Opinión

Cómo construir una Justicia que no deje abandonadas a niñas y niños

A pesar de la reforma del Código Civil y Comercial y de la Ley N° 26.061, que buscan reconocer la capacidad de actuar de los niños, niñas y adolescentes, el Poder Judicial todavía tiene una deuda con los derechos de las infancias, con procesos que implican demoras, prejuicios y revictimización. Desde hace algunos años, se trabaja en resignificar la mirada hacia la infancia y reconocer a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho.

"En un montón de áreas hay avances, pero, en general, no se ve una perspectiva de infancia en ninguna de las 'justicias': ni en el Fuero Penal ni el Civil", explicó Yael Bendel, ex presidenta del Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, en diálogo con Télam.

La abogada consideró que "hablar de una justicia con perspectiva en infancia es tener empatía, ponerse en el lugar del niño, niña o adolescente (NNyA) y pensar desde su lugar y no de lo que nosotros, los adultos, creemos que es mejor para ellos".

"En la justicia no hay tantos avances en infancia" agregó, hecho que "parte desde la formación de jueces, fiscales, abogados. En la Universidad, por ejemplo, no hay materias obligatorias sobre infancia". En octubre del 2014, el Congreso Nacional sancionó un cuerpo normativo de 2.671 artículos que reemplazaron a otros 4.500 que estuvieron vigentes desde 1869, la simplificación del régimen de adopción; unión convivencial, simplificación del trámite de divorcio, y la incorporación de los NNyA como sujetos de derechos fueron los puntos más destacados de la reforma.

"Tener perspectiva de infancia tampoco es sólo escuchar al niño, hay que saber preguntar, entender la situación, en muchos casos penales, por ejemplo, los chicos declaran en Cámara Gesell que no es más que una habitación separada por un vidrio espejado y del otro lado está el progenitor acusado, muchas veces incluso antes de declarar los chicos se lo cruzan", apuntó Bendel.

Marisa Herrera, abogada especialista en Derecho de Familia, sostuvo que hablar de una justicia con perspectiva en infancia es "básicamente hablar de los derechos humanos". La letrada subrayó que "en casos de adopción, se señala el derecho a la identidad, en la estructura de la sentencia se mencionan los derechos implicados o vulnerados en cada caso. Hoy ser un buen civilista no es sólo saber el Código, sino los tratados internacionales de derechos humanos".

Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes Nº 26.061 "viene a bajar los principios y el modelo de protección integral de la Convención de los Derechos del Niño, al poner como eje los derechos humanos y un rol más activo del Estado para poder garantizarlos", agregó.

Por ello, considerar a los NNyA como sujetos de derecho "con iniciativas propias, con problemáticas propias, es clave; antes se podía dictar sentencia sin conocer o escuchar a los NNyA, ahora tienen derecho a ser oídos y una sentencia puede declararse nula si se prueba que esto no fue así", explico la letrada que formó parte de la redacción del proyecto de reforma del Código Civil y Comercial.

Herrera apuntó:"el derecho a ser oído no solo se trata de escucharlo, sino de darse cuenta que sucede alrededor, la justicia tienen que analizar qué es lo que pasa si un niño no quiere ver a su padre, por ejemplo".

"Se trata de tener una mirada más amplia, no podes preguntarle a un chico si quiere vivir con la mamá o el papá, hay que preguntarle cómo es su día, su vida, qué le gusta hacer y ahí ir evaluando. Hay un conflicto por eso el chico está ahí, la justicia tiene que evitar agravar la situación", explicó.

En cuanto a los desafíos de cara a una justicia con perspectiva de infancia, Herrera aseguró que "hay dos temas pendientes: uno más jurídico y otro social. Respeto al primero, hay que terminar de establecer la figura del abogado del niño, que tiene que ver con el patrocinio letrado de un especialista con perspectiva en infancia".

"Si bien esta figura ya está incluida en el Código hay polémica en cuanto a la edad, porque no es lo mismo llevar ante la justicia la palabra de un niño de dos, cinco o quince años", apuntó la especialista.

"En cuanto a lo social, creo que la mayoría de los conflictos que van a tribunales no son solamente jurídicos, todos tienen un componente social: temas de vivienda, temas de pobreza, temas de principios económicos, por eso es fundamental hacer alianzas con otras instituciones para lograr intervenciones superadoras y que realmente vayan a un mejoramiento de la calidad de vida del niño, nos falta aceitar el vínculo entre el organismo de protección integral y la justicia", agregó Herrera.

Por último, la letrada consideró que "para una justicia con perspectiva de infancia en fundamental la formación de los profesionales, las universidades tienen que tener un gran compromiso en la formación, porque ninguna jueza o juez sale de la nada".

"Hoy (el poder judicial) está en tensión: tenés una mirada más renovada, más actual, más plural, más diversa, enclave de derechos humanos que es la que se está instalando de a poco, pero todavía tenés jueces y juezas que no, todavía estamos en el medio de camino, digamos", concluyó Herrera.