El país

El homenaje a Bayer en forma de libro: «Revolución es la palabra»

Por Carlos Aznárez

Mariana Dufour es la autora de "Revolución es la palabra, que se va a dar a conocer este miércoles 6 de octubre, y que parte de un encuentro de varios compañeros y compañeras, artistas, intelectuales, periodistas, con esa figura entrañable que fue y es Osvaldo Bayer. Sin duda, su nombre está asociado a lo mejor de la literatura, de la poesía y del periodismo contemporáneo, sin dejar atrás sus posiciones políticas progresistas y tampoco su defensa consecuente de los derechos humanos. Con Mariana vamos hablar de este libro que tardó en llegar producto de mil y lógicos inconvenientes, pero que ahora, en el momento difícil del país, su aparición lo hace más que imprescindible.

-Mariana: He estado con los últimos estertores de este parto, estamos pujando ya. Como vos dijiste, ha costado que saliera este libro, pero creo que igual sale en un buen momento. En un momento necesario. El libro tiene sus años: desde el momento en que le llevé la idea a Osvaldo hasta el día de hoy, han pasado cuatro años de producción y de intentar para que fuera editado. El libro fue producido y escrito en el tiempo de Macri, con lo cual estamos hablando de tiempos oscuros para todos, pero en especial para las editoriales, que se han ido cayendo una a una. Cuando salimos de ese período, nos tocó la pandemia. Aun así, en tiempos de pandemia se comunica conmigo la editorial Lengua Madre, de Alejandro Ferrari y me dice: «con lo poquito que queda de mi editorial te quiero ofrecer la edición de este libro». Y acá estamos con Revolución es la palabra, que era nuestro regalo para el viejo.

-Contamos un poco como se te ocurrió esta idea. Es bastante novedoso, juntar a Osvaldo con otros poetas, escritores, periodistas para recordar a otros pares que fueron, por su pensamiento, su acción y su lucha, figuras sumamente importantes en las mil batallas que libraron a favor de los pueblos.

-Si, asi es. El origen es un tanto insólito, tal vez. Me llamaron egresados de la escuela Bellas Artes «Ernesto de la Cárcova», para que Osvaldo se pudiera sumar a través de la prensa a una campaña por la reapertura de esta escuela. Organicé, vos te acordarás, porque te convoqué para ser parte también. Así armamos una entrevista colectiva, donde participaron medios gráficos, televisivos, radiales, para de esa manera reproducir la voz de Osvaldo de manera potente. Ahí nos cuenta que la unión que tenía con esa escuela era a partir de una relación con una joven llamada Anne Marie, una estudiante y artista con la que caminaban, por los jardines de esa hermosa escuela, recitando poemas de poetas que estaban de moda en ese tiempo o simplemente les gustaban. Lo contó con esa prosa tan poética que tenía y si bien en la entrevista pasó desapercibido, a mi me quedó en la cabeza como picando varios días hasta que un día desperté con la idea. Lo llamé y le dije: «Osvaldo tengo una idea para proponerte». Me dijo: «Venite», con esa generosidad que lo caracterizaba. Cuando llegué al Tugurio le propuse volver a caminar, volver a pasear por esos jardines, de manera metafórica por supuesto, pero esta vez de la mano de los poetas que habían sido sus compañeros de redacción, sus compañeros en el exilio, de lucha, sus amigos. Me dijo que si, que era una deuda que él tenía, un asunto pendiente que era homenajear a sus amigos y poetas como Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Juan Gelman, Nilda Quintana, Alfredo Zitarrosa, él eligió a Zitarrosa, no como poeta compañero, pero sí como poeta que le gustaba mucho. Atahualpa Yupanqui, con quien compartió parte de su exilio. Así fue como convocamos a Javier Corcuera, el es profesor de literatura, que también nos acompañó en la escritura de varios capítulos del libro. Como ni Javier ni yo lo podíamos ayudar Osvaldo a revivir y recordar esos años tan lejos para todos, para él y para nosotros, le propuse que cada encuentro que dedicaramos a cada poeta, convocamos a alguien que había sido discípulo, hija, pareja, compañeros, compañera de ese poeta. Así es como fueron pasando desde Víctor Heredia como discípulo de Atahualpa, Stella Calloni, como amiga de Sara Gómez, y dos los que están en el libro, entre ellos vos, que te convocamos para recordar, homenajear y revivenciar junto a Osvaldo a Paco Urondo. Nada menos que a Paco Urondo.

-Fue muy importante en el proceso de construcción del libro, el ir organizando los encuentros, y lo increíble que fue surgiendo: la fraternidad, la dulzura que significaron cada uno de estos encuentros con Osvaldo de cada uno de nosotros y nosotras. Sobre todo visitar el Tugurio, que para quienes no lo conocen, era el lugar donde vivía Osvaldo, donde estaba él entre miles de libros, diarios y folletos que atesoraba durante años y que realmente era un placer visitar. ¿Era como un museo el Tugurio, verdad?

