Política

Violencia y discriminación en Trelew: "La Policía me disparó en la cara; la gente de los barrios tiene terror"

Por Lola Sánchez.

Hace un año, la Policía disparó dos veces en el rostro de Gabriel Fredes -vecino del Barrio INTA de Trelew, padre de familia y trabajador. Como consecuencia, estuvo punto de quedar ciego. A un mes de ese ataque, regresaron a la casa de la víctima con una orden de allanamiento por supuesta "tenencia de arma de fuego". Destrozaron su vivienda e incluso le robaron parte de sus ahorros. Hace poco menos de un mes, el ministro de Seguridad Federico Massoni, acompañado por un grupo de hombres encapuchados, interceptó a su hijo y lo golpeó al grito de "negro de mierda".

Fredes no recibió explicaciones sobre ninguno de esos incidentes. Denunció los hechos en detalle, pero los policías investigados continúan merodeando su vivienda. En diálogo con El Extremo Sur, Fredes afirmó que "es una persecución. La gente de los barrios tiene terror" recalcando que la Policía hostigar a vecinos y realiza frecuentes allanamientos y disparos con balas de goma.

INTA es uno de los barrios que han sufrido más la violencia policial, especialmente dirigida a los jóvenes. Los discursos que llegan desde el Ministerio de Seguridad justifican su accionar bajo el argumento de que Trelew tiene un alto grado de delincuencia. En los últimos meses, Massoni fue interpelado en varias ocasiones con respecto a operativos en toda la región chubutense que hicieron uso ilegal de la fuerza.

"Yo no tenía nada que ver, pero la ligué"

El primer incidente ocurrió el 16 de junio de 2020, en el marco de la pandemia y la profundización del control policial en las calles. Fredes salió a cerrar el portón de su vivienda y -sin mediación alguna- le dispararon en el rostro. "Era medianoche, salí a cerrar el portón y recibí un disparo en la cara. Mucha gente lo vio, podría haber perdido un ojo. Me arruinaron, me dejaron la cara desfigurada", expresó.

"Nunca dieron explicaciones, desde ese entonces y hasta hoy se hacen operativos de saturación, -como los llaman ellos- en los barrios. Ese día lo estaban haciendo en la esquina de mi casa. Es la costumbre acá en el barrio, directamente llegan y disparan con balas de goma a las casas, a los animales", describió. "Ese día me tocó a mí. No tenía nada que ver, pero la ligué".

Al día siguiente, Gabriel Fredes denunció el hecho en la Fiscalía de Trelew. A su denuncia se sumó la de una vecina, víctima de una supuesta orden de allanamiento la misma noche.

Fredes, por su parte, debió contratar un abogado para revisar el caso. Si bien se inició una investigación que abarca a los seis policías implicados, continúan apareciendo libremente por el barrio.

"Los he visto en mi barrio otra vez. En marzo, cuando fui a una audiencia, pedí una orden de restricción para que no se acercaran a mi casa o a mi familia. El juez la otorgó, pero ellos no la respetan. Aparecen acompañados por Massoni, todos encapuchados", dijo Fredes. "Yo ya lo dije, esta gente no va a parar hasta que maten a alguien. Y no paran, hace poco mataron a una persona y siguen como si nada".

Un allanamiento con múltiples irregularidades

Pocas semanas después del primer incidente, la Policía volvió a la vivienda de Fredes; esta vez con el grupo GEOP y la excusa de un allanamiento por supuesta tenencia de arma de fuego.

"Nunca habíamos tenido problemas con la policía, como para que entren de esa forma", recordó. "Rompieron la puerta, me patearon, me tiraron al piso, me ataron con un precinto. Decían que yo tenía un arma, y se burlaban".

La orden de allanamiento llegó media hora después, cuando dos efectivos le explicaron a Fredes los motivos del operativo. "A la media hora llegaron dos policías, mujeres, con el rostro descubierto. Pregunté qué pasaba y recién ahí me dijeron que me estaban haciendo un allanamiento porque, supuestamente, yo tenía un arma de fuego. Les dije que revisaran. Yo no tengo ningún arma. Después dijeron que buscaban a mi hijo más grande, que no vive conmigo, por una denuncia por violencia de género. Pero no se comprobó nada". Hasta el día de hoy, tanto Fredes como otros vecinos no han recibido explicaciones creíbles sobre las agresiones recibidas.

Fredes denunció que en medio del allanamiento le robaron parte de sus ahorros. "Me robaron plata. Yo tenía 17 mil pesos ahorrados, en una cajita de madera. Cuando me tenían en el piso la agarraron, la rompieron. Les pedí que no tocaran esa plata; ellos se reían". Los efectivos se burlaron y le tiraron parte del dinero sobre la mesa, según contó el vecino. La otra parte de sus ahorros desapareció.

