Política

Gloria Sáez: "En Chubut no hubo una rebelión general porque el PJ ha cooptado a toda la burocracia sindical"

Entrevista de Lola Sánchez.

En el marco de la inscripción de las alianzas para las elecciones legislativas de este año -en las que se renovarán 127 bancas en el Congreso y 24 en el Senado- el Partido Obrero presentó a sus tres precandidatos; en tanto se debate la presentación de una lista única del Frente de Izquierda-Unidad.

En diálogo con El Extremo Sur, Gloria Sáez -abogada madrynense y candidata por el Partido Obrero- describió los desafíos ante un electorado "descontento" y las propuestas de la izquierda, que se presenta como una tercera fuerza política capaz de debilitar la "falsa polarización". La abogada fue la primera mujer en postularse para Gobernadora en la provincia de Chubut en las elecciones de 2019.

Sáez caracterizó a los partidos chubutenses como "partidos patronales" que responden a los mismos intereses de "un grupo reducido". "El PJ cuenta con el apoyo de los partidos que se dicen oposición, pero que al momento de tener que alinearse en defensa de los trabajadores, lo hacen con las patronales", sostuvo.

La candidata denunció los proyectos en contra del ambiente y la economía, avalados por los Gobiernos, tales como la megaminería y el acuerdo con China por las granjas porcinas. Subrayó además los lineamientos generales de la campaña de la izquierda, abocada a la defensa de los derechos de los trabajadores y jubilados, la recomposición salarial y el freno al pago de la deuda millonaria. "Vemos un cansancio en el electorado; ese enojo para nosotros representa un desafío que aspiramos a canalizar en una expresión de herramienta política como el Frente de Izquierda", afirmó.

¿De qué manera avanzan la conformación de las listas de la izquierda?

Desde el Partido Obrero hicimos una asamblea abierta, donde expusimos nuestro punto de vista del panorama provincial y del contexto en que van a desarrollarse las elecciones. Además, propusimos el apoyo para los compañeros precandidatos, que son Federico Navarro, Daniela Gordiola y yo. Vamos junto al MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores) que ha elegido también a sus candidatos. Ahora queda ver si llegamos a un acuerdo para ir en una lista única. A nivel nacional hay un debate sobre eso; muchos consideran que sería mejor presentar listas separadas. Nosotros creemos que tenemos que ir en una lista única, para pelear desde el primer momento contra los partidos patronales como el PJ-kirchnerismo, Juntos por el Cambio, ChuSoTo, que son los que están llevando el ajuste, y quienes nos han hecho caer en esta crisis.

¿Hay voluntad de unificación de los movimientos y partidos de la izquierda?

Nosotros hace ya muchos años venimos construyendo la alianza FIT-U (Frente de Izquierda-Unidad) a nivel nacional, la hemos inscripto en 23 provincias. El Frente de Izquierda está compuesto por partidos que son el 90% de la izquierda argentina.

¿Cuáles crees que son las problemáticas más urgentes en Chubut?

Vivimos en una fuerte crisis y crece el descontento social en los barrios, contra el ajuste del gobierno provincial y nacional. Posiblemente vamos a tener tres ejes de actuación. El primero es el rechazo a la megaminería. No es el camino, es más de lo mismo, un nuevo avance del capital sobre nuestros territorios, teniendo en cuenta que tenemos una provincia rica en pesca, con turismo, y tenemos muchas industrias. Somos la cuarta provincia exportadora de la Nación, y con todas estas industrias todavía no podemos pagar los salarios. Creemos que hay que cambiar el esquema de desarrollo, ir hacia una industrialización, pero no tiene que ver con la megaminería. Es contaminante y saqueadora. En la provincia la riqueza se la llevan siempre unos pocos: pesqueras, petroleras, terratenientes. Tenemos que virar a que esa riqueza que se fuga de la provincia quede acá, al servicio del pueblo. También vemos que siempre hay subsidios, rescates, concesiones y quita de impuestos para estas grandes empresas. Y para los trabajadores todos los impuestos habidos y por haber. Quieren desembarcar la megaminería para industrializar y tener una diversificación productiva, pero nada hicieron para salvar el parque textil de Trelew, Gilford en Comodoro Rivadavia o Reinamora acá en Puerto Madryn. Teníamos la Cerámica San Lorenzo, una de las más grandes de la Patagonia, y la dejaron morir. No es excusa.

¿Se puede hablar de una lógica similar a la implementación de granjas porcinas en el país, tras el acuerdo con China? ¿Cómo evalúan dicho escenario?

