El mundo

Emergencia hídrica mundial y el acecho implacable de Wall Street

Por Marcelo Valko

A fines del año pasado nos enteremos con asombro que el agua había comenzado a cotizar en Wall Street...

I La baba del accionista. El enorme río Paraná, el mismo río que en 1845 en Vuelta de Obligado cruzaron con una triple cadena sostenida por 24 lanchones para impedir el avance de la flota anglofrancesa presenta una bajante alarmante al punto que el gobierno nacional decretó la Emergencia Hídrica, algo impensado para un curso de agua que es el segundo río en extensión y caudal de Sudamérica. La situación ya no solo es grave para la navegación y biodiversidad sino para el abastecimiento de agua de la poblaciones ribereñas de las provincias de la cuenca como por ejemplo sucede con la capital de Entre Ríos cuyas las tomas de agua quedaron al aire libre lejos del curso del río provocando una situación tan inédita como muy compleja y grave para la captación de agua. Entre tanto hace un par de semas en el oeste de Canadá se superaron los 50° de temperatura batieron records que desconcertaron a los meteorólogos y provocaron muertes, incendios, lagos donde se hirvieron los peces y deshielos. Mientras acontecen estas desgracias para la mayoría de la gente, algunos pocos se frotan sus manos codiciosas y se le cae la baba viendo cómo se acrecientan sus ganancias debido al cambio climático...

II Rentable o sustentable. Hoy en día parece que solo existen dos tipos de sistemas económicos, uno de mercado que se autodenomina libre y el otro es un sistema planificado por el Estado llamado socialista, ambos pueden tener variaciones más o menos rígidas. En cambio la historia americana nos demuestra que las culturas andinas se regían por una modalidad económica diferente: la reciprocidad Estado/comunidades. Recuerdo que hace ya muchos años viajando en el viejo tren Juliaca/Cuzco mantuve una conversación con un joven economista mexicano sobre la andenería para cultivos que se aprecian durante el trayecto que representan millones de hora/hombre de trabajo empleados para realizar semejante obra de ingeniería que pese a los siglos de abandono después de la Conquista se mantienen firmes en las laderas de los cerros en una región de actividad sísmica. El economista liberal aseguraba que en la actualidad semejante inversión de fuerza de trabajo para crear esa andenería no sería rentable. Lo confronté asegurando que en aquel momento se pudo y funcionó de modo sustentable y las pruebas las teníamos a la vista mirando por la ventanilla del tren e incluso en las mismas crónicas de quienes destruyeron ese mundo y que aun así se maravillaron del sistema incaico que incluso tenían depósitos (colcas) previendo hambrunas por malas cosechas. Obvio el neoliberal retrucó. Se enredó en explicaciones, dio infinidad de vueltas, recurrió a Adam Smith y acabó refugiado en Milton Friedman para terminar diciendo algo como: "si, pero no...". Entre tanto, la andenería andina que utilizó sabiamente las laderas de las montañas como archipiélagos horizontales, es decir como islas de cultivos determinados de acuerdo a la temperatura requerida, plantando abajo cultivos que necesitaban más calor (maíz) y arriba los que resistían las bajas temperaturas (papas) como si fuera una inmensa góndola de un supermercado vertical continuaba allí desafiando al presumido adlátere de Friedman.

III Oferta y demanda. El actual sistema económico se rige por la mano invisible del mercado y su ley suprema de oferta y demanda. A mayor demanda de un bien el precio se incrementa, a mayor oferta el valor desciende. Y así nos enteramos del contrasentido que productores agropecuarios opten por abandonar parte de su cosecha para que el valor no se desplome algo que hubiera espantado a los andinos. ¿No levantar cosechas? ¿Destruir alimentos? Se trata de un sistema perverso donde no cuenta la sensatez humana sino la tasa la ganancia y eso explica que tantos productores se regocijan por con las malas cosechas de otros y explica las fluctuaciones por ejemplo de la soja en la, o cuando se incrementa el valor del petróleo al desatarse una crisis en el Golfo Pérsico causando inquietud por un posible desabastecimiento. Es simple. No es necesario cursar un seminario en la Escuela de Chicago con su mentor Friedman que por sus buenos servicios fue premiado con el Nobel de Economía.... Tal sistema tiene algunos puntos neurálgicos, verdaderas catedrales del capital como Wall Street o la Bolsa de Tokio o la Bolsa de Chicago donde cotizan distintas acciones (acero, oro, granos etc.) y obvio los papeles de distintas compañías. En EEUU existe una segunda bolsa de valores automatizada y electrónica llamado Nasdaq que establece distintos índices, es decir un valor para los productos. El 8 de diciembre de 2020 fecha en que la que muchas familias arman el arbolito navideño, comenzó a cotizar en el mercado a futuro de Wall Street un recurso común como el agua. Generaron un título, un activo financiero no para el agua en si misma sino sobre los derechos de su uso que es todavía peor. Los devotos del sistema salieron de inmediato a dar loas y vítores asegurando que es una muy buena noticia ya que puede ser una herramienta de conservación del recurso que permitirá una gestión eficiente del mismo.

