Política

Romina Del Plá: "Los que se hacen llamar libertarios en realidad son fachos"

Entrevista de Lola Sánchez.

Romina Del Plá, dirigente de izquierda y diputada con mandato cumplido, buscará volver al Congreso junto a Nicolás del Caño en la lista "1A Unidad de la Izquierda" por la provincia de Buenos Aires. En diálogo con El Extremo Sur, Del Plá ratificó el compromiso con los reclamos históricos: la lucha contra la precarización laboral, la defensa de los derechos de las mujeres y la ruptura con el pacto del FMI.

A pesar del surgimiento de espacios de derecha con gran poder de seducción hacia una parte de la juventud, Del Plá consideró que no representan una alternativa electoral genuina y que la 'única rebelión posible es desde la izquierda". "De libertarios no tienen nada: defienden a la dictadura, llevan defensores de los represores en sus listas. No pueden ser una opción para la juventud", opinó.

Al mismo tiempo, desmitificó la idea de una grieta entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio: "la grieta tiene una gran parte de artificialidad; que intenten diferenciarse en algún discurso no quiere decir que se diferencian en cuestiones estratégicas".

En materia de género, consideró que el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad "fracasó completamente". "No se pueden resolver esas situaciones poniendo un Ministerio si la política es la misma", manifestó. Además, Del Plá realizó una lapidaria crítica contra la gestión de la pandemia: "Con el Frente de Izquierda hubiéramos resuelto el problema de la vacunación hace mucho tiempo". Defendió la vigencia de los planteos de la izquierda y proyectó "un muy buen desarrollo electoral" para el espacio.

¿Cómo analizás los espacios de la izquierda de cara a las elecciones?

Es muy importante haber conformado la lista con los partidos fundadores. Logramos mantener la unidad en una lista de frente único a la que se han sumado otras fuerzas. Lo principal es enfrentar a los gobiernos de turno y los partidos del régimen. La lista 1A defiende fuertemente el programa que dio origen a la izquierda, que hoy tiene una enorme vigencia. Los temas centrales que trabajamos desde el Frente de Izquierda son los que estamos poniendo en campaña: el tema de la deuda externa, la fuga de capitales, el problema con los recursos del país como consecuencia del empobrecimiento de la población, el aumento de la precarización laboral y la desocupación, la rebaja del poder adquisitivo de la jubilación, todo es consecuencias de esta garantía de pago de una deuda completamente ilegítima y fraudulenta, en este caso bajo el Gobierno de los Fernández. Habían cuestionado el endeudamiento de Macri, pero a la hora de poder diferenciarse, lo primero que hicieron fue mantener el acuerdo con el FMI. Tenemos una gran perspectiva, una oportunidad de ser un tercer bloque a los que gobiernan y gobernaron. Aspiramos a tener un muy buen desarrollo electoral, además del salto que estamos dando ganando nuevos militantes, organizándonos en nuevos sectores a lo largo de todo el país.

¿Se puede hablar de una grieta entre el peronismo y el macrismo? ¿O representan políticas similares?

Nosotros somos muy claros: la grieta tiene una gran parte de artificialidad; que intenten diferenciarse en algún discurso no quiere decir que se diferencian en cuestiones estratégicas, y eso se ve en la cuestión del endeudamiento, por ejemplo, o en los acuerdos que han tenido a la hora de perjudicar a los jubilados. Tanto Macri como Fernández han hecho cosas para bajar el poder adquisitivo de las jubilaciones, tienen un acuerdo para bancar medidas de precarización laboral y mayor flexibilidad, hubo desocupación y despidos en ambos gobiernos, han utilizado una pauta inflacionaria completamente fantasiosa en los presupuestos nacionales que han hecho aprobar, le han puesto un techo a los salarios. Hay políticas estratégicas que son comunes al peronismo, ahora agrupado en el Frente de Todos, a Juntos por el Cambio y también a las listas que están por fuera pero son parte de lo mismo, los Randazzo, los Milei y los Espert. Todos ellos tienen esa política común, los únicos que nos diferenciamos somos la izquierda y los trabajadores.

