ancianos. Güemes y su ejército representan el gran movimiento no litoraleño en la emancipación del país. ¿Cuestión de gusto geográfico? No se puede reducir a ello. La geografía es motivo de reflexión no solo en la disciplina histórica sino también en la geopolítica y la filosofía. Nuestra construcción identitaria se enorgullece del área del litoral en fechas fundamentales como el 25 de mayo, batallas de Cepeda, Caseros, Pavón y combates como los de Vuelta de Obligado; en relación con la Constitución esta se consagró en la provincia de Santa Fe. El rescate del Interior no litoraleño del polvo de la historia es posible en procesos como la formación del ejército de los Andes y sus posteriores acciones, la Declaración de la Independencia en San Miguel de Tucumán y también en la figura de Martín Miguel de Güemes. Dichas acciones y su posterior interpretación muestran que nuestra realidad política y filosófica es mucho mas compleja que la que bosqueja Sarmiento en ¨Civilización y Barbarie¨.

No menos importante es el hecho de la importancia estratégica del accionar del Gobernador Salteño. El Alto Perú seguía siendo para 1821 una zona de caliente enfrentamiento. Güemes imprimió un sesgo característico al enfrentamiento, que pasó a llamarse ¨Guerra Gaucha¨, calificada así por los sus valientes combatientes, pero también por la característica del combate. Austero, dado que no recibió ningún apoyo de Buenos Aires, pero que envió todos los recursos que se disponía la gesta sanmartiniana. Guerra de ingenio, dado que enfrentaban a un enemigo mucho mayor con menores recursos. La victoria era impensada pero no imposible. Güemes y sus leales soldados comprendieron que solo los recursos humanos e intelectuales de su pueblo podrían llevarlos a la victoria. Fueron precursores de ¨atar con alambre¨ y también la prueba de lo efectivo que este puede llegar a ser. Frente a este rudimentario pero esencial principio chocó y experimentó la derrota, sin comprender bien el lenguaje del ¨Nuevo Mundo¨ el ejército peninsular. Gracias a esa resistencia gaucha se pudieron asentar los límites de nuestra patria.

En tercer lugar, la ¨Guerra Gaucha¨ en el marco de la guerra de la independencia llevó a una enorme movilización popular. Se mencionó a miles de gauchos y el pueblo llano en el esfuerzo de guerra. Incluso dentro de la familia de Güemes su hermana Macacha se mantuvo fiel a su hermano como confidente y leal aliada en la elite salteña. La guerra movilizó lealtades, identidades y cosmovisiones. La independencia y la guerra fueron en cierto sentido experiencias un tanto ajenas para la sociedad del litoral. El teatro de operaciones se trasladó rápidamente al oeste y al norte de nuestro país lo que supuso vivencias nuevas para dichas poblaciones: sitios, políticas de tierra arrasada, conquistas y reconquista. Los ritmos de la vida y la muerte eran regulados por el clarín del combate. Este hecho es fundamental para comprender las diferencias de un mismo fenómeno independentista en nuestro suelo.

Para concluir, un día como hoy pero de 1821 el General Martin Miguel de Güemes falleció tras enfrentarse en una emboscada a las fuerzas realistas en las afueras de la ciudad de Salta. Algunos acusan a parte de la elite salteña de dicho ataque al Gobernador, dada la tensa relación. Tal vez inauguraron el lema de Jauretche: ¨Si es malo el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende.¨. Antes de morir hizo jurar a generales y gauchos que no aceptarían ningún pacto con los realistas hasta que abandonaran el territorio, pese a que si ordenaba el cese al fuego le enviarían médicos para poder salvarle la vida. El gobernador fue tajante, anteponiendo su vida por la causa nacional. Hoy la patria recuerda así a uno de sus más valientes hijos.

*Politólogo e Historiador.