Patagonia

El Operativo Cóndor

Por Miguel Auzoberria

Un día como hoy hace 55 años, el 28 de septiembre de 1966, un grupo de jóvenes llevó adelante el Operativo Cóndor, desviando un vuelo con destino a Ushuaia para que aterrizara en las Islas Malvinas e izar la bandera argentina. La capital de Santa Cruz volvía a las primeras planas de los diarios nacionales.

Nueve años después de la famosa fuga de la cárcel de Río Gallegos, la capital provincial estaba otra vez en los titulares de los diarios nacionales; esta vez gracias a la audacia de un grupo de jóvenes peronistas que secuestraron un avión que se dirigía a la capital santacruceña, desviándolo de su ruta para llevarlo a las Islas Malvinas. "Secuestran un avión en vuelo y ocupan las islas Malvinas" anunciaba con gran titular la quinta edición de Crónica el miércoles 28 de septiembre de 1966. Decía el diario porteño, que siempre dedicó mucho espacio a la cuestión Malvinas: "... un puñado de jóvenes argentinos, tras una audaz operación de comando cumplida a bordo de un DC-4 de Aerolíneas Argentinas en viaje a Río Gallegos, hicieron desviar la máquina hacia Puerto Stanley, ocuparon la isla, emitieron un comunicado y dieron a conocer una proclama." [1]

La operación fue realizada por dieciocho jóvenes peronistas de entre18 y 32 años, el líder del grupo era el periodista Dardo Manuel Cabo, alias Lito, de 25 años, afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica e hijo del gremialista y ex diputado peronista Armando Cabo, joven que como otros integrantes de este grupo comando habían integrado la agrupación nacionalista Tacuara; su segundo era Alejandro Giovenco Romero, un estudiante de 21 años apodado "Chicato"; la única mujer que integraba el grupo era la periodista y escritora María Cristina Verrier, de 27 años y pareja de Dardo Cabo, el padre de la joven había sido juez de la Suprema Corte de Justicia y funcionario de Arturo Frondizi (1958 - 1961), un tío suyo, Roberto Verrier, fue ministro de economía durante tres meses de 1957, en tiempos de la Revolución Libertadora. El grupo, denominado Cóndor se completaba con Ricardo Ahe, de 20 años, empleado; Norberto Karasiewicz de 20 años, metalúrgico; Andrés Castillo, 23 años, bancario; Aldo Omar Ramírez, 18 años, estudiante; Juan Carlos Bovo, 21 años, metalúrgico; Pedro Tursi, 29 años, empleado; Ramón Sánchez, 20 años, obrero; Juan Carlos Rodríguez, 31 años, empleado; Luis Caprara, 20 años, estudiante; Edelmiro Jesús Ramón Navarro, 27 años, empleado; Fernando José Aguirre, 20 años, empleado; Fernando Lisardo, 20 años, empleado; Pedro Bernardini, 28 años, metalúrgico; Edgardo Salcedo, 24 años, estudiante y Víctor Chazarreta, 32 años, metalúrgico.

El vuelo que salió del aeropuerto Jorge Newbery a las 0:34 con destino a Río Gallegos, realizaba su travesía de rutina, cuando a las 6 de la mañana y utilizando armas que ingresaron ocultas en el equipaje, el grupo tomó el control del vuelo. Relataba el comisario de abordo Raúl Oscar Ferrari: "la maquina fue tomada en vuelo cuando nos encontrábamos a cuarenta minutos más o menos de Río Gallegos. Todo se desarrolló con tranquilidad para el pasaje, ya que no supieron hasta último momento el destino final cual era. Entre el auxiliar y yo tratamos de mantener la mayor calma posible para que no se notara ninguna anormalidad. La tripulación dispuso que los pasajeros supieran el destino final de la máquina. Yo personalmente estuve encerrado durante 45 minutos aproximadamente en el baño y luego pedí permiso para hablar con el comandante a los efectos de conversar la posibilidad de anunciar a los pasajeros que nos dirigíamos a Comodoro Rivadavia argumentando como excusa que se debía a mal tiempo en zona de Río Gallegos." [

En el avión viajaban además de los integrantes del operativo Cóndor, otros 35 pasajeros, entre los que se destacaban el gobernador de facto del por entonces Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Almirante José María Guzmán y el periodista y dueño del Diario Crónica, la revista Así y Radio Colonia, Héctor Ricardo García, invitado especialmente por los jefes de la operación.