Entre las múltiples irregularidades del operativo, Fredes advirtió que la dirección que figuraba en la orden correspondía a un domicilio ubicado en un barrio cercano. Recordó que le dieron "un papel chiquito con una orden de allanamiento, firmado por una Jueza. Pero cuando la leí, vi que no figuraba la dirección de mi casa"

Según los testimonios de varios testigos, Massoni estuvo presente en las dos ocasiones, a pesar de las declaraciones que posteriormente brindó a los medios el jefe de la Policía del Chubut, Miguel Gómez.

"Al día siguiente del incidente, me entrevistaron en una radio de Trelew. Yo estaba en el trabajo, a la mañana, teníamos la radio prendida. Apenas dejé de hablar y salió Gómez a decir que Massoni no estaba en el operativo, que en ese momento estaba descansando", contó Fredes. "Mentira, la gente lo vio. Si a esa hora se levantaron todos, porque sabían que les podían hacer algo. Ahí se ve la mentira de esta gente, como trabajan engañando. A mí me difamaron, dijeron que era ladrón, violador, vendedor de drogas; todo para justificar la manera en la que me trataron. Yo no tengo antecedentes, jamás tuve problemas con la policía hasta ese día".

Agresión con tintes racistas

Fredes reconoce que desde que inició las denuncias contra la Policía y el ministro de Seguridad no han cesado los episodios de hostigamiento. El pasado 11 de junio el propio ministro golpeó a su hijo de 14 años, increpándolo acerca de las denuncias realizadas.

"Mandé a mi hijo a comprar a una cuadra y media de mi casa, lo agarró el grupo GEOP, creo que eran ellos, los que andan siempre con Massoni. Una camioneta gris, dos negras, se bajó el tipo, lo puso contra la pared y le preguntó el apellido. Cuando dijo que era Fredes, le pegó una piña en el ojo y le dijo que era ‘un negro de mierda, pata sucia', y le preguntó por qué andaba denunciando".

El vecino del INTA realizó las denuncias correspondientes, pero ya no confía en la Justicia: "Yo fui a la comisaría, retiré a mi hijo, hice la denuncia. ¿Creen que respetan las órdenes de un Juez? Si vienen a mi casa como si yo fuera el delincuente más grande de Trelew. Esto es hostigamiento".

Contó que su familia ya no quiere salir de la casa, especialmente tras el incidente con su hijo. "Con esta gente, ¿quién se va a sentir seguro? Con mis hijos y mi esposa salíamos a caminar, a pasear a los perros. Ahora no se puede ni salir. A cinco cuadras de mi casa hay un descampado. Te agarran a la noche, te pegan, te matan, ¿y a quién le hacés una denuncia? Si están todos encapuchados".

"Vienen acá al barrio INTA, a Costanera, a Moreira, la gente tiene terror. Yo hice la denuncia, imaginen la cantidad de gente que no denuncia, la cantidad de chicos golpeados por la Policía. Yo esperaba que el intendente saliera a defender a los barrios, pero nadie sale, nadie dice nada. La única que se acercó fue la concejal Mariela Flores Torres.

Para los vecinos ya es moneda corriente presenciar los operativos policiales comandados por Massoni, argumentando el aumento de delincuencia en las "zonas calientes" de la localidad. "Es común ver allanamientos cada dos semanas, es una tremenda persecución. Dicen que somos todos delincuentes, todos vendedores de droga", dijo Fredes.

Fredes argumenta que el Sistema Judicial no funciona con la misma agilidad para todos. "Cuando quise hace un trámite por el cambio de patente de mi moto, me dieron muchas vueltas. ‘¿Vos sos Fredes?', me dijeron, y me dieron mil vueltas. Esta gente pide órdenes de allanamiento y las tiene en 20 minutos. Yo veo que hay jueces corruptos, fiscales corruptos, gente que los ampara, una total impunidad".

El primer incidente ocurrió en el marco de un operativo que luego el Ministerio de Seguridad compartió en redes sociales con el hashtag #ChubutSeguro. El mismo se inscribe dentro de las operaciones policiales -casi siempre seguidas de denuncias por uso excesivo de la fuerza-, que Federico Massoni encabeza desde el inicio de la pandemia.

Durante la presentación del Informe Delictual de Chubut realizado en 2020, Massoni se refirió a las "zonas calientes" de la provincia, entre las que destacó a la localidad de Trelew. "En el caso de Trelew, es la ciudad más caliente en cuanto a lo delictual. Tenemos bandas consolidadas, delincuentes muy antiguos, no son personas con necesidad, son personas que se dedican a delinquir, realizan análisis de inteligencia y acechan al vecino", explicó.

Indicó que "la instrucción que tenemos del Gobernador es que le demos protección a los barrios más desprotegidos y que tengamos una presencia policial que nunca antes se había dado". No obstante, un centenar de vecinos viven aterrorizados por la presencia del ministro y las detenciones arbitrarias, acontecidas en Trelew y en otras localidades del "Chubut Seguro" que Massoni promete casi como anuncio electoral.