Política

La última carta de Arcioni: busca patear la deuda hacia adelante para aumentarle a los estatales

Con la mirada puestas en las elecciones de noviembre el gobernador Arcioni buscaría que la Legislatura le habilite un desplazamiento hacia delante de los vencimientos de 20.000 millones de pesos de deuda con Nación. Si lo consigue podría hacerse de fondos frescos para otorgar incrementos salariales a los empleados públicos y así intentar reposicionar sus listas de candidatos que quedaron en el tercer lugar. Queda la duda si con este enorme desahogo financiero el Gobierno nacional le esta ofreciendo un enorme beneficio a cambio de bajar las candidaturas.

Ya sea porque se patean los vencimientos para adelante, porque se usan los fondos que se liberan para aumentos a los estatales antes de las elecciones o porque el Gobierno nacional le otorga un suculento apoyo financiero a cambio de que se bajen las listas para noviembre; lo cierto es que el panorama económico de Chubut sigue siendo un problema que se profundiza y la deuda se perpetúa en el tiempo.

En las últimas horas comenzó a rodar con fuerza la versión donde se asegura que el gobierno de Mariano Arcioni enviaría a la Legislatura un proyecto de ley para emitir un nuevo bono de deuda que le posibilite diferir a tres o cuatro años los vencimientos de alrededor de 20.000 millones de pesos que la provincia recibió como ayuda financiera de parte de Nación.

Esos fondos llegaron a Chubut como parte de los dineros distribuidos por el Gobierno nacional en las provincias para afrontar la crisis generada por la pandemia. La administración se ubicó al tope de las provincias favorecidas recibiendo más de 20.000 millones de pesos a través del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y los que se liberaron desde el Ministerio de Educación para que arrancarán las clases en este 2021.

Del FFDP Chubut recibió tres tramos de 5.000 millones de pesos y desde Educación se sumaron otros 6.000 millones a través de la emisión de un bono garantizado con fondos nacionales.

Los cuatro endeudamientos que se conformaron con dineros pertenecientes al Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES y totalizaron 21.000 millones de pesos, pero estaban a atados a su devolución con bajas tasas de interés.

Una pequeña porción ya fue cancelada por Chubut, pero aún quedan por pagar cerca de 19.500 millones de pesos por devolverle al ANSES y producto de esa importante suma de deuda es que la Administración provincial busca que la Legislatura habilite la emisión de un nuevo bono que programe vencimientos a tres o cuatro años hacia adelante.

Para poder armar este nuevo andamiaje de pagos y vencimientos de deuda con el ANSES el gobierno provincial necesitó primero del visto bueno de la Casa Rosada y luego deberá contar con un nuevo acompañamiento de los diputados provinciales para sacarse el endeudamiento de encima por ahora y tirárselo a la próxima gestión chubutense.

Ante este panorama surgen dos hipótesis. La primera es que Nación este autorizando a Chubut a montar este nuevo esquema de vencimientos de deuda a cambio de que Arcioni baje sus listas (encabezadas por Federico Massoni y Fabián Puratich) con las que viene participando en las elecciones con magros resultados en las urnas. Los fondos frescos le garantizarían al gobernador un frágil nivel de tranquilidad financiera y relativa estabilidad para concluir su mandato. Esta versión viene circulando con mucha fuerza desde que el gobernador chubutense viajó a Buenos Aires en medio de la crisis de gabinete.

La otra que parece tener más fuerza, es la que se vincula a una última y casi desesperada jugada del arcionismo antes de las elecciones de noviembre. Tal como ya hizo en el 2019 con la intención de proclamarse gobernador en los comicios anticipados, el oficialismo provincial buscaría sacarse de encima vencimientos de los casi 20.000 millones y abrir las negociaciones paritarias con los gremios estatales.

Los atrasos salariales con los empleados públicos tienen más de un año y medio en Chubut, con impactos diferenciales en la estructura de la Administración pública, y la presión de los gremios estatales se hace cada más intensa en las últimas semanas para conseguir recuperar el poder adquisitivo perdido desde diciembre del 2019.

Si no tiene asidero la hipótesis de bajar las listas a cambio de estabilidad y gobernabilidad, no sería nada extraño que Arcioni vuelva a fugar hacia adelante intentando mejorar la perfomance electoral de noviembre con aumentos salariales a los estatales -escalonados y por DNU- que rondarían en un 30%.

Aunque las mejoras en los sueldos quedarían por debajo de los niveles de pérdida de poder adquisitivo, el arcionismo intentaría acercarse y/o superar a la lista del Frente de Todos para no desaparecer del mapa electoral y terminar de sepultar al dasnevismo provincial.