-Era como un museo, pero un museo lleno de vida. Con sus potus que caían desde lo más arriba de esos muros. Llenos de fotos, libros y diarios y anteojos olvidados. La gente no se por qué tenia la costumbre de olvidarse los anteojos, era también un museo de anteojos el Tugurio, era muy gracioso eso. Como vos decías, los encuentros eran inolvidables para todos. Eran como tres partes: el invitado o invitada, Osvaldo y nosotros, Javier y yo. Este trabajo de producción llevaba mucho tiempo, tiempo de organización, tiempo con Osvaldo para pensar qué poeta, qué invitado. Después de la preparación del encuentro y finalmente la escritura de todo el libro que son 20 capítulos, que como digo siempre no es simplemente la desgravación de esos diálogos, ni mucho menos, sino que hay trabajo de producción intenso. Tuvimos que leer, por suerte y con mucho placer, muchos libros para poder escribir cada uno de esos capítulos. Creo que lo que nos dejó este libro, estoy segura de lo que a mi me dejó este libro, pero a cada uno que lo lea y los que fueron parte, es una mirada distinta de esa generación que Osvaldo conmemoró a través de los poetas, la generación del 60 y 70 que suele ser asociada a la muerte, y sin embargo, fue una generación tan llena de vida, de solidaridad, una generación con tanto amor. Me sorprendí y hoy tengo una mirada de ese tiempo, de esas mujeres, de esos hombres, muy distinta a la que tenía antes. Hoy los comprendo de una manera mucho más carnal y mucho más, no se cómo decirlo, con más compromiso, puedo sentir el amor de la lucha de cada uno de ellos.

-Sin duda fue una generación importantísima para este país y una generación a la cual hoy, en el momento que estamos viviendo, momento de derechización no sólo de Argentina sino de Latinoamérica, ayuda mucho evocar a estos compañeros y compañeras, a estos intelectuales luchadores y luchadoras. Estamos hablando de gente que además de ser escritores, poetas, periodistas, trovadores, también se comprometían «hasta mancharse», como decía el poeta español. Adelantadnos como será la presentación del libro?

-Sí, la presentación será en el CCK y no piensen que vamos a tener una mesa y cuatro intelectuales sentados, no va ser así. Será una jornada de homenaje donde lo último que va a haber es una mesa, vamos a tener desde música y danza, hasta Tati Almeida, por ejemplo, recitando el poema que le dejó su hijo Alejandro. O Adolfo Pérez Esquivel recitando un poema que Vicente Zito Lema, nos regaló y nos ofrendó para el libro. Va a estar la banda Arbolito que ha sido tan amiga de Osvaldo. También el quinteto Negro La Boca, Rolando Wolman con su dúo de Charangos. Vamos a ver varios videos de 3 minutos cada uno, donde habrá imágenes de esos encuentros, audios y partecitas para que los que estén el 6 puedan ver, asomarse un poquito a lo que sucedía en el Tugurio y de esa manera ir adentrándose en el libro. Lo vamos a hacer a la manera de Osvaldo, lo más espontáneo, natural, posible, y siempre organizados para que salga algo agradable y coordinado, pero sin perder lo espontáneo, la dulzura, sin perder los abrazos. Los que vamos estar ahí arriba y abajo del escenario vamos a ser aquellos que realmente amamos al viejo. Estoy segura vamos a estar felices, realmente, era mi regalo para el viejo, no llegó a tiempo, pero igual es el tiempo necesario tanto del libro como de la palabra del viejo, la palabra de los 20 convocados y los poetas. Me parece que estamos en un buen tiempo para que este libro salga la luz.

-Va a ser una celebración de Osvaldo Bayer y de muchas voces que lo admiramos, que los sentimos con nosotros, que lo evocamos siempre en momentos difíciles, preguntándonos qué diría el viejo en tal tiempo sobre tal cosa, eso es algo que habitualmente nos pasa por la cabeza frente a circunstancias en las cuales seguramente seguiremos coincidiendo con su punto de vista.

-Sabés que Osvaldo siempre se preguntaba, qué estaría escribiendo ahora Rodolfo Walsh, que estaría diciendo Paco, que estaría diciendo Lima Quintana. Recordá que este libro lo escribimos en tiempo de Macri y él estaba muy angustiado porque sentía que su lucha había sido en vano. Creo que este libro y este trabajo sirvió para que él se encendiera y no se apagara, porque realmente había muchos momentos de angustia para Osvaldo, y esa pregunta que vos estás haciendo sobre Osvaldo, él se la hacía sobre sus amigos que ahora estamos nombrando en este libro. Porque el enemigo es certero, el enemigo apunta de una manera tan certera que nosotros no podemos distraernos, los 30 mil desaparecidos son las 30 mil voces que hoy estamos necesitando y por la cuales, y por esa falta estamos como estamos.

