Nobel de Literatura para un autor que enfoca su interés en el colonialismo y el destino de los refugiadosPor Luis Alemany
Abdulrazak Gurnah es desde hoy el séptimo escritor africano que entra en el palmarés del premio: Wole Soyinka, Naguib Mahfouz, W.M. Coetzee, Nadine Gordimer, además del francés Albert Camus y la inglesa Doris Lessing (nacido y criada en Argelia y ZImbabue, respectivamente), le antecedieron. Ninguno de ellos significó un ganador tan inesperado como Gurnah, un autor del que sólo se han traducido tres títulos al español, hace ya fos décadas.
«Es un premio maravilloso, lleno de grandes autores en su historial. Todavía estoy intentando hacerme a la idea», ha manifestado el escritor tanzano a la agencia Reuters. «Ha sido una sorpresa tan absoluta que tuve que esperar a oír el anuncio del jurado para poder creerlo». El nuevo Nobel se refirió también a los refugiados y los migrantes, sujetos de algunas de sus novelas: «Muchas de estas personas vienen por necesidad y también, francamente, porque tienen algo que dar. No vienen con las manos vacías», dijo el escritor en una entrevista con la Fundación Nobel.
Abdulrazak Gurnah nació en 1948 en Zanzíbar (Tanzania), y reside en Reino Unido donde ha sido profesor en la Universidad de Kent. De sus libros publicados en español, el más celebrado es Paraíso (El Aleph, 1997), una historia de iniciación en la que Yussuf, un niño africano, se construye a sí mismo en relación con la injusticia del colonialismo europeo y con el conflicto entre los musulmanes y los crisitianos en el este del continente. La novela aparece descrita como una saga, como una historia casi de aventuras que para los lectores europeos tiene formas ya conocidas: Isak Dinesen y William Boyd hn sido las comparaciones empleadas. Lo que cambiaba era el paisaje. Pero, debajo de la apariencia, había más capas: la historia de Yussuf iba en paralelo a la vida de Mahoma. Y los europeos eran una presencia fantasmal que condicionaba su viaje pero que no llegaban a aparecer nunca.
«Gurnah es un muy buen Nobel, un intelectual de mucha altura que, además, es accesible. Escribe en inglés con una voz que se podría asimilar a la de cualquier autor británico. Escribe más como un profesor de Kent que como alguien que viene de un sitio lejano. Sus novelas son muy disfrutables», explica Juan José Martín González, doctor en literatura inglesa y profesor en la Universidad de Málaga.
Otro título publicado en español, En la orilla (Poliedro, 2001), es un libro más cercano al mundo contemporáneo. Su protagonista es un hombre que llega desde una isla del océano Índico a Gattwick, con una simple maleta en la que no hay nada más que incienso. En Londres habrá de cruzarse con otra emigrante que fue importante en su pasado y que moldeará su experiencia de la migración. Es ese tema el que conecta con la argumentación del jurado, que ha relacionado el premio con «su penetración intransigente y compasiva en los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes».
«Lo interesante de En la orilla es que muestra al refugiado en toda la complejidad de las historias que lleva. historias que pueden ser de hace siglos y venir desde Asia o desde el Caribe... Una clave en los libros de Gurnah es que muestra la tradición cosmopolita de África. El mundo que retrata no está encerrado en sí mismo sino que está lleno de gente que viene de Oriente Próximo, de la India, de Europa... También esta la religión, que es un asunto que suele tratar», explica Martín González.
El tercer libro de Gurnah en español se llama Precario silencio (Mario Muchnik Editores) y es el más autobiográfico de los tres. Si protegonista es un africano que emigra al Reino Unido y que se construye una carrera como escritor de una África más o menos romantizada. Cuando por fin puede volver a su país, el protagonista de Precario silencio descubre la textura de la realidad, recompone las piezas del puzle y llega a un entendimiento más completo de la vida.
"Gurnah se fue de Tanzania pero tuvo que volver a su país para escribir", explica Sonia Fernández Quincoces, autora del blog Literáfricas y colaboradora de Casa África. "Sus libros nos interpelan sobre cuestuones como la libertad y la falta de ella".
«Gurnah es un escritor muy novedoso también en África porque se fija en personajes diferentes: todos los asiáticos que se dedican al comercio en África Oriental, muchos de ellos musulmanes, algunos sijs... Eso está en la tradición de su isla, Zanzíbar, y Gurnah lo recoge muy bien», añade Chema Caballero, africanista y editor de la colección Los Libros del Baobab. «Hay otra particularidad. En la literatura africana hay bastantes novelas que, como respuesta a la mirada colonial, representaron el África previa a la llegada por los europeos como un paraíso idealizado. Gurnah rompe con eso, muestra un mundo en el que hay gente buena, mala y regular».
Afterlives, su última novela (publicada en inglés en 2020), vuelve al terreno de la novela histórica en el este de África. Aquí, la historia gira sobre la vida de un africano captado por las Schutzruppe Askari, las tropas coloniales alemanas en África, que al cabo de los años, reencuentra a su familia.