Desde el FIT-U en su conjunto hay un rechazo total a la implementación de las granjas porcinas. Nos hemos movilizado en muchas localidades, es otro avance del capital sobre los territorios y la salud de las personas. Las granjas hacinan cabezas de cerdos, a los que alimentan con soja, con trigo transgénico. Y a su vez produce enfermedades, está comprobado por China. Enfermedades que por lo general son virulentas, y tienen capacidad pandémica. Lo estamos viviendo con el Covid-19, lo vimos con la gripe aviar, por la cría masiva de pollos. El tema de las granjas es totalmente rechazable. Además, se benefician empresas chinas y a nosotros nos dejan daños ambientales y la posibilidad de tener enfermedades, igual o más graves que lo que sufrimos ahora con el Covid-19.

Respecto al sistema de Salud de la provincia, ¿la crisis ha sido producto del Covid o profundizó una crisis ya existente?

Otro de los ejes de acción es la defensa irrestricta de los derechos elementales, de los salarios, el trabajo genuino, las jubilaciones, la defensa irrestricta del sistema de Salud y Educación públicas, todo lo que tiene que ver con la cuestión de la mujer. En Chubut hace 4 años que venimos de una crisis en la que el vaciamiento del Sistema Público de Salud ha sido constante. En estos momentos tenemos el porcentaje más bajo por habitante de camas UTI, tenemos a los trabajadores estatales que están sin paritarias desde 2019, con el pago de cuotas para poder cumplir con los atrasos salariales, y los insumos, y la vida de la salud pública no está funcionando correctamente. Todo esto, por supuesto, agravado por la pandemia.

¿Cómo se posiciona la izquierda frente a la cuestión del género y el bajo porcentaje de mujeres en las listas presentadas?

Nosotros creemos que la cuestión de la mujer pasa por una lucha de clases, y no de género. Por ejemplo, sé que Néstor Pitrola en el Congreso va a defender mis derechos al igual que Romina del Plá. Hemos tenido una presidenta mujer y no redundó en beneficio para las mujeres. De hecho, el presupuesto en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner era de aproximadamente 30 centavos diarios por mujer. En estos momentos, la violencia hacia las mujeres y diversidades aumenta y no hay respuesta del Estado; y eso que con bombos y platillos se anunció la apertura del Ministerio de Mujeres y Diversidades. Han sido las propias mujeres violentadas las que pusieron esta situación en conocimiento, dan cuenta de las denuncias que no se atienden, las perimetrales que no se cumplen, hasta botones antipánico que están fuera de servicio, y que se ha producido una subejecución o no ejecución en cartera de presupuestos para políticas de género. En Chubut dejan a la mayoría de las localidades sin centros integrales, los mismos que se prometieron en campaña, sin casas de refugio ni ayudas económicas. Existe el Plan Acompañar, pero es totalmente restrictivo, además de tener un monto irrisorio. Se nota el total fracaso, el Ministerio se dedica a hacer charlas sobre perspectiva de género pero en la realidad todas estas cosas que se mencionan y pueden darle una verdadera salida a las mujeres, no se están realizando en ningún lugar.

Recientemente enfatizaste el gran aumento en votos en blanco (10%) y ausentismo (30%) en la provincia, ¿qué representan estas cifras?

Entre el ausentismo electoral y el voto en blanco casi el 40% del padrón de Chubut no eligió ninguna lista en 2019, en las elecciones nacionales. Esto expresa un cansancio, una decepción, porque venían con una fuerte campaña los partidos patronales como el PJ, forzando una polarización con el macrismo en 2019. Apenas asumiera Alberto se iba a modificar el ajuste de Macri, y la verdad es que escaló. Entonces ese descontento, ese enojo para nosotros representa un desafío de poder canalizarlo en una expresión de herramienta política independiente como es el FIT-U y el PO, para llevar nuestra propuesta de salida a la crisis desde una perspectiva de los trabajadores.

¿Existe una adhesión creciente hacia la izquierda y sus propuestas? ¿O han percibido rechazos?

Encuentro mucha aceptación a nuestros planteos, en las calles, asambleas abiertas, plenarios y barrios. Cada vez se va sumando mucha más gente para conocer nuestras propuestas, no hay rechazo en los planteos. Aprovechando la pandemia hicimos un Congreso Nacional del Plenario de Trabajadoras. Tuvimos ocho mil inscriptas en todo el país, conectadas, debatiendo las propuestas del Plenario y de los movimientos de mujeres. Vemos que hay un avance en ese sentido, nunca hemos tenido un rechazo a los planteos. De ahí hay que ver la traducción electoral, pero venimos creciendo.

¿A qué se debe este crecimiento en la adhesión al movimiento?

Tiene que ver con los partidos que han gobernado hasta ahora. Gobiernan estafando, mintiendo. Arcioni hizo su campaña diciendo que rechazaba de plano la megaminería. Alberto salió a decir que si tenía que elegir entre jubilados o bonistas, elegía jubilados; y les cambió la movilidad. Hoy no llegan a la canasta básica familiar, sus salarios son cada vez más desvalorizados por la inflación.

