Ambiente

La crisis climática es de lesa humanidad: 2020, año con más ataques contra activistas ambientales

Desde 2012, Global Witness recopila datos sobre asesinatos de personas defensoras de la tierra y del medio ambiente. Las conclusiones son desesperanzadoras; a medida que se intensifica la crisis climática, también se recrudece la violencia contra los activistas por el ambiente.

El 2020 quedó registrado como el año con más ataques contra activistas, con un total de 227 ataques, lo que establece un promedio de más de cuatro personas asesinadas por semana. Los mismos ocurren en un amplio contexto que incluye amenazas, intimidación, vigilancia, violencia sexual y criminalización.

Como siempre, estos ataques letales ocurren en el contexto de una gama más amplia de amenazas contra las personas defensoras, que incluyen intimidación, vigilancia, violencia sexual y criminalización. Pero advierten: "Nuestras cifras son, casi con certeza, una subestimación, ya que muchos de los ataques contra personas defensoras no son denunciados".

En 2020, más de la mitad de los ataques sucedieron en solo tres países: Colombia, México y Filipinas. Por segundo año consecutivo, Colombia registró la mayor cantidad de asesinatos en 2020, con 65 personas defensoras de la tierra y del medio ambiente asesinadas.

Los homicidios estuvieron dirigidos a reconocidos líderes comunitarios de todo el país, a pesar de la esperanza generada por el acuerdo de paz de 2016. Los pueblos indígenas se vieron particularmente afectados y la pandemia de COVID solo sirvió para empeorar la situación. El confinamiento llevó a que las y los defensores fueran atacados en sus hogares, al tiempo que se reducían las medidas de protección del Gobierno.

Asimismo, el informe revela un impacto desigual: "Como ocurre con las repercusiones de la propia crisis climática, los efectos de la violencia contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente no se sienten por igual en todo el mundo. El Sur Global está sufriendo las consecuencias más inmediatas del calentamiento global en todos los frentes. En 2020, de los 227 asesinatos de personas defensoras registrados por Global Witness, 226 tuvieron lugar en países del Sur Global", detallan.

Por otra parte, se mantiene el número desproporcionado de ataques contra pueblos indígenas: más de un tercio de los ataques fatales fueron producidos contra ellos, quienes suelen estar al frente de la defensa de los territorios y los recursos naturales. Si bien la mayoría de las víctimas letales fueron hombres, subrayaron que las mujeres se enfrentan a formas violencias específicas de género como la violencia sexual. "Las mujeres suelen enfrentar un doble desafío: la lucha pública para proteger su tierra y la lucha, a menudo invisible, para defender su derecho a manifestarse dentro de sus comunidades y familias", agregan.

Por último, hacen un llamamiento a los Gobiernos y responsabilizan a los modelos empresarios extractivistas de esta persecución sin precedentes. "Muchas empresas se involucran en un modelo económico extractivo que prioriza de forma abrumadora las ganancias sobre los derechos humanos y el medio ambiente. Este poder corporativo irresponsable es la fuerza subyacente que, no solo ha llevado la crisis climática al borde del colapso, sino que ha perpetuado el asesinato de personas defensoras", sostienen.

Fuente: https://www.globalwitness.org/es/last-line-defence-es/