Más referencias para poner a Gurnah en el mapa: en 2007, el nuevo Nobel escribió The Cambridge Companion to Salman Rushdie, un ensayo sobre el autor de Hijos de la medianoche. La conclusión, al leer las reseñas del ensayo, es que Gurnah se reconoce a sí mismo como un pariente literario de Rushdie, un escritor que conoce la cultura occidental y la lleva a su paisaje.
De los 117 galardonados desde que se instauró este premio, 95 habían sido europeos o norteamericanos, es decir, un 80% del total. Entre ellos, ha habido 101 hombres y solo 16 mujeres. El novelista chino Mo Yan había sido el último galardonado no europeo o estadounidense, en 2012.
Dos mujeres han sido laureadas en las tres ediciones anteriores, la novelista polaca Olga Tokarczuk en 2018, otorgado con un año de atraso, y la poeta estadounidense Louise Glück, en 2020. En 2019, el premio fue para el austriaco Peter Handke, una opción polémica por su apoyo al expresidente serbio Slobodan Milosevic, quien enfrentaba cargos por genocidio cuando murió en 2006. La Academia insiste en que sus laureados son escogidos por sus méritos literarios y que no toma en cuenta la nacionalidad.
De los 117 galardonados desde que se instauró este premio, 95 habían sido europeos o norteamericanos, es decir, un 80% del total. Entre ellos, ha habido 101 hombres y solo 16 mujeres. El novelista chino Mo Yan había sido el último galardonado no europeo o estadounidense, en 2012.
Tras el escándalo de acoso sexual y lucha de poder en el seno de la Academia sueca que obligó a aplazar el premio de 2018 durante un año, el organismo anunció que ajustaría sus criterios para tener mayor diversidad geográfica y de género. "Antes teníamos una perspectiva más eurocéntrica de la literatura, ahora estamos mirando a todo el mundo", dijo en 2019 el jefe del comité Nobel, Anders Olsson.
Dos mujeres han sido laureadas en las tres ediciones anteriores, la novelista polaca Olga Tokarczuk en 2018, otorgado con un año de atraso, y la poeta estadounidense Louise Glück, en 2020. En 2019, el premio fue para el austriaco Peter Handke, una opción polémica por su apoyo al expresidente serbio Slobodan Milosevic, quien enfrentaba cargos por genocidio cuando murió en 2006. La Academia insiste en que sus laureados son escogidos por sus méritos literarios y que no toma en cuenta la nacionalidad.
Fuente: El Mundo
Por Luis Alemany
Abdulrazak Gurnah es desde hoy el séptimo escritor africano que entra en el palmarés del premio: Wole Soyinka, Naguib Mahfouz, W.M. Coetzee, Nadine Gordimer, además del francés Albert Camus y la inglesa Doris Lessing (nacido y criada en Argelia y ZImbabue, respectivamente), le antecedieron. Ninguno de ellos significó un ganador tan inesperado como Gurnah, un autor del que sólo se han traducido tres títulos al español, hace ya fos décadas.
«Es un premio maravilloso, lleno de grandes autores en su historial. Todavía estoy intentando hacerme a la idea», ha manifestado el escritor tanzano a la agencia Reuters. «Ha sido una sorpresa tan absoluta que tuve que esperar a oír el anuncio del jurado para poder creerlo». El nuevo Nobel se refirió también a los refugiados y los migrantes, sujetos de algunas de sus novelas: «Muchas de estas personas vienen por necesidad y también, francamente, porque tienen algo que dar. No vienen con las manos vacías», dijo el escritor en una entrevista con la Fundación Nobel.
Abdulrazak Gurnah nació en 1948 en Zanzíbar (Tanzania), y reside en Reino Unido donde ha sido profesor en la Universidad de Kent. De sus libros publicados en español, el más celebrado es Paraíso (El Aleph, 1997), una historia de iniciación en la que Yussuf, un niño africano, se construye a sí mismo en relación con la injusticia del colonialismo europeo y con el conflicto entre los musulmanes y los crisitianos en el este del continente. La novela aparece descrita como una saga, como una historia casi de aventuras que para los lectores europeos tiene formas ya conocidas: Isak Dinesen y William Boyd hn sido las comparaciones empleadas. Lo que cambiaba era el paisaje. Pero, debajo de la apariencia, había más capas: la historia de Yussuf iba en paralelo a la vida de Mahoma. Y los europeos eran una presencia fantasmal que condicionaba su viaje pero que no llegaban a aparecer nunca.
«Gurnah es un muy buen Nobel, un intelectual de mucha altura que, además, es accesible. Escribe en inglés con una voz que se podría asimilar a la de cualquier autor británico. Escribe más como un profesor de Kent que como alguien que viene de un sitio lejano. Sus novelas son muy disfrutables», explica Juan José Martín González, doctor en literatura inglesa y profesor en la Universidad de Málaga.