¿Qué opinás sobre los movimientos de derecha que surgieron en los últimos años? ¿La frustración de la población podría volcarse a esos grupos?

Está claro que hay un intento de presentar una alternativa electoral a ambos bloques, por estas variantes de los que se llaman libertarios. Pero tenemos que ser muy claros, son fachos. De libertarios no tienen nada: defienden a la dictadura, llevan defensores de los represores en sus listas. No pueden ser una opción para la juventud. En este sentido, el contrapunto que ha desarrollado Gabriel Solano con Javier Milei es muy importante. Fue un llamado de atención a esa juventud que está planteando una rebeldía contra el sistema, pero que no puede ir junto a los que son, justamente, parte del sistema. Ellos piden más ajuste, más privatizaciones y más sometimiento nacional. La rebeldía sólo puede ser de la izquierda. No es la primera vez que esto se intenta, recordemos que esto sucedió también en los 90' con la UCD (Unión del Centro Democrático) con su movimiento juvenil. Luego se deshizo porque vinieron las consecuencias de esas políticas.

¿Es posible, en el contexto actual, plantear un Gobierno que decida no pagar la deuda?

El endeudamiento se presenta siempre como algo indiscutible. El famoso argumento es sobre las consecuencias de no pagar la deuda. A ese argumento hay que darlo vuelta. Hay que pensar en las consecuencias negativas a causa del pago de la deuda fraudulenta, ¿qué puede ser peor que el hecho de que la mitad de la población esté bajo la línea de pobreza, que un 30% de trabajadores estén en negro o precarizado, que haya deserción escolar? Esas son las consecuencias. Tenemos 5 millones de jubilados cobrando 23 mil pesos de jubilación, claramente es un ingreso de indigencia. No es una deuda genuina que se haya contraído por parte del país para el beneficio de la población. Son deudas truchas, que han sido generadas sobre la base de estatizar la deuda privada, sobre el supuesto blindaje para evitar la fuga de capitales pero luego los recursos no llegaron. Los 45 mil millones de dólares de endeudamiento bajo el macrismo fueron utilizados para la fuga de capitales, para el repago de deuda y para negocios con activos financieros y negocios privados, junto a funcionarios del Gobierno. No tiene nada que ver con deudas genuinas. Uno entiende que una deuda genuina está bien. Si en el país hay algo que se debe, por compras de medicamentos, insumos o maquinaria, entendemos que hay que pagarlo.

Recientemente se debatió el Aporte Solidario a las Grandes Fortunas, propuesto por el oficialismo. Sin embargo, la izquierda ya había presentado un proyecto similar, ¿en qué se diferencian?

Nosotros presentamos junto a Nicolás del Caño un proyecto real de impuestos a las grandes rentas y fortunas, así como a las ganancias empresariales y a los terratenientes. Presentamos un esquema en el que también propusimos un impuesto extraordinario por única vez, aunque creemos que debería ser parte de una verdadera estructura impositiva progresiva. También planteamos el impuesto a las grandes fortunas por más de 100 millones de pesos, y no sólo a las ganancias individuales, si no a las ganancias extraordinarias de los bancos, las empresas, los terratenientes y a la especulación financiera. Sabemos que los millonarios son expertos en evadir el reconocimiento de sus propiedades y activos. Hay que ir a buscar allí donde están las ganancias reales y sobre esa base colocar un impuesto. Nosotros planteamos un proyecto para utilizar esos recursos y reforzar el Sistema de Salud, pasar a planta permanente a personal precarizado y poder desarrollar vacunas en nuestro país de forma estatal.