En su libro de memorias: Cien veces me quisieron matar, el editor de Crónica, realiza un excelente relato del operativo Cóndor; cuenta que Dardo Cabo lo contactó sin darle detalles del operativo, solo informándole que iba a ser una gran primicia de impacto nacional. García dudo de ir, especuló de que podría tratarse de alguna cuestión relacionada con el Che Guevara, o con el cadáver de Evita, o quizás un nuevo intento de operativo retorno de Perón, finalmente concurrió a la cita en aeroparque donde se le dio el pasaje y se le dijo que viajaban al sur.

Cuenta Ricardo García en sus memorias: "El "Operativo Cóndor" nació a comienzos de 1966, cuando la señorita María Cristina Verrier, colaboradora de una revista de Buenos Aires, realizó una entrevista al joven Dardo Manuel Cabo por entonces de 25 años, activo dirigente nacionalista. Entre ellos nació un romance. Ella, quien era también autora teatral, le propuso, en sus diarios encuentros, el aterrizaje en Malvinas. ... allí comenzó el estudio del terreno y de cómo se efectuaría la acción. Cabo tomó contacto con personas que habían estado en las Islas Malvinas y comenzó a reunir material. Diseñó un mapa casi perfecto de la zona y recopiló fotografías. ... Cristina Verrier, ayudada por algunos compañeros periodistas, reunió también su parte. Incluso realizó un par de viajes a Río Gallegos para reconocer a tripulantes y pilotos. Trabó así relación con todos los que componían el personal del vuelo 648 de "Aerolíneas", algunos de cuyos integrantes hasta la tuteaban. Para justificar su presencia en Río Gallegos, dictó algunas conferencias sobre teatro de vanguardia, uno de sus temas predilectos." [1]

Cuando anuncian que por razones climáticas no descenderían en Río Gallegos, "El avión volaba en ese momento buscando un lugar donde aterrizar. Efectuó dos o tres pasadas sobre Puerto Stanley e inició la maniobra de descenso en la pista de carreras. Sobre esta de escaso recorrido, había un vehículo atravesado y algunos montículos de tierra. El terreno era bastante blando. La máquina tocó tierra y luego de dar un fuerte bote contra el suelo carreteo varios metros y se detuvo muy cerca del vehículo que estaba detenido. Según posteriores versiones recogidas en el lugar, el vehículo se encontraba allí pues, luego del episodio protagonizado por el piloto Miguel Fitzgerald[2], se había ordenado a todos los propietarios de coches de la isla que, cuando avistaran un avión desconocido, se cruzaran con ellos en la cancha de aterrizaje. Apenas se detuvo la máquina, descendieron 8 integrantes del operativo y tomaron posición alrededor del avión portando armas largas." [3]Lo hicieron al grito de "Las Malvinas son argentinas. ¡Viva la Patria!". Andrés Castillo uno de los últimos en sumarse al grupo, fue el primero en pisar el suelo malvinense, sería uno de los futuros fundadores de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Habían llevado siete banderas argentinas que desplegaron y colgaron en el aeropuerto de Malvinas, al cual bautizaron con el nombre de Aeropuerto Antonio Rivero. La idea principal de la operación era ocupar la casa del gobernador Patrick Thomas Haskard, quien no se encontraba en Malvinas, además de tomar el arsenal de la isla y divulgar una proclama radial que sería escuchada en Argentina. Ante la imposibilidad de concretar lo planeado, ya que la casa del gobernador y el arsenal quedaban retirados del lugar donde fue a quedar el avión y ante el hecho de que comenzaban a quedar rodeados, cambiaron de planes. Desde la radio del avión Cabo transmitió su mensaje: "Operación Cóndor cumplida. Pasajeros, tripulantes y equipo sin novedad. Posición Puerto Rivero, Islas Malvinas, autoridades inglesas nos consideran detenidos. Jefe de Policía e Infantería tomados de rehenes por nosotros hasta tanto gobernador inglés anule detención y reconozca que estamos en territorio argentino."[4]

