Patagonia

Gendarmería no pudo sostener la teoría de Patricia Bullrich

Por Susana Lara.

Empezó juicio a seis mapuche por lesiones a cuatro gendarmes y una yegua en enero de 2017. En ese mismo territorio siete meses después desapareció y murió Santiago Maldonado.

Comenzó esta semana el juicio oral y público contra seis mapuche por delitos menores que juzga la justicia federal de Chubut. Después de dos jornadas de audiencias quedó muy debilitada la versión oficial que sostiene la Fiscalía de Comodoro Rivadavia. Los testimonios de dos jefes y seis efectivos de Gendarmería Nacional mostraron que se usó una orden de allanamiento para intentar desalojar el predio recuperado por la Pu Lof Resistencia Cushamen a la multinacional Benetton.

Este viernes declarán otros testigos y los imputados brindarán su versión de los hechos del 10 de enero de 2017 dentro del territorio recuperado a metros del río Chubut y de la ruta nacional 40, en cercanías de la localidad de El Maitén, noroeste de Chubut. La semana próxima cerrará el debate por los presuntos daños a una yegua de la unidad montada de Gendarmería con asiento en Esquel, lesiones leves a tres gendarmes y graves a una tercera.

Además del contenido, cuentan las formas en este juicio que Tramas pudo seguir por el zoom habilitado por el Tribunal. Dos grandes crucifijos custodian la pared del fondo donde está ubicado el juez Enrique Guanziroli, del Tribunal Oral Federal (TOF) de Comodoro Rivadavia que juzga el caso. "Dígale a su defendida que el idioma oficial es el castellano", planteó al escuchar presentarse a una de las mujeres mapuche imputadas, quien lo hizo con las formalidades propias del pueblo mapuche. Poco después, dos imputados que residen en Bariloche no estuvieron en la apertura de la audiencia retrasados ya que estaban en zona rural realizando una ceremonia espiritual tradicional. De todos modos, su intervención técnica fue correcta en las dos primeras jornadas, indicó uno abogado presente en el debate.

Hechos y contexto

El fiscal de Cámara Teodoro Nurnberg planteó su hipótesis del caso, con un relato muy fragmentado que no permitió entender el contexto general en que se inscribieron las situaciones puntuales que se juzgan. Tal vez por las limitaciones del discurso dominante en el poder judicial; o, acaso, no pudo ser más claro porque son piezas del dispositivo de militarización de la cordillera que desplegó el ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. El operativo en Cushamen fue el 10 de enero, uno eslabón de la escalada represiva y persecutoria que anticipó otro intento posterior de desalojo ilegal, el del 1 de agosto durante el que desaparece y muere Santiago Maldonado.

En enero de 2017 gente mapuche protestó sobre la ruta 40 y las vías del tren de trocha angosta contra el pedido de detención de Facundo Jones Huala, lonko de Resistencia Cushamen, para su extradición a Chile. Por esa protesta, el juez federal de Esquel Guido Otranto dispuso un allanamiento en la fracción de la estancia Leleque del grupo Benetton. Las lesiones a las tres mujeres y las heridas a la yegua fueron durante el violento acto administrativo de notificación de la orden y de identificación de ocupantes, para despejar vías ubicadas a más de un kilómetro de ese lugar. El objetivo real del operativo recién quedo claro este jueves, con las preguntas a dos jefes operativos de Gendarmería. El relato de las cuatro personas lesionadas -personal subalterno- fue muy acotada a movimientos y acciones específicas que no daban cuenta del operativo.

El comandante mayor Dante Ignacio Zabala, en ese momento jefe de la Agrupación XII Comahue con asiento en ciudad de Neuquén, declaró como testigo ya que fue el responsable operativo de todo el dispositivo del 10 de enero. Sin embargo, la historia oficial a la medida de la hipótesis de la Fiscalía y de la teoría Bullrich, la desplegó con soltura José Luis Costamagna, subordinado de Zabala, responsable de una unidad de inteligencia con asiento en Bariloche. De todos modos, ninguno de los testigos de Gendarmería afirmó poder reconocer a lxs autores materiales de las lesiones a las personas ni a la yegua. Si en cambio, puede probarse la manipulación concertada entre el juzgado de Esquel y la Gendarmería en defensa de los intereses del grupo Benetton en la zona.

Este jueves lxs imputados brindarán su versión de los sucesos violentes. Ya declararon tres mujeres gendarmes heridas, un varón gendarme también herido, un médico de la fuerza y el efectivo que montaba la yegua lesionada.

Fuente: Tramas