Meses atrás participaste en el Congreso del Plenario de Trabajadoras, donde se dialogó sobre la situación específica de las mujeres, ¿En qué medida las problemáticas de violencia de género se están atendiendo desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades de este Gobierno?

Ha fracasado completamente, no se pueden resolver esas situaciones poniendo un Ministerio si la política es la misma. Si la política de pobreza y desocupación es la misma la situación de las mujeres no va a cambiar, no se resuelve con una línea telefónica. Ha quedado muy claro que no hay una orientación real de protección hacia las mujeres. El presupuesto con perspectiva de género es una mentira, lo único que tenía específico para las mujeres es el programa Acompañar. Es un programa donde no hay ningún informe claro de cuántas mujeres han podido ingresar, ha sido aplicado desde la revictimización de las mujeres que ya sufrieron violencia. Es limitado, pagan un salario mínimo. Esperar que en 6 meses una mujer pueda resolver todos los problemas para poner en marcha una nueva perspectiva de vida, es fantasioso, especialmente con esos ingresos.

¿Cómo analizás la situación de los Derechos Humanos actualmente? ¿Hay un recrudecimiento de las políticas represivas?

Por supuesto, nosotros fuimos muy rigurosos en este tema, en las situaciones represivas contra la juventud o el gatillo fácil. En el macrismo vimos la represión al pueblo mapuche, la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, pero esa orientación se ha mantenido bajo el gobierno de Fernández. Cuando colocan a Sergio Berni al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, es posible hacer una radiografía de la orientación que tienen con las fuerzas represivas. Cuando aumenta la presencia de Fuerzas de Seguridad para controlar, como lo hicieron en la pandemia y le dan vía libre para hacer lo que hicieron con Facundo Castro y tantos otros, los casos se recrudecen a una velocidad que ni siquiera se llega a propagandizar en todos los casos. Existe un entramado de protección de la impunidad. Se mantiene la línea de impunidad sobre las Fuerzas represivas, y se agrava con cada gobierno.

Uno de los ejes del debate que se propuso desde la izquierda es la distribución de las vacunas y el mejoramiento de la situación de la Salud Pública. En este marco, ¿cómo caracterizas la gestión de la pandemia del actual gobierno?

La gestión ha sido muy negativa, especialmente desde la propia conducta de los propios funcionarios y el presidente, con las reuniones sin ningún tipo de protección o distanciamiento social, incluso reuniones sociales cuando estaba prohibido por la cuarentena. No se controló el ingreso al país de los que estuvieron afuera, se mantuvo el transporte para que los trabajadores vayan a laburar cuando la gente viaja hacinada, se permitió que todos los sectores de las clases sociales altas hagan y deshagan a su gusto sin ningún tipo de control. Todo eso ha terminado en la proliferación del virus y en las cifras de muertos. Si le sumamos que han hecho prioridad de los negocios privados en materia de manejo de la pandemia, tenemos este combo donde Argentina acaba posicionándose entre los países con los peores indicadores respecto al manejo de la pandemia. Con la vacuna sucede lo mismo, han privilegiado el negocio con los amigos, como sucedió con Hugo Sigman, con un contrato pago de vacunas Astra Zeneca que recién ahora están llegando a cuentagotas. Con el Frente de Izquierda hubiéramos tenido resuelto el problema de la vacunación hace mucho tiempo, y con las dos dosis. No se está yendo a buscar a aquellos que no llegan a la vacuna. Una y otra vez se toman medidas tardías, improvisadas, que desprotegen a la población. En la educación sucede lo mismo, de pronto mandan a todos a las escuelas y no se ha garantizado nada. Una y otra vez toman medidas pero en realidad las medidas reales no están. Todas las propuestas que llevamos cuando empezó la situación antes de la cuarentena fueron desoídas una y otra vez. Como consecuencia, tenemos una situación de 110 mil fallecidos, 5 millones de contagiados y una situación social económica completamente agravada. Es un saldo, en todos los aspectos, completamente negativo.