¿Cómo caracterizás los partidos chubutenses presentes en el panorama electoral?

Nuestro programa es abierto, la decisión de llevar candidatos fue propuesta en asamblea provincial. En cambio, semanas atrás se hicieron cumbres y reuniones secretas del PJ-kirchnerismo, el ChuSoTo y Juntos por el Cambio. Para nosotros, están discutiendo tres temas centrales: la repartija de cargos en el poder entre cuatro paredes, cómo hacer para imponer la megaminería y cómo seguir con la tarea de contención de esta tendencia a la revolución popular, producto de la crisis. Todo esto para poder brindar perspectiva política a los grandes capitales de la provincia, para los que siempre gobiernan, que son PAE, ALUAR, terratenientes como Benetton, empresarios de la pesca y acreedores de la deuda reestructurada. Asistimos a internas que expresan un nivel de descomposición y agotamiento en estos partidos que hay que colocar como una perspectiva histórica: el 40% de la población que no votó. Vamos hacia una etapa en el que el FIT-U tiene ese desafío de transformar la ira, el desencanto en una propuesta política que responda a los intereses de la clase trabajadora. El ChuSoTo, por ejemplo, habla del ajuste, pero no tenemos que olvidarnos que es el Frente de Todos, la orientación que baja es esa. Por eso les cuesta tanto diferenciarse del PJ-kirchnerismo, que nada tiene que ofrecer. Tienen el mismo lineamiento político.

Te referiste a la candidatura de Massoni como "una expresión provincial del carácter conservador del Frente de Todos". ¿Qué rol cumple el Ministro en la política chubutense?

Las libertades democráticas en la provincia vienen siendo golpeadas constantemente. Arcioni utiliza la represión para el disciplinamiento social, necesita esto para hacer pasar el ajuste. Rechazamos estos hechos de violencia policial, los operativos de saturación de los barrios, la criminalización de la propuesta, pero es una orientación que viene sucediéndose a nivel nacional. En Chaco no estaba Massoni y hubo asesinato de jóvenes QOM. En Buenos Aires no estaba Massoni pero Berni desalojó violentamente a miles de familias de Guernica. Entonces estamos ante una orientación represiva del Estado que utiliza el disciplinamiento social para hacer pasar las medidas que son claramente antiobreras y antipopulares.

Hablaste también sobre la falsa polarización del kirchnerismo-macrismo. ¿La izquierda podría representar una tercera fuerza capaz de proponer otro modelo?

Para desarrollar nuestro programa es necesaria una banca única estatal, nacionalizar los puertos y comercio exterior, terminar con los latifundios, prohibir la megamineria, dejar de pagar la deuda usuraria externa. Para nosotros son medidas básicas de un programa basado en las necesidades de la clase trabajadora. Consideramos que el pago de la deuda -ilegítima, usuraria y fraudulenta-, debe dejar de hacerse, y ser investigada. Dentro de una deuda debe hacer cosas que están bien endeudadas, pero tuvimos la bicicleta financiera de Macri, especulaciones financieras, fuga de capitales. Todo ese pasivo lo tiene que pagar el pueblo argentino, y lo mismo ocurre en la provincia del Chubut. Tenemos una deuda reestructurada por un proyecto presentado por Arcioni, pero convalidado por todos los bloques que componen la Legislatura que se dicen oposición. Esa reestructuración tiene intereses que son altísimos a nivel mundial, seguimos pagando esos intereses. No queda claro quiénes son los acreedores y además no se ve dónde fue a parar esa plata. Estamos pagando una deuda que le ha quitado los recursos a la provincia, se han utilizado hasta hace poco fondos de salarios de trabajadores. No ha parado el endeudamiento.

A pesar del contexto actual, ¿crees que la participación política de la ciudadanía ha aumentado en los últimos años?

En Latinoamérica estamos viviendo un proceso de levantamiento y rebeliones populares, producto de los ajustes que quieren llevar adelante estos Gobiernos en sus países. Lo vimos en Chile, Brasil, Colombia, en cada punto de Latinoamérica. Argentina no está exenta de eso. Hay luchas a lo largo y lo ancho del país. A nivel provincial, si no hemos tenido una rebelión general ha sido por el PJ, por el partido peronista, que tiene a toda la burocracia sindical cooptada. Cuenta con el apoyo de los partidos que se dicen oposición, pero que al momento de tener que alinearse en defensa de los patronales o los trabajadores lo terminan haciendo con las patronales. Sin embargo, nosotros tenemos un gran caudal de lucha. Lo vimos con los Chubutazos. Cada vez que tenemos que salir a frenar el proceso de zonificación, el pueblo se vuelca a la calle en defensa de sus derechos.