-Tal cual, digo esto último para recordar que Osvaldo fue un gran luchador por los pueblos originarios, un hombre que se ocupó de instalar, visibilizar, no solamente a los pueblos originarios, sino también a sus verdugos. Fue un gran perseguidor de ese genocida que se llama Julio Argentino Roca y que también ese legado nos lo dejó y que tratamos de no defraudarlo.

-Si, por respeto a eso que estás diciendo, es que el libro tiene dos capítulos que tiene que ver con la palabra originaria. Justamente por esta faceta de él que se relacionaba, esencialmente a los pueblos Mapuche, pero a su vez a la totalidad a todos los pueblos originarios. Por eso está Beatriz Pichi Malen y Lorenzo Pincén hablando de palabra originaria, el rol de la palabra poética en los pueblos originarios a la hora de la lucha y reivindicar sus derechos, su cosmovisión, su cultura.

-Mariana felicitaciones por esta obra finalmente consumada, nos vamos a ver, tenemos muchas ganas de vernos con todos los que están allí convocados, que sea una gran celebración del viejo. Te agradecemos la comunicación y seguiremos conectados.

-Seguiremos conectados, nos vemos el 6. Muchas gracias a Resumen Latinoamericano.

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Homenaje a Osvaldo Bayer

Presentación del libro "Revolución es la Palabra"

en el Centro Cultural Kirchner

Mariana Dufour

Colaboración: Javier Corcuera

Revolución es la Palabra es un homenaje de Osvaldo Bayer a los poetas de su tiempo. A esas luchadoras y luchadores insumisos en su pensamiento, militantes en su hacer. Pero este libro es, ante todo, un homenaje a él. A Osvaldo y sus 91 años de pura coherencia. De puro arremeter contra el olvido y la impunidad. De pura verdad emanada de la terquedad y el trabajo.

Convocados por la «palabra caminada», El Tugurio fue invadido por personalidades que colmaron ese viejo patio de poemas y amistades. Alejandra y Marcelo Conti (hijos de Haroldo), Miguel Ángel Estrella, Adolfo Pérez Esquivel, Stella Calloni, Ponciano Cárdenas, Carlos Malbrán, Pablo Llonto, Marián Farías Gómez, Raúl Zaffaroni, Jaime Torres, Teresa Parodi, Horacio Fontova, Alejandro Apo, Cristina Banegas, Víctor Heredia, Carlos Aznarez, Beatriz Pichi Malen, Fernando Buen Abad, Lorenzo Pincen, Tito Cossa y Héctor Olivera iluminaron la memoria de Osvaldo. Y encendieron su sonrisa.

Los poetas recordados en este libro son Juan Gelman, Hamlet Lima Quintana, Paco Urondo, Armando Tejada Gómez, Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, Atahualpa Yupanqui, Jaime Dávalos, Alfredo Zitarrosa, Eduardo Galeano y Osvaldo Soriano. A través de ellos, el viejo anarquista celebra a toda una generación de jóvenes que supieron celebrar la alegría, el delirio, el amor, la poética, la solidaridad, la justicia, la subversión del poder. Y la revolución.

Pero el libro contiene un encuentro más, que se cumplió en un tiempo "extra". Cristina Fernández de Kirchner era una de las invitadas a ser parte y Rodolfo Walsh era el escritor convocante. El encuentro no pudo ser... Pero como la vida tiene vueltas sorprendentes, poco tiempo después, Cristina fue a El Tugurio a visitar al amigo de Walsh. La obra celebra su homenaje en pocas páginas.

«La poesía es la cosa más hermosa de la vida. Es el arte de las artes. Es el soñar, el dar pasos adelante. Es el querer vivir otra vida», nos confiesa Osvaldo. Así, a la manera de Tejada Gómez y su Canto popular de las comidas, en el transcurrir de los encuentros y las largas charlas, fuimos cocinando un libro que procura pensar nuestra historia reciente (y nuestro convulsionado presente) desde las vidas y las miradas de sus poetas y escritores comprometidos, caminadores de una Latinoamérica profunda. Dolorosa y dolorida ella, pero siempre anhelante de un mejor vivir. De un buen vivir.

El miércoles 6 de octubre, en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner, a las 18:30 hs se presentará el libro Revolución es la Palabra. De esta jornada participarán, Esteban Bayer, Adolfo Pérez Esquivel, Taty Almeida, Marian Farías Gómez, Beatriz Pichi Malen, Rolando Goldman, Miguel Ángel Estrella y su hija Paula, Quinteto Negro La Boca, la Banda Arbolito, entre otras amigas y amigos del viejo libertario.