Otro título publicado en español, En la orilla (Poliedro, 2001), es un libro más cercano al mundo contemporáneo. Su protagonista es un hombre que llega desde una isla del océano Índico a Gattwick, con una simple maleta en la que no hay nada más que incienso. En Londres habrá de cruzarse con otra emigrante que fue importante en su pasado y que moldeará su experiencia de la migración. Es ese tema el que conecta con la argumentación del jurado, que ha relacionado el premio con «su penetración intransigente y compasiva en los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes».
«Lo interesante de En la orilla es que muestra al refugiado en toda la complejidad de las historias que lleva. historias que pueden ser de hace siglos y venir desde Asia o desde el Caribe... Una clave en los libros de Gurnah es que muestra la tradición cosmopolita de África. El mundo que retrata no está encerrado en sí mismo sino que está lleno de gente que viene de Oriente Próximo, de la India, de Europa... También esta la religión, que es un asunto que suele tratar», explica Martín González.
El tercer libro de Gurnah en español se llama Precario silencio (Mario Muchnik Editores) y es el más autobiográfico de los tres. Si protegonista es un africano que emigra al Reino Unido y que se construye una carrera como escritor de una África más o menos romantizada. Cuando por fin puede volver a su país, el protagonista de Precario silencio descubre la textura de la realidad, recompone las piezas del puzle y llega a un entendimiento más completo de la vida.
"Gurnah se fue de Tanzania pero tuvo que volver a su país para escribir", explica Sonia Fernández Quincoces, autora del blog Literáfricas y colaboradora de Casa África. "Sus libros nos interpelan sobre cuestuones como la libertad y la falta de ella".
«Gurnah es un escritor muy novedoso también en África porque se fija en personajes diferentes: todos los asiáticos que se dedican al comercio en África Oriental, muchos de ellos musulmanes, algunos sijs... Eso está en la tradición de su isla, Zanzíbar, y Gurnah lo recoge muy bien», añade Chema Caballero, africanista y editor de la colección Los Libros del Baobab. «Hay otra particularidad. En la literatura africana hay bastantes novelas que, como respuesta a la mirada colonial, representaron el África previa a la llegada por los europeos como un paraíso idealizado. Gurnah rompe con eso, muestra un mundo en el que hay gente buena, mala y regular».
Afterlives, su última novela (publicada en inglés en 2020), vuelve al terreno de la novela histórica en el este de África. Aquí, la historia gira sobre la vida de un africano captado por las Schutzruppe Askari, las tropas coloniales alemanas en África, que al cabo de los años, reencuentra a su familia.
Más referencias para poner a Gurnah en el mapa: en 2007, el nuevo Nobel escribió The Cambridge Companion to Salman Rushdie, un ensayo sobre el autor de Hijos de la medianoche. La conclusión, al leer las reseñas del ensayo, es que Gurnah se reconoce a sí mismo como un pariente literario de Rushdie, un escritor que conoce la cultura occidental y la lleva a su paisaje.
De los 117 galardonados desde que se instauró este premio, 95 habían sido europeos o norteamericanos, es decir, un 80% del total. Entre ellos, ha habido 101 hombres y solo 16 mujeres. El novelista chino Mo Yan había sido el último galardonado no europeo o estadounidense, en 2012.
Dos mujeres han sido laureadas en las tres ediciones anteriores, la novelista polaca Olga Tokarczuk en 2018, otorgado con un año de atraso, y la poeta estadounidense Louise Glück, en 2020. En 2019, el premio fue para el austriaco Peter Handke, una opción polémica por su apoyo al expresidente serbio Slobodan Milosevic, quien enfrentaba cargos por genocidio cuando murió en 2006. La Academia insiste en que sus laureados son escogidos por sus méritos literarios y que no toma en cuenta la nacionalidad.
De los 117 galardonados desde que se instauró este premio, 95 habían sido europeos o norteamericanos, es decir, un 80% del total. Entre ellos, ha habido 101 hombres y solo 16 mujeres. El novelista chino Mo Yan había sido el último galardonado no europeo o estadounidense, en 2012.
Tras el escándalo de acoso sexual y lucha de poder en el seno de la Academia sueca que obligó a aplazar el premio de 2018 durante un año, el organismo anunció que ajustaría sus criterios para tener mayor diversidad geográfica y de género. "Antes teníamos una perspectiva más eurocéntrica de la literatura, ahora estamos mirando a todo el mundo", dijo en 2019 el jefe del comité Nobel, Anders Olsson.
Dos mujeres han sido laureadas en las tres ediciones anteriores, la novelista polaca Olga Tokarczuk en 2018, otorgado con un año de atraso, y la poeta estadounidense Louise Glück, en 2020. En 2019, el premio fue para el austriaco Peter Handke, una opción polémica por su apoyo al expresidente serbio Slobodan Milosevic, quien enfrentaba cargos por genocidio cuando murió en 2006. La Academia insiste en que sus laureados son escogidos por sus méritos literarios y que no toma en cuenta la nacionalidad.
Fuente: El Mundo