A las 9:57, el radioaficionado Anthony Ardí divulgó la noticia, que se escuchó en Trelew, Río Gallegos y Punta Arenas, Chile, y desde esos lugares se reprodujo al resto de país. La noticia tuvo gran impacto popular y también en el gobierno de Juan Carlos Onganía, a quien colocaba en una difícil situación al tener que compatibilizar su discurso nacionalista y de mirada al sur, con la visita que por esos días hacia a nuestro país del príncipe Felipe de Edimburgo.


Mientras tanto en las islas el avión ya se encontraba rodeado de policías y milicianos armados, los "cóndores" responden "Les informamos que nos quedamos a vivir en tierra argentina e invitamos al gobernador a plegarse bajo nuestra bandera." [5]El sacerdote de la isla se ofrece como mediador, su nombre Rodolfo Roel, éste consigue que los pasajeros del avión se puedan alojar en las casas de los Kelpers, el comando y sus rehenes permanecen en el avión, por la tarde solicitan que el padre Roel ofrezca una misa en el interior de la nave, posteriormente entonan el Himno Nacional Argentino y liberan a los rehenes ingleses.

En Buenos Aires la noticia corría como reguero de pólvora, el diario Crónica en su edición vespertina vendía miles de ejemplares. "Las 62 Organizaciones y los gremios portuario, petrolero, molinero, de la carne y tranviarios adhieren pública y entusiastamente. Miles de volantes impresos son arrojados en el centro de Buenos Aires. En la esquina de Florida y Corrientes grupos de activistas quemaron una bandera inglesa. Las ráfagas de ametralladoras sobre las ventanas de la embajada Británica buscaban amedrentar al Príncipe Felipe de Edimburgo, de visita en la Argentina. En Rosario, jóvenes universitarios del grupo Tacuara ocupaban el Consulado de Inglaterra en esa ciudad. Al canciller Nicanor Costa Méndez le tocaba explicar lo que estaba ocurriendo en los foros internacionales. Ese mismo día, Costa Méndez debía presentar el reclamo argentino por Malvinas." [6]

En Río Gallegos el operativo despertó simpatía, como en el resto del país, "Los vecinos de Río Gallegos, Pedro Korchenesky, Pola González, Diego Saborido, Raúl y "Manolo" Rodríguez, Dante Vaiani, María Elena Fiorentino y otros, con la bandera que le dio el dueño del Hotel París, señor Ajís, iniciaron una manifestación de apoyo a la operación Cóndor, que reunió 2.000 personas."[7] No hemos podido corroborar la cifra de la manifestación que indica el historiador Juan Bautista Baillinou, pero la prensa de la época cuenta que fue importante: "Anoche poco antes de las 24 se fueron concentrando en la Avenida Roca vehículos y personas con el objeto de realizar una manifestación como reafirmación de la Soberanía Argentina sobre las Islas Malvinas y de apoyo a la acción desarrollada por el Comando de Operaciones Cóndor. A las 0,30 de hoy, cuando el público asistente a la función cinematográfica se retiraba al finalizar la misma se engrosó el número de manifestantes y en la intersección de Roca y Fagnano los presentes entonaron el Himno Nacional Argentino. Mientras tanto las filas de adherentes se alargaban y una gran cantidad de vehículos se agregó. Al terminar de entonarse el Himno Nacional la manifestación se dirigió por la Avenida Roca hasta 25 de Mayo y de allí a la Plaza San Martín. Frente al monumento al libertador nuevamente fue entonado el Himno Nacional. La fila de coches en doble hilera que seguía a los manifestantes que marchaban a pié hacia sonar sus bocinas adhiriendo de esa manera a los estribillos de "Las Malvinas son Argentinas". De la Plaza San Martín se dirigieron a la Residencia del Gobernador y eran las 0,45 cuando llegaron frente a la misma. En el jardín se encontraba el Comodoro Rayneli quien siguió con vivo interés la evolución de la manifestación. Llegados nuevamente a Roca y Fagnano, en perfecto orden se desconcentro." [8]