IV El cambio climático. El efecto invernadero que causa el calentamiento del planeta envía señales inquietantes sobre el aumento del estrés hídrico creado por los mismos que solo tienen anteojeras para traducir los acontecimientos del mundo en el maniqueísmo de oferta y demanda. Son los mismos que festejan el ingreso del agua como título financiero ya que en lugar de percibir un desastre en ciernes ven un campo muy propicio. Algunos ejemplos actuales. El este de Australia experimenta una sequía de la que no se tiene memoria, el avance de la aridez al sur del Sahara sobre la franja del Shael es constante, la desertificación de California se acrecienta al igual que en el sudeste español y con la expansión del límite de desierto de Atacama hacia el sur. La mega sequía que padece Chile la mayor desde que se tienen registros llevó a que el Parlamento discuta una reforma al Código de Aguas para cambiar el modelo de gestión que fue establecida en 1981 por Pinochet. Desde 2020 hasta el río Paraná el segundo rio en extensión y caudal de América experimenta una alarmante baja en su nivel. El cambio climático provocó una disminución de precipitaciones en la cuenca superior. La sequía afectó el flujo de los afluentes causando además una contracción de los acuíferos subterráneos y hasta las Cataratas del Iguazú presentaron un panorama desolador. En su momento por mis investigaciones para Ciudades Malditas-Ciudades Perdidas recorrí zonas hoy desérticas del norte de La Rioja donde las crónicas mencionan extensos bosques de algarrobo... Tengamos en cuenta que ni siquiera tocamos el tema de la contaminación por agroquímicos y que más del 80% de aguas residuales de la actividad doméstica, industrial y comercial regresan al ecosistema sin ningún tratamiento. En definitiva la escasez de agua apta para el consumo humano lleva a que cotice en la Bolsa...

V Datos alarmantes. De acuerdo a estudios de la ONU, casi dos mil millones de seres humanos habitan en regiones que presentan procesos de desertificación y tienen graves problemas para acceder al agua. Como demuestra lo que ocurre en Sudán, Níger o Chad además de los conflictos regionales millones de personas comienzan a desplazarse para conseguir un mínimo acceso al agua. A su vez el estrés hídrico genera una mayor erosión de los suelos con la consiguiente pérdida de aptitud productiva de la tierra. Todo indica que en los próximos años la situación se agudizará y eso explica los aleteos recientes de los buitres de Wall Street atentos de donde pueden incrementar las tasas de ganancia de las empresas transnacionales a costa de los que menos tienen. El círculo vicioso es una oportunidad de oro para el afán de lucro. En este sistema de oferta y demanda la mano invisible del mercado siempre se las ingenia para que los desamparados subsidien la opulencia del poder.

VI Guerra del Agua. Cuando estamos en un supermercado frente a una góndola de agua embotellada, pocos advierten que se trata de una imagen inequívoca de su privatización, este proceso comenzó hace bastantes años, su cotización en Wall Street es una consecuencia obvia. Nos acostumbraron a pagar por agua privatizada. Además y aunque parezca irreal, cuanto más pobre es el país y con mayores problemas de abastecimiento de agua, ese mismo litro embotellado es más caro en Mauritania o Perú que en Bélgica ya que en los países periféricos resulta rentable para las compañías embotelladoras que la distribución de agua potable en la red no sea de buena calidad. Este avance no es de hoy, un ejemplo lo vimos hace veinte años en Bolivia con la llamada Guerra del Agua que estalló inicialmente en Cochabamba debido a la privatización del recurso durante el gobierno del general Hugo Banzer. Además existen disputas incluso dentro de un mismo país como ocurre entre las provincias de Mendoza y La Pampa en Argentina por la apropiación del caudal del rio Atuel de parte de los mendocinos que detentan la cuenca superior en detrimento de los pampeanos. Si en medio de la vorágine informativa alguien logra retener algo recordará que hace un par de décadas comenzaban a escucharse las primeras voces alertando que los devotos del catecismo del "libre mercado" venían por el agua...

Aunque estamos en el mismo planeta que nuestros abuelos e incluso nuestros padres las cosas cambiaron bastante. Ninguno de las decenas de miles de hondureños del valle de San Pedro Sula que en un par de semanas de 2020 padeció dos huracanes consecutivos que devastaron la región con precipitaciones de 750 mm por lo que estuvieron casi 20 días inundados hasta el techo de sus viviendas podrían creer que dada su escasez el agua comenzó a cotizar en Wall Street en medio de acciones de litio, soja y Disney Chanel. Pero los huracanes Eta y Iota un fenómeno climático inusual son parte del mismo problema. Lo mismo ocurrió en el oeste de Alemania en Renania-Palatinado con la catástrofe medioambiental que en solo nueve horas cayeron 207 mm provocando muertes y daños inéditos como se vio en las imágenes de TV o en el centro de China donde la desorbitada cantidad de lluvia causo tales desastres que cientos de personas quedaron atrapadas dentro de los vagones del subterráneo con el agua al cuello. Estas catástrofes climáticas expresan una sintomatología de una estructura enferma. La naturaleza como cualquier enfermo advierte con esos síntomas de su dolencia. No es una metáfora, es la realidad.

Con la paulatina sustitución de combustibles fósiles invertir en agua un recurso más imprescindible que el petróleo a la larga será más rentable. Los buitres tienen buen olfato. De lo que no cabe duda por más que nos envuelvan con cuentos de todos los colores ellos vienen por el agua...

Fuente: Resumen Latinoamericano