En tanto la CGT Regional Río Gallegos había emitido un comunicado "consustanciada con la posición del Consejo Directivo Central de la CGT", expresando su amplia y absoluta solidaridad, "a los valientes ciudadanos argentinos que, en un acto de plena justificación, reafirmaron una vez más la soberanía nacional sobre la Islas Malvinas" [9]

Mientras tanto en el archipiélago, después de vivir momentos tensos, en los cuales el vicegobernador isleño amenaza con hacer uso de la fuerza para tomar prisioneros a los jóvenes del grupo Cóndor, después de varias horas, gracias a la mediación del cura de la isla, los "cóndores" deciden entregar sus armas a la única autoridad que ellos reconocían, el comandante Fernández García; descendieron del avión acompañados por el cura y se alojaron en la iglesia en carácter de detenidos. Allí estuvieron alojados con fuerte custodia hasta el 1 de octubre cuando fueron embarcados en una lancha carbonera inglesa y llevados hasta el barco de la Armada Argentina Bahía Buen Suceso, que los trasladó hasta territorio argentino. Desembarcaron en Ushuaia, quedaba al estado argentino recuperar el avión de

Aerolíneas Argentinas. En esta situación interviene el vice comodoro Oscar H. A. Bonangelino, sub- director Regional de Circulación Aérea quien solicita a los directivos de LU 12 Radio Río Gallegos la irradiación de un mensaje para el comandante Fernández García. El mismo fue relatado en Inglés y Castellano, decía: "Para información del Comandante Fernández García del avión LU AGG en las Islas Malvinas: En Río Gallegos están listos y en aprestos el avión Albatros y los elementos de Supervivencia para la operación regreso. Favor informe por 5619 Kc o banda de radioaficionado cuáles son sus problemas hora y fecha estimada de despegue. Para su conocimiento se le informa su plan de vuelo debe ser Gallegos con alternativa Grande." [10]Varias veces la emisora privada de Río Gallegos emitió el mensaje en los dos idiomas, hasta que por medio de un radioaficionado se conocía que el DC 4 no pudo decolar por inconvenientes en una rueda. Los pasajeros que venían con destino a Río Gallegos fueron traslados vía aérea desde Ushuaia; y el diario local La Opinión entrevistaba algunos de los testigos involuntarios del reclamo de soberanía sobre nuestras islas, un pasajero, el Dr. Emilio Radresa con sentido del humor respondía la consulta: "Bueno, realmente tranquilo después de tanta aventura, encantado de haber conocido las Islas Malvinas, además por primera vez en mi vida tengo una muy buena excusa para darle a mi esposa por haber faltado una semana a mi casa." [11]

De todo este acto de reivindicación de soberanía sobre Malvinas no existe registro fotográfico, ya que en las Islas detienen a Héctor Ricardo García, a quien los ingleses no solo lo golpean, sino que le quitan 5 rollos de fotos con el registro de lo sucedido desde el aterrizaje, además de fotos de diferentes aspectos de Puerto Stanley. Luego de estar un día detenido fue trasladado junto a los "cóndores" que estaban alojados en la iglesia, y pese a los reclamos reiterados y la exhibición de su carnet de periodista no se le entregó el material fotográfico. "Con el correr del tiempo supe que mi captura fue "sugerida" por el gobernador de Tierra del Fuego, almirante Guzmán, uno de los pasajeros del vuelo de "Aerolíneas", quien me vinculó directamente con el operativo nacionalista. Aunque muchos coincidieron en que actuó así por orden de presidencia de la Nación, informada de que me encontraba en el vuelo, por lo publicado por "Crónica", desde el momento mismo del aterrizaje."[12]

El 22 de noviembre de 1966, el Juez Federal de Tierra del Fuego, Miguel Ángel Lima, procesó a todo el grupo por delitos de "privación de la libertad personal calificada", y por "tenencia de armas de guerra", el argumento del grupo Cóndor fue la motivación de reivindicar los derechos soberanos de Argentina sobre Malvinas.

El 26 de junio de 1967 fueron dejados en libertad, a excepción de Dardo Cabo, Alejandro Giovenco[13] y Juan Carlos Rodríguez, quienes permanecieron 3 años más en prisión debido a sus antecedentes.

Durante los días del gobierno de Jorge Cépernic en la provincia de Santa Cruz, LU 14 Radio Provincia, la emisora oficial del Estado pasó a llamarse LU 14 Radio Grupo Cóndor, en reconocimiento a los integrantes del operativo.

Texto extraído del libro Los días de Cepernic. una historia del peronismo de Santa Cruz (Dunken, 2016) de Miguel Auzoberría.


[1] Diario Crónica 28 de septiembre de 1966, citado por Santiago Senén González y Fabián Bosoer en el libro Saludos a Vandor - vida, muerte y leyenda de un Lobo. Editorial Vergara, 2009. En este libro dedicado a la figura del sindicalista Augusto Vandor, se sostiene que existieron conexiones entre la cúpula de la UOM y los integrantes del operativo, a través de financiación y provisión de armas.

[2] Testimonio del Comisario de Abordo, Raúl Oscar Ferrari, en Diario La Opinión de Río Gallegos, 4 de octubre de 1966. Págs. 1 y 8.

[3] García, Héctor Ricardo. Cien veces me quisieron matar. Editorial Planeta. 1993. Pág. 220/226. Sobre el nombre del operativo dice García en su libro: "Cabo, me informó, después, que fue denominado así en homenaje al cóndor, que simboliza la soberanía. El emblema es usado permanentemente por los nacionalistas y tomó notoriedad medio siglo atrás al ser difundido por la "Alianza Libertadora Nacionalista"

[4] Miguel Fitzgerald, era un piloto argentino que El 8 de septiembre de 1964, con su pequeño avión Cessna, voló hacia las islas Malvinas y aterrizó en la pista del hipódromo de Puerto Stanley. Enarboló una bandera argentina, y exigió infructuosamente ser recibido por el gobernador británico, para reclamarle por la soberanía argentina sobre el archipiélago. Luego emitió una protesta y regresó al continente antes de ser atrapado por las fuerzas del orden locales. La Dirección de Aeronáutica le quitó el Brevet (carnet de piloto), pero el presidente Arturo Illía anuló el castigo. El 27 de noviembre de 1968, Fitzgerald realizó un segundo viaje a las islas, esta vez al mando de un avión bimotor propiedad del diario Crónica, en el que también viajaban Héctor Ricardo García, director del diario, y uno de sus periodistas, Juan Carlos Navas. Esta vez la pista del hipódromo había sido obstruida, por lo que se vio obligado a tomar tierra en un camino, lo que produjo la rotura de una hélice. Fueron detenidos, y al estar el diario Crónica involucrado el hecho fue explotado mediáticamente por el medio de García. Colocando su figura a la altura de héroe nacional.

[5] Diario La Opinión. 4 de octubre de 1966.

[6] González, Santiago Senén y Fabián Bosoer. Saludos a Vandor - vida, muerte y leyenda de un Lobo... editorial Vergara, 2009. Pág. 169.

[7]González, Santiago Senén Op. Cit. Pág. 170.

[8] González, Santiago Senén, Op. Cit. Pág. 171.

[9]Baillinou, Juan Bautista. Patagonia. Una herencia vacante. Edición de Autor, 2000. Pág. 427.

[10] Diario La Opinión. 30 de Septiembre de 1966.

[11] Diario La Opinión. 30 de Septiembre de 1966.

[12] Diario La Opinión. 4 de octubre de 1966.

[13] Diario La Opinión. 4 de octubre de 1966.

[14] García, Héctor Ricardo.Cien veces me quisieron matar. Editorial Planeta, 1993. Págs. 239/242.

[15] Alejandro Giovenco, posteriormente se alistó en la Concentración Nacional Universitaria (CNU), organización de ultraderecha cuyos activistas tuvieron el apoyo de la UOM. Participó de la "masacre de Ezeiza" el 20 de junio de 1973. Murió a los 28 años, un 18 de febrero de 1974, en plena avenida Corrientes de Capital Federal, cuando le estalló una bomba que llevaba en su portafolio.

Fuente: Cruel en el cartel